
Jaime Lorente se encuentra en una de las etapas más duces de su vida desde que conoció a Marta Goenaga en el rodaje de la serie que impulsó su carrera como actor, La Casa de Papel, en 2020. Ahora, cinco años después, la pareja ha decidido dar un paso más y ha anunciado su boda con la donostiarra este mismo año.
Ha dado la buena noticia durante su visita al programa "La Revuelta": "Voy a daros una exclusiva. Vamos a convertir el plató en un programa del corazón. Dentro de poco me caso", a lo que el público respondía con un sonoro aplauso. Los medios rápidamente se han hecho eco y la revista "Hola" ha publicado detalles del precioso enlace que tendrá lugar el próximo 7 de junio.
Como adelanta la revista, la boda tendrá como enclave de la celebración el espectacular castillo de Batres, situado a unos 35 minutos al sur de Madrid. Esta imponente fortificación renacentista fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1970 y tiene unos espacios para la ocasión preciosos y con gran privacidad, algo que es primordial para la pareja.
Además, para cuidar todos los detalles y que el sí quiero sea tal y como ellos imaginan, cuentan con la ayuda de Priscila Llorens, la weding planer que ha participado en la organización de la boda de influencers como Marta Lozano. Los preparativos, según explica la publicación, se están llevando con la privacidad propia con la que han llevado la relación de cara a los medios de comunicación desde que comenzaron.
¿Un posible tercer embarazo?
La pareja, que como hemos explicado se conoció durante el rodaje de la Casa de Papel, (mientras el actuaba, ella era la responsable de vestuario), han formado una preciosa familia juntos con el nacimiento de sus dos hijos, Amaia de tres años y Luca de dos. Tras el anuncio del futuro "sí quiero", el actor explicaba como van a ser las semanas previas al gran día.
Comentaba con el presentador que quieren "dar un poco de magia" al reencuentro el día del enlace: "Estar un trecho sin tener relaciones para luego, en la noche de bodas… ¡boom!», contó. "No es que hayamos dejado que se enfríe el aceite, porque uno sigue igual, pero es bonito, es para que haya un poco de magia. La noche de antes tampoco vamos a dormir juntos. Dejaremos una semana sin hacer nada. Sin tocarnos ni nada. Después, en la noche de bodas, a por el tercero", afirmaba entre risas.


