El romance que mantuvieron durante años Bárbara Rey y Juan Carlos I era un secreto a voces pero nunca confirmado. No hasta que el pasado 25 de septiembre una revista holandesa publicó imágenes en las que la vedette y el que fuera Jefe de Estado aparecen besándose y en una actitud muy cariñosa en la casa de la actriz. Es un reportaje fotográfico que no solo ha afectado a los protagonistas sino que ha tenido numerosos daños colaterales. El evidente es el de la Reina Sofía pero también el futbolista Julián Alvarez se ha visto afectado por estas fotografías. ¿Por qué? Porque el actual jugador del Atlético de Madrid vivía actualmente en el domicilio del municipio madrileño de Boadilla del Monte en el que se tomaron las fotografías del Rey emérito y la madre de Sofía y Ángel Cristo.
La casa en cuestión es un chalet adosado de 476 metros cuadrados distribuidos en tres plantas con todo tipo de lujos: seis habitaciones, jacuzzi, piscina, terraza, bodega y gimnasio, entre otras instalaciones. Hay que recordar que Bárbara Rey vivió en ella con sus hijos desde la ruptura con Ángel Cristo hasta 2019, cuando puso a la venta la propiedad por 690.000€. En ese momento quien la compró lo hizo a modo de inversión ya que quería adquirirla para alquilarla y, aunque desde entonces, ha tenido varios inquilinos, el último era el jugador del Atlético de Madrid, Julián Álvarez.
Pero, ¿por qué se ha visto el argentino obligado a abandonar el domicilio? Porque, desde que se hicieron públicas esas imágenes la prensa quiere más. Es decir, desde que saliera a la luz esa información, son muchas las televisiones que se han desplazado hasta la puerta de la casa para mostrar el lugar donde fueron tomadas las fotografías de Bárbara Rey y Juan Carlos I.
De hecho, incluso el propio Ángel Cristo Jr. grabó una recreación, revelando el lugar desde donde tomó las instantáneas que han corrido como la pólvora por todo el mundo. Un hecho que ha hecho que el último gran fichaje del club rojiblanco decidiera poner punto y final a su contrato de arrendamiento y comenzar una nueva vida alejada del foco mediático.
El motivo es que, cuando el argentino alquiló esta vivienda, no se iba a imaginar que poco tiempo después iba a ser el epicentro de una noticia a nivel internacional. El futbolista buscaba intimidad y discreción para él y su mujer, Emilia Ferrero, algo que no han conseguido por las últimas informaciones relacionadas con el chalet
Nueva vida para Julián Alvarez y su familia
Tras las polémica publicación de las imágenes del emérito con Bárbara Rey, el jugador del Atlético de Madrid y su pareja han comenzado una nueva vida en una casa sin fantasmas del pasado. Es cierto que se desconoce si estaba previsto para estas fechas la mudanza o la pareja ha querido acelerar el proceso después de que salieran a la luz las polémicas imágenes que han vuelto a poner a ese chalet de actualidad. Ahora, el que fuera el nidito de amor de Bárbara Rey y Juan Carlos I busca un nuevo inquilino. Actualmente, el futbolista ha decidido comenzar una nueva vida en otra exclusiva urbanización, a pocos kilómetros de esta.