Coincidiendo con el primer aniversario de su restaurante 'Casa Salesas', Íñigo Onieva se encuentra inmerso en los preparativos para la apertura de su nuevo proyecto: un exclusivo club privado en el centro de Madrid, inspirado en los tradicionales clubes británicos.
En medio de esta intensa actividad empresarial, el marido de Tamara Falcó ha concedido una entrevista a la revista Vanity Fair, en la que ha abordado, entre otros temas, su relación con Isabel Preysler, rodeada a menudo de rumores de distanciamiento. Las polémicas que rodearon a la pareja tensaron la realidad con la familia, y todo apuntaba a una desaprobación de la socialité de la relación, que finalmente teminó en boda y con un ‘sí quiero’.
Nada más lejos de la realidad. La relación entre Íñigo e Isabel es excelente, o eso da a entender el empresario al rendirle un particular homenaje en la carta de su restaurante ubicado en el Barrio de Justicia. Allí ha incluido uno de los platos estrella: unos soufflecitos inspirados en una receta habitual en casa de su suegra.
"Mi suegra suele poner una versión parecida como aperitivo. La primera vez que los probé, supe que quería incluirlos en el restaurante, como un guiño a esa sensación de recibir en casa", ha explicado.
El viaje de Onieva sin Falcó
A pesar de este cariñoso gesto, Onieva ha optado por la discreción al ser preguntado recientemente en el aeropuerto de Madrid, justo antes de emprender un viaje sin la compañía de la marquesa de Griñón. Ante las cámaras, evitó pronunciarse sobre la reacción de Isabel al homenaje culinario y tampoco quiso entrar en detalles sobre su nuevo club privado, al que solo podrán acceder los socios que adquieran una acción.
Cuando se le preguntó por su relación con la madre de Tamara y por la celebración de su segundo aniversario de boda, Íñigo se limitó a responder con un escueto: "Todo muy bien", manteniendo su habitual reserva sobre su vida personal.