
La salsa barbacoa es sin duda la salsa más popular para acompañar carnes que, como su nombre indica, se elaboran a la parrilla, aunque no es de uso exclusivo ya que la salsa en sí es una delicia y queda espectacular también con pizzas, pescados, verduras, patatas o incluso platos de pasta.
Como toda salsa tiene un elemento principal que es el más importante, en este caso y siguiendo la tradición texana es el ketchup mezclado con vinagre. Sí suena raro lo del vinagre, pero es así. Después ya según los gustos se añaden especias y complementos. Otra característica de este aderezo es el aroma ahumado que en muchos casos es difícil de conseguir. Sin embargo, no es imposible y el mejor truco es incorporar chile chipotle y quedará a la perfección.
Una salsa barbacoa se puede realizar en casa de manera rápida y sin complicaciones ya que, además, sus ingredientes son muy sencillos, y esta salsa acepta la posibilidad de elaborarla picante o no, bien añadiendo tabasco o bien cambiando el pimentón dulce por el picante. Por si hay dudas, tiene un toque dulzón que va genial con las carnes a la parrilla, y una textura muy cremosa y consistente, ideal para marinar carnes con ella.
Lo mejor de esta salsa es que es enormemente versátil y puedes utilizarla como acompañamiento de muchos alimentos o, incluso, como aperitivo ya que queda genial con unas patatas salteadas con alioli, y también es una combinación ganadora el preparar patatas bravas pero con salsa barbacoa. Otra característica que podemos calificar de mito es que la receta de salsa barbacoa original no lleva soja, sino que lo que utiliza es la salsa Worcestershire también conocida como salsa inglesa o salsa Perris.
Los ingredientes tradicionales de la salsa barbacoa original son: puré de jitomate, mostaza, miel, salsa picante, azúcar, cebolla, jugo de naranja, ajo, sal y especias (tomillo, canela y pimienta). Algunos también le añaden vinagre, salsa inglesa y mantequilla.

