
Isi, marido de Raquel Mosquera, se encuentra desde hace varios meses "privado de libertad" en Francia por un "tema muy delicado", tal y como desveló el pasado fin de semana el programa Fiesta. Las especulaciones no cesan y diferentes medios de comunicación han apuntado que la situación del nigeriano sería bastante preocupante y que su detención podría estar relacionada con el cierre del negocio de hostelería que regentaba a las afueras de Madrid. Algunos periodistas se han apresurado a afirmar que podría tratarse de "una tapadera", revelando que estará en prisión por un presunto tráfico de estupefacientes.
Informaciones lo suficientemente graves como para que Raquel rompa su silencio después de varios días esquivando a las cámaras. Lo ha hecho emitiendo un comunicado urgente a través de sus redes sociales en el que, además de sincerarse sobre el complicado trance que está viviendo, ha lanzado una contundente advertencia ante el aluvión de titulares que ha desatado la 'privación de libertad' de Isi.
"Agradezco inmensamente todas las muestras de cariño y afecto de todos vosotros, mis allegados, amigos y familia. De todo corazón. Que se atengan a las consecuencias todas aquellas personas que quieran aprovecharse de esta situación y se inventen cosas sin contrastarlas. Igualmente aquellos programas que lleven personas o personajes que *mientan en* lo que vayan a contar, incluso *si* no nos conozcan de nada, para subirse al carro y no se aseguren antes de contratarles, por el bien del programa, de que sea verdad lo que vayan a contar", ha advertido muy enfadada.
"En estos momentos prefiero guardar silencio y no hacer ningún tipo de comentario", pero "eso no quiere decir que no tenga a mi abogado penalista pendiente de todo". "Cuando yo crea que es el momento de hablar y me sienta con ganas, lo haré", asegura, afirmando que "explicaré lo que yo crea que tenga que aclarar". "Me mantengo fuerte, especialmente por mis hijos, mi familia y aquellas personas que me rodean día a día", concluye, nombrando a sus clientas, amigas y compañeras de trabajo en el centro de belleza que regenta en Las Rozas (Madrid).
"Para todas aquellas personas, que me queréis, respetáis, confiáis y creéis siempre en mí, sabéis que cuando yo hablo hablo muy clarito, sin pelos en la lengua, de corazón y con la verdad por delante, como he hecho siempre", zanja.

