
Ser padre o madre es una experiencia emocionante y desafiante, especialmente si uno es primerizo y no sabe muy bien cómo hacerlo. Por ello, familiares, padres, amigos, todo el mundo da consejos aparentemente bienintencionados sobre el cuidado del bebé pero a veces pueden ocasionar confusión y ansiedad. También hay que tener claro que existen numerosos mitos sobre el cuidado de los bebés y que es evidente que cada uno es un mundo.
Por norma general son las abuelas las acusadas de perpetuar los falsos mitos sobre la crianza aunque en realidad las afirmaciones llegan de todos lados y las redes sociales y el exceso de información no ayudan demasiado a diferenciar los consejos adecuados de las falsedades que llevan repitiéndose desde hace lustros. Entonces hay que tener cuidado con lo que se lee y escucha acerca de la maternidad y recordar que cada niño o niña es un mundo diferente. Pero, ¿Cuáles son las afirmaciones que llevan años en la sociedad y no son del todo ciertas?
- "Si le cortas el pelo le crecerá más fuerte": No es real. De hecho, cuando los bebés empiezan a perder pelo de algunas zonas concretas de la cabeza entre los 2 y los 4 meses, no es porque es fino y desaparece al apoyar la cabeza siempre al dormir, es porque está en fase telogen. El pelo va a crecer igual se corte o no, aunque si el bebé ha perdido el pelo a trozos y se le quiere dejar igualad no hay mayor problema0.
- "No come porque le duelen los dientes": Esto no es cierto ya que la erupción dental normal no es dolorosa. ¿Qué ocurre entonces? Que se da una coincidencia en el tiempo de sucesos independientes y habrá a establecer una relación de causa los dientes y las consecuencias llanto, malas noches, sin que en realidad exista. Aunque los dientes pueden causar una pequeña inflamación de encía e irritabilidad, no causan un dolor intenso que motive un cese de la ingesta.
- "Tu leche no le engorda": Una afirmación muy peligrosa que puede hacer tambalear la voluntad de una madre primeriza de dar el pecho. Existen estudios que afirman que, tras el análisis de la leche de muchas madres, ninguna de ellas tenían una composición mala para el bebé. Tampoco la dieta de la madre parece influir en su composición. Si se están teniendo problemas con la ganancia de peso del lactante, mejor examinar las tomas, el agarre y la producción, pero no hay que culpar a la composición de la leche, porque es perfecta para el bebé.
- "Debe ir a la guardería para coger defensas": Desde el punto de vista del pediatra que no quiere que un hijo enferme, la guardería cuanto más lejos, mejor. Especialmente el primer año. El motivo es que, cuanto más tarde se enfrente a esa guerra más maduro estará su sistema inmune y el riesgo de padecer una enfermedad grave que requiera ingresos será menor.
- "No lo cojas tanto que se acostumbra a los brazos": Tanto para los recién nacidos como para los bebés en sus primeros de meses de vida, estar encima de su madre es indispensable. Es una necesidad biológica de ambos y favorece la instauración y el mantenimiento de la lactancia, por lo que si el bebé y la madren quieren estar la mayor parte del tiempo en brazos, que así sea.
- "Tiene que aprender a dormirse solo": Por último, uno de los mayores cuestionamientos que pueden hacerse a padres primerizos. La dependencia a la hora de dormir y el tiempo que pasan seguidos dormidos. En este sentido que el sueño es evolutivo y que, del mismo modo que no se le pide a un bebé de dos meses que hable o camine, no se le puede pedir a un bebé que duerma solo y sin contacto. Algún día dormirá solo, pero de momento no.
- "Que no coma helados cuando está malo de la garganta": El dulce que vaya a comer cada niño quedará siempre a criterio de los padres, pero desde luego el frío no es un impedimento para que un pequeño se coma un helado cuando está acatarrado. El motivo es que, al igual que los adultos, el frío en sí no enferma ni empeora si ya uno ya está malo. De hecho, si se tiene la garganta inflamada, el frío, que es un excelente antiinflamatorio, ayudará a mejorar el dolor.
¿Qué otros mitos y verdades hay?
- Mito 1: Los bebés deben dormir toda la noche. Muchos padres creen que a los pocos meses, los bebés deberían ser capaces de dormir toda la noche sin interrupciones. Sin embargo, es completamente normal que los bebés se despierten varias veces durante la noche durante el primer año de vida o más. Estos despertares pueden deberse a hambre, necesidad de cambio de pañal, o simplemente por buscar consuelo.
- Mito 2: Hay que mantener despiertos a los recién nacidos durante el día para que duerman por la noche. Otro mito muy creído por muchos, es que los padres deben mantener despierto al bebé durante el día para que duerma mejor por la noche. Sin embargo, esto no es cierto, los bebés necesitan dormir mucho y se dormirán cuando estén cansados, independientemente de la hora del día. De hecho, intentar mantener al bebé despierto durante el día puede provocar sobreestimulación y dificultar que se duerma por la noche. En lugar de eso, lo recomendable es establecer una rutina constante a la hora de dormir que ayude al bebé a sentirse tranquilo y relajado antes de dormir.
- Mito 3: Es necesario taparle pies, manos y cabeza. Es cierto que, en el momento del nacimiento, los neonatos notan el cambio brusco en la temperatura. Pero, entre todos los mitos y creencias sobre el cuidado del recién nacido, uno de los más habituales es que hay que abrigar mucho a los bebés para que no pasen frío. La realidad es que, si bien ponerle un gorrito al recién nacido inmediatamente para el piel con piel sigue siendo una práctica recomendada por la AEP y la Asociación Americana de Pediatría, no hay ninguna evidencia de que, pasada la primera hora tras el parto, el gorrito tenga ningún impacto significativo. De hecho, para que el bebé recién nacido adquiera una temperatura ideal adecuada, lo único que se necesita es el contacto piel con piel, preferiblemente con su mamá o, si no es posible, con el segundo cuidador o cuidadora. Por otro lado, los bebés perciben y exploran el mundo principalmente a través de las manos y los pies, por lo que ponerles manoplas y patucos no va a tener un gran impacto en su temperatura y además les privará de muchas sensaciones.
- Mito 4: Introducir cereales en la dieta ayuda a los bebés a dormir más tiempo durante la noche. Esto es un mito común que no tiene respaldo científico. La introducción de alimentos sólidos debe hacerse acorde a las recomendaciones pediátricas, usualmente alrededor de los 6 meses de edad, y debe basarse en la madurez fisiológica del bebé, no en la esperanza de mejorar los patrones de sueño.
- Mito 5: Los bebés que caminan y hablan temprano son más inteligentes. El desarrollo temprano de habilidades motoras o lingüísticas no necesariamente indica un mayor nivel de inteligencia futura. Cada niño se desarrolla a su propio ritmo, y las etapas tempranas de desarrollo no son indicadores confiables de las capacidades futuras.
- Mito 6: Se debe bañar a los recién nacidos todos los días. Muchas personas creen que se debe bañar a los recién nacidos todos los días para mantenerlos limpios y sanos. Sin embargo, esto no es necesario ni está recomendado, y esto se debe a que los recién nacidos tienen una piel muy sensible que puede irritarse fácilmente con el agua y el jabón. De hecho, bañar al recién nacido con demasiada frecuencia puede despojar a su piel de sus aceites naturales y provocar sequedad y descamación. En su lugar, médicos especialistas recomiendan bañar al bebé con una esponja dos o tres veces por semana hasta que se le caiga el muñón del cordón umbilical.
- Mito 7: Dar el pecho es fácil y natural. La lactancia se presenta a menudo como un proceso natural y sin esfuerzo. Sin embargo, muchas madres tienen dificultades con la lactancia y pueden necesitar apoyo y orientación para empezar. Aunque la lactancia materna es natural, también es una habilidad que se aprende, que requiere tiempo y práctica para dominarla. Por ello, es importante que las madres se asesoren sobre la lactancia o consulten con un profesional que les apoye y brinde las herramientas necesarias para lactar a su bebé sin dificultades.
- Mito 8: Los bebés recién nacidos no pueden ver. Al nacer los bebés pueden ver, pero todavía su visión se encuentra desarrollándose, por esto los recién nacidos tienen una visión a corta distancia, que se irá aumentando durante su crecimiento y aproximadamente hasta el año logrará su desarrollo casi por completo. Como dato curioso los padres de manera instintiva suelen hablar a sus bebés recién nacidos desde la cercanía.
- Verdad 1: La respuesta y atención a los llantos es fundamental. Atender al bebé cuando llora, especialmente durante los primeros meses, es crucial para su desarrollo emocional y físico. El motivo es que, responder a sus necesidades ayuda a construir un sentido de seguridad y fortalece el vínculo entre el bebé y sus cuidadores. Por otra parte, el hecho de ignorar el llanto puede llevar a consecuencias negativas en su desarrollo emocional y en la relación de apego.
- Verdad 2: La forma de llorar difiere según lo que les pase. Con el tiempo toda madre y todo padre reconoce el llanto de la razón que aqueja al bebé, ya sea por sueño, hambre, dolor, frío o calor, o cuando se sienta incómodo.
- Verdad 3: La lectura temprana estimula el desarrollo intelectual del bebé. Leerle a un bebé, incluso antes de que pueda hablar o entender completamente las palabras, es beneficioso para su desarrollo cognitivo y lingüístico. El motivo es que la lectura no solo introduce a los bebés en el lenguaje, sino que también proporciona un tiempo valioso de vinculación y estimulación sensorial a través de las imágenes y la interacción.
- Verdad 4: El tiempo de pantalla debe ser limitado. Es aconsejable limitar el tiempo de pantalla para los bebés y niños pequeños. La Academia Americana de Pediatría recomienda evitar el uso de pantalla en menores de 18 a 24 meses, excepto videochats. El tiempo frente a pantallas puede interferir con actividades más enriquecedoras como el juego interactivo, que es esencial para el aprendizaje y el desarrollo social.
Consejos para el cuidado del recién nacido
- Descansar todo lo posible: Los recién nacidos necesitan ser alimentados cada pocas horas, lo que puede resultar agotador y abrumador para los padres y sobre todo si son padres primerizos. Por ello, es importante priorizar el sueño y el descanso siempre que sea posible, si se tiene pareja o algún familiar que pueda ayudar, hay que aprovechar su apoyo y tomar turnos para cuidar del bebé.
- Mantener al bebé abrigado y cómodo: Los recién nacidos no son capaces de regular muy bien su temperatura corporal, por lo que es importante mantenerlos abrigados y cómodos. Es importante vestirlo con ropa que lo cubra del frío que no sea tan ajustada y que no lo sobrecaliente. Pero lo más importante es que cada uno aprenda a identificar cuando el bebé sienta frío o calor y sobre todo a que se sienta cómodo y seguro.
- Prestar atención a las señales del bebé: Los bebés se comunican a través del llanto, las expresiones faciales y los movimientos corporales, por ello es importante prestar atención a sus señales y responder con rapidez a sus necesidades. Esto puede ayudar a crear un fuerte vínculo con el bebé y a fomentar su sensación de seguridad y bienestar.
- Establecer una rutina: Los recién nacidos prosperan con la rutina, es por ello que lo más recomendable es establecer una rutina constante de alimentación, sueño y juegos para que el bebé se sienta seguro y cómodo.

