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El complejo matrimonio de Will Smith: vidas separadas y relación abierta

Will Smith, uno de los actores más taquilleros, ha vivido su particular crisis personal tras los Oscar de hace dos años.

Will Smith, uno de los actores más taquilleros, ha vivido su particular crisis personal tras los Oscar de hace dos años.
Gtres

Will Smith ha pasado unas divertidas vacaciones en España, adonde ha venido en varias ocasiones a presentar sus películas, apareciendo en tales circunstancias en El Hormiguero. Su amistad con el presentador Pablo Motos fue creciendo de tal manera que en su reciente visita al programa ambos se pasaron durante el tiempo de la entrevista chocando sus manos o abrazándose, achuchones que daban la impresión de ser viejos conocidos, como si estuvieran sin verse un montón de tiempo. Tanto le encantó a Will el formato de El Hormiguero que adquirió los derechos para producir el programa en alguna cadena norteamericana. Varias de ellas están interesadas. Tiene que encontrar un presentador, por supuesto en inglés, que sea "el Pablo Motos" estadounidense en la versión de ese espacio.

Sépase que Will Smith no es un cualquiera, sino uno de los actores norteamericanos más taquilleros. Sus películas vienen produciendo alrededor de seiscientos millones de recaudación cada una. Es un tipo simpático, se ha propuesto aprender español y ya se expresa en nuestro idioma con cierta soltura. Pero en su vida no sólo lo mueve el éxito profesional. Atraviesa desde 2016 una compleja relación con su segunda esposa. Y no hemos de olvidar aquel episodio durante la entrega de los Óscar en 2022 cuando abofeteó al presentador al escuchar una frase supuestamente humorística que éste pronunció refiriéndose a la mujer de Will. Tras aquel lamentable incidente, el actor decidió acudir a un centro psiquiátrico para calmar su irascibilidad.

Will Smith, después de celebrar en Madrid su presencia en varios restaurantes alabando nuestra gastronomía decidió ampliar sus vacaciones pasando unos días en Marbella e Ibiza, donde dio rienda suelta a su abierto carácter. Probablemente muchos desconozcan una faceta suya al margen de su condición de actor protagonista de películas de acción. Y es que desde niño le gustaba cantar siguiendo la especialidad del rap. Escribía a sus doce años letras, algunas de ellas un tanto subidas de tono, motivo por el que su abuela lo reprendió. De joven, el rap seguía siendo una de sus habilidades, grabó varios discos y en Estados Unidos se le considera un maestro en ese estilo musical.

Resulta que en estas vacaciones españolas tuvo ocasión de conocer, entre otros, a los cantantes David Bisbal e India Martínez y, separadamente, con ambos, pudo "rapear" algunos temas motivando la hilaridad de ellos y de cuantos tuvieron la oportunidad de escucharlos. Con la intérprete andaluza incluso grabaron un video a dúo.

Pocas fechas después, a su regreso a Los Ángeles, donde vive en la exclusiva zona de Beverly Hills, en pleno Hollywood, se encontró con un críptico mensaje de su esposa, Jada Pinkett, que escribió en su cuenta de Instagram: "Un hombre puede elegir pertenecer a alguien y si lo hace se le considera noble. A una mujer se le dice que debe pertenecer a alguien, o no es digna. Nosotras, siempre mujeres mortales, somos dignas simplemente porque existimos".

Semejante texto da la impresión de ser propio de una feminista. Pero ocurre que esta pareja formada por la autora de ese escrito y el actor Will Smith hace tiempo que conviven de una manera poco convencional. Vidas separadas aunque habiten la misma residencia propia de millonarios, porque él gana dinero a espuertas, con sus películas y sus negocios varios. Y además, hace tiempo que decidieron mantener relaciones abiertas, extramatrimoniales: esto es, cada uno libremente yéndose con cualquiera que sea amante de paso o para los encuentros que decidan en la cama.

A Will Smith nunca le faltaron mujeres con las que mantener relaciones más o menos duraderas. Un galán negro que mide un metro y ochenta y ocho de estatura y es atractivo, al menos para los de su raza. Se ha casado dos veces. La primera con Sheere Zampino en 1992. Tuvieron un hijo, Willard. Divorciándose en 1995. Su segunda boda fue con la actriz Jada Pinkett. Enlace que sucedió en el castillo de Cloisters, en cuyo transcurso ella se pasó casi toda la ceremonia a lágrima viva, porque no quería casarse, mientras él estaba feliz, porque la amaba.

Si Jada Pinkett no creía ese matrimonio ¿por qué accedió a él? Sencillamente porque estaba embarazada, de su hija Willow. Luego tendrían otro bebé. Fue la madre de ella quien la instó a casarse en tales circunstancias. Lo que ratificó el propio novio: "Sí, es verdad que nos casamos por culpa de mi suegra". Y el día del casorio, como decíamos, la novia se pasó la ceremonia llorando, y además, dado su estado de buena esperanza, con evidentes molestias. Jade calificaría su unión matrimonial como un absoluto calvario.

Continuaron juntos, pero sin estar enamorados. Por lo contado ninguno de los dos ha decidido divorciarse. Les va bien con ese pacto que han hecho para hacer cada uno de su capa, un sayo.

Willard Carrol Smith, Will Smith para el mundo del espectáculo, nació hace cincuenta y seis años, que cumplirá el próximo 25 de septiembre, en Filadelfia, estado norteamericano de Pensilvania, hijo de un mecánico de neveras y refrigeradores, que se esforzó a dar una buena educación a sus hijos, y de una administradora escolar. Will publicó sus memorias, con la ayuda del periodista del New York Times Mark Manson en 2021, con el título Will, apócope de su nombre. Contaba en ellas los traumas que sufrió en su infancia. Buscaba él, como cada quisque, encontrar con el paso de los años, un estado de felicidad, de complacencia consigo mismo, y en ese punto dio en aficionarse al consumo de ayahuasca, una droga que, para los pueblos indígenas de América del Sur era hace miles de años una bebida medicinal obtenida de plantas para ellos sagradas. Esa experiencia psicodélica llevó a Will Smith a vivir unas alucinaciones, de las que después de algunas temporadas pudo alejarse.

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Tras sus aventuras como rapero con las que destacó con el seudónimo de The Fresh Prince, Will Smith se consagró como actor de cuarenta películas, algunas de ellas secuelas. Atravesó por un mal periodo que lo llevó casi a arruinarse, pozo del que salió gracias a protagonizar una serie que duró seis temporadas a partir de 1990: El Príncipe de Bel Air. Muchas cadenas de todo el mundo la programaron con elevadas cuotas de audiencia en todo el mundo. Otra secuela fue la de Bad Boys. Y entre otros largometrajes, les citamos Independence Day, Enemigo público, En busca de la felicidad, Aladdin y Ali, donde personificó la figura del campeón de boxeo Cassius Clay. No todas sus producciones fueron éxito, aunque sí la mayoría. El auténtico fracaso resultó ser After Earth (Después de la tierra"), que rodó en 2013 junto a su hijo Jaden.

En general, Willy ha tenido la fortuna de ser admirado y querido por millones de admiradores. Su borrón sucedería el 27 de marzo de 2022 en el transcurso de la nonagésima cuarta edición de los Óscar de Hollywood. La presentaba el cómico Chris Rock. Bien por una ocurrencia de éste o de los guionistas de la gala el caso es que en un momento dado, dirigiéndose a Jada Pinkett, esposa de Will sentados en las primeras filas del teatro, comparó la alopecia que ésta venía padeciendo con la calva de Demi Moore en una de sus últimas películas. Esa alusión tenía poca o ninguna gracia y a Willy le sentó a cuerno quemado. Se levantó airado, llegó en seguida al escenario y propinó una sonora bofetada al susodicho Chris Rock, que se quedó de piedra. Los responsables del sonido cortaron enseguida cuanto el actor gritó al desafortunado cómico: "¡Manten el nombre de mi esposa fuera de tu maldita boca!". Esas escenas, que apenas duraron un par de minutos, fueron contempladas por millones de telespectadores de todo el mundo. La Academia de las Artes y Ciencias de Hollywood vetó a Will Smith durante diez años, tiempo durante el cual no podrá ser invitado ni a los Óscar ni a ningún otro evento organizado por la institución. No obstante el actor pidió perdón públicamente encontrando justa la decisión de la Academia. Días después se recluyó en un sanatorio psiquiátrico para curar esa desatada ira.

La presencia aquella fatídica noche de Will Smith en la entrega de los Óscar estaba motivada porque era uno de los cinco actores aspirantes a la estatuilla dorada. La consiguió él por su interpretación del protagonista de King Richard, el padre de las leyendas del tenis Venus y Serena Williams.

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