Frank Cuesta ha compartido con sus seguidores su dolor ante la amenaza de perder el Santuario Libertad, el lugar desde donde hace años vela por el bienestar de los animales en su hábitat natural y cuyo día a día comparte en su canal de Youtube. A pesar de que fue él quien lo compró, el espacio se puso a nombre de su exmujer Yuyee porque, al no haber nacido en Tailandia, el herpetólogo no puede tener tierras.
En un directo en la plataforma Kick, Cuesta explicó que la pareja llegó a un acuerdo por el cual, cuando fuera el momento, el santuario se pondría a nombre de sus hijos, algo que no ha podido suceder por un conflicto con la madre o más bien, con su nueva pareja. El que fuera presentador de televisión aseguró que "todo comienza con una nueva relación que [Yuyee] tiene", que al parecer, es el abogado que llevó su divorcio. "Empezaron las dudas, los resquemores... El santuario no está a nombre de mi hijo Zorro y a mí se me ha pedido que pague 3.500 euros mensuales de alquiler", relató.
A pesar de Frank lleva meses pagando e intentando llegar a un acuerdo, tampoco le han dejado volver a comprar el santuario por el que además ahora le piden un millón de euros, una cifra muy superior a la inicial. "No sé si es porque hay un nueva pareja desde hace un año, por rencor... Desde luego que el santuario no es mío, nunca va a ser mío y hago este vídeo porque si no resuelvo esto en uno o dos meses, tengo que meterme a comprar otra tierra y crear otro santuario. Esto me va a matar", reconoció compungido.
"Me conozco muy bien y no puedo dejar que me mate la salud otra vez una persona en la que yo confié. Con todo lo bueno y malo que hayamos tenido juntos o por separado, pero no más. Me duele hacer este vídeo pero es la primera vez en estos 26 años en los que puedo decir que estoy hasta los cojones. He dado lo que no hubiera dado nadie como para recibir esto", aseguró, dolido con su exmujer, por la que luchó durante años dada su delicada situación en la cárcel.
En un vídeo anterior ya adelantó que esta es ahora mismo su máxima preocupación. "Hoy en día no hay mucho que hacer, no hay soluciones cuando no eres el dueño legal de la tierra y te piden un alquiler. Espero que cambie todo y eventualmente se pueda poner la tierra a nombre de mis hijos y si soy capaz de crear otra zona como esta, lo haré", confesó, una situación complicada ya que ahora Cuesta no tiene la capacidad económica para sacar otro santuario adelante.
Frank y Yuyee pasaron por una situación agónica durante seis años después de que la modelo tailandesa fuera condenada en 2014 por un delito de posesión y tráfico de cocaína (5 miligramos) e ingresara en una cárcel de Tailandia. La lucha de Cuesta por sacar a su mujer de prisión fue muy mediática y finalmente se consiguió en noviembre de 2020.
"Yo sigo yendo todos los días [a la cárcel], todas las madrugadas, a llevarle comida, y voy a verla cuando me dejan verla". En Tailandia "las cárceles no son como España", y todo "cuesta dinero". Cuesta se levantaba a diario a las tres y media de la mañana para llevarle comida a Yuyee y recorría 210 kilómetros, antes de que se despertaran los niños, por eso este conflicto con su exmujer le genera gran dolor.