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Receta: quesada de frambuesa y arándanos

La quesada es típica de Cantabria pero es un postre que puede prepararse en casa. Viajar siempre es ideal pero... si no se puede LD te lo trae a casa.

La quesada es típica de Cantabria pero es un postre que puede prepararse en casa. Viajar siempre es ideal pero... si no se puede LD te lo trae a casa.
Quesada Pasiega | Flickr/CC/Noema Pérez

Hoy preparamos quesada, un delicioso postre tradicional que suele conquistar a quien lo prueba por su textura cremosa, pero consistente y su sabor suave y ligeramente dulce. Aunque es típica del norte de España con la globalización la podemos encontrar en casi todo el territorio, sin duda, lo mejor que podemos hacer es prepararla nosotros mismos.

Aunque la auténtica quesada pasiega tradicional se realiza con cuajo, éste es un poco difícil de encontrar, así que yo suelo preparar esta otra versión, una receta de quesada en la que sustituimos el cuajo por yogur, que es muy fácil de elaborar y que también resulta muy cremosa y deliciosa.

Además, en Libertad Digital hemos innovado también ligeramente no solo con el yogur sino que le hemos añadido frambuesas y arándanos a nuestra quesada. Estos le dan un toque frutal espectacular, sin duda, será la reina de los postres. No olvides coger papel y bolígrafo para tomar nota de la receta.

Ingredientes (para seis raciones):

  • 20gr de almendra natural
  • Tres huevos de gallina
  • 90gr de claras de huevo
  • 100ml de nata para montar
  • Una cucharadita de levadura química en polvo
  • Una cucharadita de cacao puro en polvo
  • Un yogur natural
  • 20gr de mantequilla sin sal
  • 125ml de leche
  • 80gr de pasta de dátil
  • 40gr de copos de avena
  • 20gr de avellana natural
  • Ralladura de un limón
  • Un puñado de frambuesas
  • Un puñado de arándanos
  • 50gr de avena molida
  • 125gr de queso fresco de burgos

Preparación:

Como consejos previos a la preparación de la tarta dos: la necesidad de un molde mediano que no tenga una altura excesiva pero sí buena superficie ya que la quesada no sube demasiado y, si eso sucede, luego vuelve a bajar. También, que lo mejor es, una vez terminada, dejarla reposar en la nevera unas horas porque cuanto más fría esté mejor sabrá. Ahora sí, empezamos con la receta propiamente dicha.

Lo primero que debemos hacer es poner a precalentar el horno a 180ºC con calor arriba y abajo. Después comenzaremos la quesada por la base, para ella, necesitamos los copos de avena, las almendras, las avellanas, el cacao, claras de huevo, la mantequilla (hay que ponerla derretida) y la pasta de dátil. Todo junto se mezcla en la batidora y, cuando se forme una pasta estará lista.

Lo siguiente es coger el molde escogido, en el que como recomendación hay que poner un poco de papel vegetal para que no se nos pegue la quesada, y estiramos bien la pasta cubriendo por completo toda la superficie. En este paso podemos ayudarnos de una cuchara o, si no nos importa mancharnos, de nuestras propias manos. Lo metemos al horno durante 10 minutos.

En este momento aprovechamos para hacer el resto, ¿Qué necesitamos? Pues necesitamos el resto de ingredientes: los tres huevos, un yogur natural, la avena molida, la leche, pasta de dátil, la nata para montar, el queso fresco, la ralladura de limón y la levadura.

Ahora cogemos un bol grande y echamos todos los ingredientes empezando por los huevos, separando las yemas de las claras. En un recipiente aparte ponemos las yemas y las batimos a punto de nieve. Acto seguido añadimos el yogur natural a las yemas y mezclamos. Lo siguiente es mezclar todo lo demás y batir todo bien en la batidora hasta que no haya grumos.

Una vez tenemos esto listo, siempre controlando que vayamos a la par con los 10 minutos que necesita la base, vertemos la mezcla sobre la base que, por cierto, no estará hecha del todo sino ligeramente. Antes de devolver la quesada al horno la decoramos con las frambuesas y los arándanos.

Como penúltimo paso, devolvemos la quesada al horno esta vez durante 45-50 minutos. Hay que vigilarla y cuando la veamos ligeramente tostadita es el momento de sacarla. Luego, simplemente quedaría dejarla enfriar antes de meterla a la nevera y meterla a la nevera para que termine de solidificarse. Luego simplemente sacar a la hora de comer y a disfrutar.

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