Los diez capítulos más sonados de la vida de Ana Obregón: 70 años de éxitos, polémicas y una gran pérdida
Celebramos los setenta años de la actriz y bióloga repasando algunos de los capítulos más destacados de su vida profesional y personal.
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Una niña con vocación de artista
Pese a las reticencias de sus padres, Ana siempre deseó ser artista. Desde muy pequeña destacó entre sus hermanos como una niña muy despierta, inquieta y apasionada de la interpretación y el artisteo. Gracias a la prosperidad económica de su familia, estudió en el prestigioso Colegio de Estudios de Aravaca y se crio entre la lujosa urbanización de La Moreleja y una maravillosa casa en Costa dels Pins, Mallorca. Cuando confesó a sus padres su deseo de ser actriz, su padre Antonio le recomendó terminar primero sus estudios, y así lo hizo: cursó estudios de Biología en la Universidad Complutense, otra de sus grades pasiones. Sin embargo ella seguía en su idea de dedicarse a la interpretación por lo que, tras graduarse, se mudó a Estados Unidos para estudiar Teatro.
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La paella que 'no' emocionó a Spielberg
Al poco de mudarse a Estados Unidos consiguió un papel en una película con Bo Derek y comenzó a relacionarse con grandes estrellas como Robert De Niro. Especialmente mítica es la historia de la fiesta de su 22 cumpleaños, donde preparó una paella para el director de cine Steven Spielberg, cuya carrera ya estaba despegando. Cuando el director de películas como ET o Tiburón mencionó que le encantaba España, el flamenco y la paella, ella exclamó: "¡Pero si es mi especialidad!". Con su madre al teléfono y nulas capacidades culinarias, Ana Obregón perpetró lo que con los años ha definido como “la paella más repugnante" que ha comido: "No me salió ni amarillo el arroz pero Spielberg estuvo muy educado".
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Ana, con los terroristas
Corría el año 1986 cuando Ana Obregón hizo su mítica aparición en el primer episodio de la cuarta temporada de la exitosa serie El equipo A. Metralleta en mano, la bióloga reconvertida en actriz interpretó a la villana de la función: Marta, una terrorista dispuesta a ponérselo difícil a los protagonistas de la ficción. Solo apareció en un capítulo, pero fue lo suficientemente memorable como para perdurar en el tiempo. Como curiosidad, ella misma se dobló en la adaptación al español de la serie, dando aún más profundidad a su personaje.
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La muerte de su primer gran amor
La primera gran pérdida de Ana Obregón fue la de su entonces pareja Fernando Martín, al que siempre ha considerado el gran amor de su vida. Lo suyo con el jugador de baloncesto fue un auténtico flechazo: “Todo mi cuerpo se estremeció cuando me besó. Fue intenso, pasional. Al tener sus labios junto a los míos, sentí que besaba la vida y que sus labios serían los últimos que besaría jamás. (…) Sentí que alguien, por fin, me quería de verdad", relataba en sus memorias. Se conocieron en Los Ángeles, cuando ella comenzaba a gozar de cierta popularidad por sus trabajos actorales. La relación duró cuatro años y se vio interrumpida por el triste fallecimiento del deportista el 3 de diciembre de 1989. El coche en el que viajaba se saltó la mediana de la M30 a la salida de Madrid, e invadió el carril contrario impactando contra otro vehículo. Murió en el acto. Tenía 27 años, curiosamente la misma edad que tenía Alex, el hijo de Ana, al fallecer, y estaba empezando a disfrutar de los mejores años de su carrera. Ana relató después que, poco antes de su muerte, habían roto su relación.
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Los hombre de Ana
La vida de Ana Obregón ha estado marcada por sus relaciones con los hombres. Más allá de lo suyo con Fernando Martín, la bióloga trató de reconducir su vida con otros amores, la mayoría de ellos controvertidos y públicos: De sobra es conocido que el primer gran amor de Ana Obregón fue Miguel Bosé , con quien mantuvo una bonita relación de juventud y de la que quedó luego una gran amistad. Tras la muerte de Martín, llegó otro de los hombres más importantes de su vida, Alessandro Lequio, al que conoció cuando estaba casado con la modelo italiana Antonia Dell'Atte. Nunca se casaron pero tuvieron a su hijo, Aless Lequio, quien falleció víctima de un cáncer el 13 de mayo de 2020. Después hubo otros romances como Rafi Camino, Micky Molina, Davor Suker o Darek. Incluso se habló de un romance con el mítico Tony Curtis o incluso Julio Iglesias.
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Ajos y un fatídico encuentro en el gimnasio
Durante la etapa de David y Victoria Beckam en Madrid, Ana Obregón se convirtió en la peor pesadilla de la ex chica picante. La mediática pareja acaba de atravesar una época de rumores y crisis sentimentales marcadas por la aparición de Rebecca Loos y Victoria no estaba dispuesta a que otra mujer pusiera patas arriba su matrimonio. La prensa inglesa se hizo eco de rumores de un acercamiento entre la actriz y el futbolista durante su estancia en el Hotel Santo Mauro de Madrid. El encargado de dar a conocer ese supuesto romance fue Delfín Fernández, el exguardaespaldas de Beckham, que llegó a contar que pasaron varias noches juntos. Ella lo negó. Sin embargo, los constantes comentarios que hizo Ana Obregón sobre su supuesta "amistad" con David Beckham molestaron a la ex Spice, que se enfrentó a la bióloga en un tenso encuentro en un gimnasio: "Se acercó a mi y me preguntó si hablaba inglés y yo le dije que perfectamente, Entonces empezó a insultarme y me pidió que me alejase de su marido. Me dijo que cómo podía ir tan mal vestida, que yo era una especie de pedazo de m..., que cómo iba a estar su marido interesado en una vieja como yo y que lo único que yo quería era salir en el Hola a costa de David".
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Sus míticos posados
La llegada del verano suponía uno de los momentos más importantes para los seguidores de la bióloga: sus míticos posados. El primero tuvo lugar en el año 1992, cuando disfrutaba de su relación con Alessandro Lequio y acababa de dar la bienvenida a su primer hijo. Los periodistas no dejaban de perseguirla durante sus vacaciones y tuvo la idea de “regalar" un posado en bañador a los medios para que así la dejaran en paz. Así dio comienzo una tradición que se alargó durante años y jamás defraudó. Flores, lentejuelas, gafas de sol, conjuntos arriesgados y complementos inesperados eran siempre los grandes protagonistas.
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La muerte de su hijo
El 13 de mayo de 2020, en pleno confinamiento por la pandemia de COVID que puso en jaque al mundo entero, Ana García Obregón y Alessandro Lequio vivieron el momento más duro y desgarrador de sus vidas. Después de años luchando contra el cáncer, el joven Aless Lequio moría dejando devastados a sus padres. Fue especialmente duro para Ana Obregón, que ha reconocido que jamás podrá superar la pérdida. Un fallecimiento que, a pesar de haber podido ser esperada debido a la gravedad del cáncer que sufría y de sus recaídas en él, supuso una gran conmoción en la sociedad, entonces confinada a causa del Coronavirus, y una pérdida irreparable para sus padres.
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Su triunfal regreso
Dieciséis años después de la última vez, y con su hijo ya fallecido, Ana Obregón regresó a la vida pública como gran protagonista de las Campanadas del año 2021. En su emocionante discurso recordó "a las víctimas del COVID y también a las del cáncer", entre ellas su hijo Aless, quien había fallecido a los 27 años tras haberle diagnosticado cáncer dos años antes. Junto a Anne Igartiburu, dijeron adiós a 2020 juntas, de la mano, una de rojo y otra de blanco, el color del luto en algunas culturas. Alejandro de Miguel fue el encargado de vestir a Ana Obregón, un vestido drapeado en la cintura, de escote recto y con los hombros descubiertos.
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La llegada de Ana Sandra, su salvación
Se acumulan las celebraciones en casa de Ana Obregón y es que, hoy, 18 de marzo, la actriz cumple 70 años y, dentro de dos días, el 20, su nieta, Ana Sandra, que cumplirá su segundo año de vida. El nacimiento de la pequeña, hija de Aless, tuvo lugar en Estados Unidos por gestación subrogada, y significó un antes y un después en la vida de la mediática bióloga, que estaba sumida en una profunda tristeza. El convencimiento de que criar a la hija de su hijo le haría bien hizo que la madrileña se decidiera a llevar adelante la fecundación "in vitro" con el esperma de Aless, según ella contó en su libro haciendo realidad una petición que el propio joven le hizo cuando ya estaba muy enfermo. Aunque la noticia causó un gran revuelo en nuestro país, Ana Obregón se centró en el bienestar de ambas y en disfrutar de una nueva vida junto a la pequeña.
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