Menú

Confesiones de Máximo Valverde a sus 80 años: "Me engañó la mujer con la que iba a casarme"

Uno de los grandes seductores de nuestro país, Máximo Valverde, es consciente de que se irá soltero de este mundo

Uno de los grandes seductores de nuestro país, Máximo Valverde, es consciente de que se irá soltero de este mundo
Máximo Valverde. | Gtres

Máximo Valverde cumplió ochenta años el pasado noviembre. Ha sido un seductor permanente durante varias décadas. Conquistó varias docenas de mujeres pero a ninguna les prometió nunca casarse. Salvó en una única ocasión. A punto estaba para contraer matrimonio cuando supe que esa novia… ¡estaba casada! Y él lo ignoraba. Aquello sucedió casi a finales de 1982. Y hace pocas semanas el galán sevillano recordó aquel llamemos suceso en el transcurso del programa de Canal Sur "El show de Bertín", en vísperas de que el presentador-cantante se haya ausentado tres meses para intervenir en "Tu cara me suena", donde lo ha sustituido en la televisión andaluza Manuel Díaz ‘El Cordobés’.

"Sí, aquella mujer con la que iba a casarme, me engañó". Fue la confesión del hombre que años atrás había compartido amores con Rocío Jurado, Isabel Pantoja, Amparo Muñoz, amén de otras muchas novias que pasaron por su vida. La historia de cómo una belleza rubia de veintisiete años, diez menos que él, le robó el corazón, puedo contarla, puesto que fui en su momento quien descubrió aquella relación.

Máximo acudió a una fiesta en la madrileña discoteca Joy Eslava, que daban en honor del cirujano sudafricano Christian Barnard, el primero que en el mundo realizó un trasplante de corazón. Había un buen ambiente aquella noche, con caras muy conocidas. El sevillano se fijó en una, que no era precisamente del mundo del espectáculo, tan frecuentado por él. No le fue difícil iniciar con ella una grata conversación. Se citaron para salir días después. Y en un corto espacio de tiempo, tan "colado" estaba por ella, Máximo y Rosa María fijaron la fecha de su boda.

¿Quién era aquella desconocida mujer que había conseguido que un recalcitrante solterón como este actor le propusiera matrimonio, obteniendo el sí? Perteneciente a una acomodada familia, licenciada en Filosofía y Letras, se dedicaba a negocios relacionados con subastas de arte, si es verdad lo que le contó al galán. Esa íntima amistad la llevó la pareja con total discreción. Y cuando supe de su decisión de casarse, sorprendí a Máximo, con quien me unía cierta amistad de años anteriores. Y no tuvo más remedio que confirmarme la noticia que me había llegado. Sí, ya tenían encargadas las invitaciones de boda; el lugar, monasterio de San Lorenzo de El Escorial; la fecha, 2 de octubre de 1982. Y con esos y otros detalles pude publicar, a poco de llegar el otoño, que el guapo de tantas películas románticas, dejaba su soltería.

maximo-valverde-eva-santamaria.jpg
Máximo Valverde y Eva Santamaría

Todavía no había llegado esa fecha nupcial cuando de modo circunstancial, de la misma manera que me enteré de esa boda, tomando café en una terraza, me encontré a un antiguo colega, del diario "Ya", que me dijo lo que sigue: "Te han tomado el pelo, Manolo. Ese matrimonio no va a celebrarse. La novia sigue casada y es madre de dos hijos". Lógicamente me sobró tiempo para ponerme en contacto con Máximo, que tenía alquilado un modesto piso, por entonces, en la calle de Alcalá, hacia el número doscientos y pico. El actor vivía modestamente, un poco "al día". No podía creerse cuanto le conté. En pocas horas conoció el engaño y así me lo confirmó. Pero ¿por qué aquella Rosa María llegó tan lejos en sus propósitos casamenteros si era consciente de que no tenía la nulidad o el divorcio? ¿Y porqué no le habló de su situación al que iba a ser supuestamente su segundo esposo? Todo parecía ser un embrollo, un vodevil sin pies ni cabeza.

Para condensar tan hilarante y absurda historia sentimental: Rosa María confesó su gran mentira. Y Máximo Valverde volvió a ser el de siempre: un nato conquistador con cuantas mujeres "se le pusieron a tiro". No supe más de aquel embrollo. Pero el actor, en su reciente presencia en el programa de Bertín Osborne contó que, a los pocos meses de aquella deseada boda fantasma, que no sucedió, llegaron a su casa dos señores, identificándose como representantes de aquella Rosa María, y de parte de ella le reclamaban un automóvil que había recibido como regalo, valorado en un millón de pesetas. El sevillano les retrucó así: "Ese coche ahora no valdría más de trescientas mil pesetas. Si lo desean, les doy las llaves y se lo llevan. Pero antes tienen que devolverme el anillo de brillantes, que era de mi madre, y yo di a Rosa María. Su valor supera el que han dicho ustedes que era el del coche". Ni qué decir que no hubo transacción alguna. Y la historia quedó para Máximo como un maldito sueño, pues entre otras incidencias, cuando se vio obligado a comunicar a sus amistades que habíase suspendido aquella boda, lo hizo perplejo y avergonzado. A su madre no le dio un soponcio de puro milagro. El diario "El Alcázar" en su sección de chismes, insertó unos comentarios con este titular: "Máximo Valverde, seducido y abandonado". Me recordó el de una película italiana.

Máximo Carlos González-Valverde llegó al cine por pura casualidad cuando abandonó la carrera de Derecho en cuarto curso en la Universidad de Sevilla, para viajar a Madrid en sus deseos de ser torero. Trabajó en diversas ocupaciones, con tal de ganar algún dinero que le permitiera acceder a sus deseos taurinos. Y como "extra" de la película "Fortunata y Jacinta", de la noche a la mañana sorprendentemente pasó a ser protagonista masculino junto a Emma Penella, tras un grave incidente. Resulta que quien interpretaba ese papel, Juan Luis Galiardo, no tuvo mejor ocurrencia que llamarla vieja y gorda. El productor del filme era Emiliano Piedra quien inmediatamente lo echó del rodaje. Y con la premura de encontrar a un galán que sustituyera al expulsado, contrataron a ese perplejo "extra" sevillano. Desde entonces fue progresivamente ascendiendo en otros repartos. Y sus sueños de ser matador de toros se desvanecieron, de momento. Siendo ya muy conocido en el cine, montó una alternativa apañada en la plaza de Estepona, que patrocinó Antena 3, aunque se retiró ese mismo día de los ruedos. "Mató el gusanillo" de los toros interviniendo después en algunos festivales y una ocasional novillada.

El historial amoroso de Máximo Valverde precisaría de muchas páginas, acaso un libro de memorias que el actor nunca se ha propuesto. Podría contar lo que le sucedió con Carmen Sevilla, ambos compartiendo lecho en la película "No es bueno que el hombre esté solo". O la relación con Rocío Jurado en el rodaje de "Una chica casi decente", de donde surgió "un idilio muy bonito", en expresión del propio galán. Como lo fue el sostenido con Isabel Pantoja: "Noté que nos gustábamos mucho". Aunque el gran amor del actor, siendo correspondido, fue el que vivió con Amparo Muñoz, que fue Miss Universo. Estando juntos en Nueva York, ambos fueron casi amenazados de muerte por los organizadores del concurso y la malagueña puso pies en polvorosa renunciado al título y regresando a España, en tanto Máximo hizo lo propio, por separado, tras sufrir una paliza.

Ha transcurrido ya mucho tiempo de esos años en los que Máximo Valverde vivió una época de grandes amores y muchas películas, con satisfacciones propias de su popularidad. Hace ya unos años que fue apareciendo menos en el cine y la televisión para tener una vejez tranquila en su actual residencia sevillana de Coria del Río. Y es consciente de que se irá soltero de este mundo.

Temas

En Chic

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal