Mila Ximénez tenía un importante anuncio que hacer durante su entrevista en Sálvame Deluxe. Su partición en la próxima edición de Supervivientes ya era un secreto a voces y, a pesar de que en la última no pudo participar por problemas de salud, esta vez es uno de los personajes televisivos más esperados en el concurso que dará comienzo en abril. "Llevo mucho tiempo haciendo lo mismo y creo que me merezco vivir una aventura", aseguraba.
La colaboradora, de 64 años, se ve con fuerzas para afrontar el nuevo reto. "Nunca he participado en un reality. No le tengo miedo al frío ni al hambre, yo he pasado hambre. No voy a echar de menos ni la comida ni la cama. Echaré de menos a mi hija, a mi familia...", comentaba.
La duda ahora está en su futuro en Telecinco y su trabajo en televisión, al que ya le ha dedicado varios años. "Estoy muy cansada y no sé si volveré a esto. Creo que aparte de lo de Supervivientes, sería bueno para mí retirarme un tiempo. Si consigo llegar a los tres meses, ganar y económicamente quedarme bien, me plantearé dejar esto. No soy feliz, no me encuentro bien", se sinceraba.
Mila cuenta con el apoyo de su familia, sobre todo de su hija, aunque está más preocupada por su nieto: "El único que tiene miedo es Alexander, que no entiende que tenga que dormir en el suelo".
Los rumores sobre el resto de concursantes todavía no se han confirmado, aunque la colaboradora tiene claro con quién no quiere convivir en Honduras. Es el caso de Makoke, mujer de Kiko Matamoros, que según confirmó él mismo en plató está en conversaciones para participar en el programa. El morbo, desde luego, estaría asegurado.