
En los últimos años, Rocío Carrasco ha decidido estrechar su círculo personal y familiar y son contadas las personas que tienen acceso a ella. Su vida se limita a su marido, Fidel Albiac, y algunos amigos íntimos como las Campos, Terelu Campos y Carmen Borrego, que siguen siendo fieles a la relación ‘de hermanas’ que tienen desde adolescentes (aunque sus encuentros son cada vez menos frecuentes). Sin relación con sus hijos Rocío y David Flores y alejada de su familia materna, Rocío se limita a vivir de las rentas que heredó de su madre, explotando su figura en homenajes como el museo que abrió en Chipiona o con el musical protagonizado por su amiga Anabel Dueñas.
Después de meses sin tener noticias de ella, más allá de una breve aparición en el horripilante desfile del estreno de La fábrica de la tele, esta semana Rocío Carrasco ha reaparecido en los juzgados donde vivió un tenso enfrentamiento con su hija Rocío Flores. Mientras que la joven salía de la vista completamente rota, la madre apareció ante la prensa serena, fría y sin dar declaraciones al respecto aunque lamentando el calor que debían estar pasando los reporteros que la esperaban a la salida de la Audiencia Provincial de Madrid.
Rocío Carrasco acudió a los juzgados sin la compañía de su marido Fidel Albiac, que en esta ocasión decidió no acompañar a su mujer en un día tan complicado para ella. Hay quien se atreve a decir que el matrimonio no pasa por su mejor momento, pero lo cierto es que la hija de Rocío Jurado siempre ha confesado que Fidel sigue siendo su mayor apoyo.
En defensa de su imagen
El juicio que tiene lugar esta semana es por la demanda interpuesta por Rocío flores contra la productora La fábrica de la tele, pues la joven considera que los contenidos emitidos en televisión, concretamente en el documental Rocío, contar la verdad para seguir viva, vulneraron su imagen y su derecho al honor.
Cabe recordar que Rocío Carrasco dio el consentimiento a la citada productora para que se hiciesen públicos algunos de los episodios más polémicos de su hija cuando era solo una adolescente. Aquellas semanas fueron muy duras para la joven, que vio como las redes sociales y los platós de televisión arremetían contra su imagen pública mientras ella trataba de encontrar su sitio en el mundo de la televisión.

