Los spaghetti a la carbonara es probablemente la forma más internacional de preparar esta pasta. La auténtica salsa carbonara de Italia contiene yema de huevo, queso y bacon. No tiene nata, ingrediente que le solemos añadir en España. Incluso hay muchas versiones que tan solo contienen nata. Puedes hacerla así, si quieres pero en Libertad Digital, haremos unos espaguetis a la carbonara auténticos.
Son una delicia gastronómica, pero tienen un alto contenido en grasa y calorías, por lo que el plato final es bastante energético. El bacon y el queso son fuente de grasa saturada, aunque los carbohidratos de la pasta, las proteínas del huevo y la grasa que aporta el resto de los ingredientes, convierten esta receta en un plato muy nutritivo, que si acompañamos de una ensalada variada y fruta fresca pueden completar el menú algún día ocasionalmente.
Como siempre, esta es solo una de las opciones de salsas con las que puedes preparar unos ricos y nutritivos spaghettis para toda la familia o para un fin de semana de relax. Por supuesto, lo más importante es no olvidar coger papel y bolígrafo para no perder detalle de la receta italiana por excelencia.
Ingredientes (para dos personas):
- spaghetti garofalo
- tres huevos (uno entero y dos yemas)
- panceta curada o guanciale
- 100gr de pecorino romano
- 20gr de parmesano reggiano
- pimienta negra molida y en grano
Preparación:
Lo primero que debemos hacer es cortar la panceta en tiras y ponerla a dorar en una sartén hasta que queden bien crujientes.
A continuación, o mientras se dora la panceta, batimos los huevos con la mezcla de quesos y una cantidad generosa de pimienta negra molida. Removemos bien hasta conseguir una textura cremosa.
Lo siguiente es poner a cocer los spaghetti en agua y sal hasta que queden al dente, escurrimos y los echamos en la mezcla sin parar de remover.
A esto le añadimos la panceta caliente y alguna cucharada de agua de cocción de la pasta. El calor que surge de la panceta y el agua es suficiente para darle consistencia cremosa a la mezcla.
Por último simplemente queda servir añadiendo por encima más queso rallado y más pimienta.