Con más de cuatro décadas de trayectoria, Alaska, un icono cultural que trasciende generaciones, se prepara para abrir completamente las puertas de su mundo con Alaska Revelada, el documental que Movistar+ estrenará en diciembre. Este proyecto, que promete una visión íntima de la vida y carrera de Olvido Gara, refleja su constante relación con la música, la fama y su imagen, un tema que sigue generando tanto admiración como debate.
En su reciente intervención en el pódcast A solas con de Vicky Martín Berrocal, Alaska volvió a demostrar que no tiene reparos en abordar los temas que han marcado su vida. Desde su vínculo con Mario Vaquerizo hasta el significado de la felicidad o los retos de su carrera, la artista también se detuvo en un asunto recurrente: su relación con la cirugía estética.
"Es una construcción de lo que yo siento por mí misma"
Fiel a su estilo sincero, Alaska no evitó las preguntas sobre sus numerosas operaciones quirúrgicas. "Hay dos cosas. Por un lado, esa parte mucho más sencilla y natural que es decir 'oiga, no me gusta mi nariz', lo que todo el mundo entiende qué ocurre cuando vas a un cirujano", explicó en el pódcast. Sin embargo, fue más allá al detallar cómo la cirugía forma parte de su forma de expresión personal: "Yo tengo una visión, que va un poquito más allá, y la tengo desde pequeña. Esas cirugías te permiten una aproximación a lo que tú eres. Igual que yo me visto así, y tú te vistes así… lo que uno hace para mostrarse pasa por el maquillaje, por la peluquería, por mi casa y por las cirugías, en este caso".
La cantante también aprovechó para dejar claro que no es adicta a estas intervenciones, respondiendo con contundencia a una de las preguntas más frecuentes en torno a su imagen. "Si fuera adicta, y si tuviera un cirujano menos prudente, probablemente esto sería otra cosa. Pero no soy adicta. No soy adicta a nada. (...) ¿Cirugía? Pues hombre, sí. Si se pudiera hacer esto y lo otro, lo haría. Pero luego no lo haces porque tu vida son muchas cosas más. O sea, es una cosa más dentro de todo lo que forma parte de tu vida", declaró.
Un documental que arranca en el quirófano
El primer capítulo de Alaska Revelada comienza precisamente en el lugar donde se gestan muchas de las polémicas en torno a su figura: el quirófano. "Coincidió en el tiempo", explicó Alaska, señalando que fue una decisión natural incluir esta parte de su vida en el rodaje. Este detalle, lejos de ser un capricho, encaja con su mensaje de transparencia, algo que ha defendido durante toda su carrera.
Sin embargo, las críticas no han faltado. Su inclinación por los cambios físicos ha sido objeto de debate desde sus inicios. Alaska, fiel a su transparencia y autenticidad, responde con claridad: "No entiendo por qué se me critica por tomar las decisiones que he tomado. Para mí es algo lógico. Igual que me maquillo o me cambio el peinado, también me hago una operación. Es algo que forma parte de cómo me muestro al mundo".