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Roy Scheider, protagonista de 'Tiburón', cogió miedo a bañarse en la playa

Un duro de la pantalla muchas veces, otras menos violento en papeles de comedia, Roy Scheider me pareció un tipo inteligente y simpático.

Un duro de la pantalla muchas veces, otras menos violento en papeles de comedia, Roy Scheider me pareció un tipo inteligente y simpático.
Roy Scheider | Cordon Press

Se ha cumplido medio siglo de Tiburón, entonces la película más taquillera de todos los tiempos hasta que dos años después ese logro pasó a ostentarlo La guerra de las galaxias. Ha vuelto a exhibirse en algunos cines y televisiones este verano. En su momento, los espectadores en su gran mayoría contemplaban sus terroríficas escenas sangrientas asidos a sus butacas. El filme costó diez millones de dólares y recaudó ciento treinta millones. Se utilizaron tres escualos mecánicos, que medían más de ocho metros, y supusieron para la productora un desembolso de doscientos cincuenta mil dólares.

El protagonista fue Roy Scheider, un actor norteamericano considerado duro de la pantalla, a quien tuve el gusto de conocer. Entre otras cosas recuerdo que me dijo gustarle mucho el cine europeo en general tan distinto al norteamericano, más proclive a historias de ciencia ficción o de aventuras. En un arranque sincero, me confió: "Después de esa experiencia yo no me subo más a un barco ni en broma. Figúrese que me da miedo hasta bañarme en una playa recordando las dos películas que hice de Tiburón.

Jaws era su título original. Tras su sensacional acogida y, dado el exorbitante dinero que ganó la productora en su continuación, la productora se planteó rodar otra nueva secuela. Hubiera sido Jaws 3. Pero no llegó a rodarse. Roy Scheider se negó a hacerla. Si hizo la segunda parte fue para liberarse de su contrato con los estudios Universal, con los que no estaba a gusto.

Quien dirigió Tiburón y escribió el guion basándose en la novela de Peter Benchley fue el entonces todavía no reconocido como genio, Steven Spielberg. Tenía sus dudas sobre la utilización de un tiburón metálico: "Ese trozo de polietileno, madera y acero no asustará a nadie, a no ser que los espectadores estén convencidos que lo que ven es real". Se trató de contar con un tiburón blanco, de verdad, que fuera previamente estado en manos de un domador. Mas finalmente fueron esos ya citados tres escualos de mentira los que crearon aquellas imágenes que tanto miedo causarían.

En un viaje a Los Ángeles visité los Universal Studios y tras un largo recorrido, contemplando por ejemplo aquella fantasmal casa de Psicosis, pasé a ver en un lago uno de aquellos artilugios que nos dijeron se había utilizado en el rodaje de Tiburón. No seré yo quien contradiga al guía que nos informó al grupo de turistas de ese dato. Pues ahora he leído que los tres tiburones metálicos se destruyeron porque fallaban mucho en algunas secuencias y nadie reparó que, guardándolos, podían ser admirados en el futuro como piezas de cierto valor en ese género cinematográfico.

Cuando preparando el rodaje de la película se planteó quien iba a encarnar el personaje protagonista, Martin Brody, jefe de policía, o sheriff de una imaginaria ciudad costera llamada Amity, en el primer actor en el que pensaron fue Lee Marvin, que rechazó el ofrecimiento. Descartaron a Charlton Heston, por su filmografía tan repetida de héroes. Y definitivamente el papel fue a manos de Roy Scheider, quien nos parece hizo una interpretación excelente.

Intervino en películas importantes: Klute, French Connetion, Marathon Man (era el hermano de Dustin Hoffman), All That Jazz… Hijo de padre alemán y madre irlandesa era buen deportista, pero prevalecieron sus estudios de arte dramático. Me confesó: "No soy una estrella ni quiero serlo, jamás empleo ese término cuando hablo de mí mismo. El mejor papel de una película, no siempre es el de protagonista. Mi personaje en Marathon man, por ejemplo, no era el principal, pero sí el más interesante".

Un duro de la pantalla muchas veces, otras menos violento en papeles de comedia, Roy Scheider me pareció un tipo inteligente y simpático: "Lo que cuenta siempre y yo quiero es ser un buen actor".

Estuvo casado dos veces. Con Cynthia Bebout entre 1962 y 1986, padres de una hija. Y con Brende Siemer, que le dio dos hijos. Murió el 10 de febrero de 2008 en un hospital de Arkansas, a causa de una infección de estafilococo después de haber luchado contra un mieloma múltiple que le habían diagnosticado cuatro años antes, y hubo de recibir un trasplante de médula ósea. Tenía setenta y cinco años.

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