
La recepción anual ofrecida por los Reyes en el Palacio de Marivent, en Palma de Mallorca, estuvo marcada este año por un gesto que no ha pasado desapercibido: la Princesa Leonor vistió el mismo vestido que la Reina Letizia lució en la edición de 2022.
El acto, celebrado en un ambiente veraniego y distendido, congregó a personalidades de distintos ámbitos sociales, políticos y culturales. Sin embargo, la atención mediática se centró en que la heredera al trono optó por reutilizar un vestido previamente llevado por su madre en la misma ocasión hace dos años. Este gesto fue interpretado de maneras opuestas: unos lo valoraron como un ejemplo de sostenibilidad y cercanía, mientras que otros consideraron que una recepción de este nivel merecía un estreno.
La posición de Carmen Lomana
En declaraciones recogidas por Europa Press, la empresaria y colaboradora televisiva aseguró tener "mucho cariño" hacia la Familia Real, pero señaló que no comprendía la decisión. "Me parece un poco absurdo que la princesa tenga que llevar un vestido de su madre, que ella se lo había puesto en esa misma gala. Eso es lo que no entendí", afirmó. Lomana matizó que no quería criticar más allá de expresar su incomprensión y añadió que, de ser su hija, le aconsejaría reservar la prenda para otra ocasión distinta.
Respecto a quienes aplaudieron el gesto de Leonor como una muestra de ahorro, Lomana se mostró escéptica: "Sí, hay gente para todo, claro. ¿La ha aplaudido por ahorro? Pero si la familia es real, en ropa gasta poquísimo". Según dijo, la Reina Letizia recurre con frecuencia a firmas accesibles como Mango, Zara o Massimo Dutti, lo que a su juicio demuestra que no existe un gasto excesivo en este ámbito.

