Camila se ha convertido en una reina querida desde que en febrero su marido el rey anunciara que tenía cáncer, ha aprendido a sonreír como consorte y también como titular. Hace seis meses ya que Carlos III sigue en tratamiento por un cáncer de próstata del que apenas se conocen detalles, tal vez por eso cada vez que Camila aparece sola saltan todas las alarmas. La reina, discreta solo responde que el rey está muy bien y que ha pasado el verano cuidando sus jardines en Escocia.
