
Después de la exclusiva que ha concedido esta semana en una conocida revista, Candela Acevedo regresaba a Telecinco cinco años después del final de Gran Hermano Dúo para conceder una entrevista al programa '¡De viernes!'. En el plató relató el "turbio momento" en que se entera de que Antonio Tejado difundió vídeos íntimos suyos y del "infierno" que vivió durante el tiempo que duró su relación: "Estaba anulada por completo, me tenía absorbida".
En cuanto a cómo se enteró que estaba siendo víctima de la difusión de vídeos íntimos, la entrevistada contó que ocurrió durante la pandemia, cuando una persona se pone en contacto con ella para decirle que Antonio Tejado le había pasado imágenes de carácter sexual en las que ella era la protagonista: "Me dice que Antonio Tejado le ha pasado una serie de contenidos míos que no son agradables".
Completamente rota, Candela señaló que ella no es consciente ni recuerda el momento en el que esos vídeos se grabaron: "En alguna ocasión se puso pesado e insistente con de de grabar vídeos, pero nunca accedí. Recuerdo que un día me levanto y le digo 'Antonio, ¿el otro día grabamos cosas? No sabía si lo había soñado".

Cuando fue conocedora de que iba difundiendo contenido íntimo suyo, Candela toma acciones legales y gana en los tribunales: "Gano yo la sentencia, él asume que ha difundido ese tipo de intimidades. Es una de las peores cosas que yo pude vivir". Esto ocurre durante la pandemia, cuando ella estaba trabajando de enfermera en un centro en el que se "encerraba en el baño para llorar" por el miedo a que a ese contenido hubiese llegado a algún paciente o compañero de trabajo.
"A veces me levantaba por la mañana y le decía 'Antonio, cómo llegamos aquí, que no me acuerdo'", afirmó la invitada, que sospecha que se le pudo suministrar algún tipo de sustancia para dejarla inconsciente: "Es una persona que me ha causado terror, miedo, muchos traumas, inseguridades. Le sigo teniendo miedo, ahora menos porque está en prisión".
Aunque su relación comienza "de la manera más inocente", Candela se empieza a dar cuenta con el tiempo de los "comportamientos extraños" del sevillano: "Quería realizar cosas que yo no. Bebía más de lo normal y había situaciones que a mí me causaban mucho miedo, pero siempre me pedía perdón, sabía qué decirme para perdonarle".
En un momento de su relación decide llamar a María José, la madre de Tejado, para ponerla en alerta sobre el comportamiento de su hijo, pero esta le dice que "son cosas de pareja": "‘Anda, qué tontería’, me dijo. Y aguanté por miedo a que me hiciera daño, hasta que se me cayó la venda y dije hasta aquí".
