El queso es un producto lácteo que se obtiene madurando la cuajada de leche tras separarla del suero. En el mundo actual hay más de 2.000 tipos de queso que suelen diferenciarse por el tipo de leche utilizada, los métodos de elaboración empleados y el tiempo de maduración alcanzado. No olvidemos que el queso es mundialmente conocido por su aporte de vitamina B12 y minerales como fósforo, calcio y potasio. Además, es un alimento rico en proteínas. Pero no solo es bueno por todo eso, sino que diferentes se ha demostrado que quienes consumen regularmente productos lácteos tienen un 18% menos de riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, hasta un 14% menos de riesgo de enfermedades coronarias y hasta un 10% menos de riesgo de sufrir un derrame cerebral.
Por todo ello, el queso es básico en una alimentación equilibrada y saludable. Pero, ¿todos los quesos son aptos para cualquier dieta? Pues depende del tipo de alimentación pero, como norma general, el queso es un alimento que debería tener un consumo moderado porque muchos de ellos tienen cantidades más altas de grasas y sal. Pero, podría incluirse sin problema en cualquier dieta aunque se esté en déficit calórico y con el objetivo de perder peso.
Dentro de los 2.000 tipos de quesos que hay en el mundo, cada uno de ellos tiene sus propias características, su sabor, textura, cremosidad… Además, el queso es uno de los alimentos más populares y versátiles del mundo, de hecho se utiliza en una amplia variedad de platos y cocinas. Recordemos que, aunque generalmente todos los quesos pueden ser incluidos en un dieta equilibrada y saludable, existen algunos tipos de queso que son más interesantes nutritivamente hablando.
Tipos de quesos más conocidos
- Cheddar: El queso Cheddar, originario de Inglaterra, es uno de los quesos más populares del mundo. Este tipo de queso se produce a partir de la leche de vaca y se caracteriza por su sabor intenso y su textura suave y cremosa. Se trata de un queso muy versátil y se utiliza comúnmente en sándwiches, hamburguesas, macarrones con queso y otras recetas.
- Parmesano: El queso Parmesano proviene de Italia y se elabora a partir de leche de vaca. Tiene un sabor intenso y salado, así como una textura granulada. Generalmente, se utiliza para condimentar platos de pasta y risotto, pero también se puede usar para decorar ensaladas y platos de carne.
- Gouda: El queso Gouda es originario de los Países Bajos y se obtiene a través de la leche de vaca. Es un queso semiduro y suave, con un sabor ligeramente dulce y una textura cremosa. Este tipo de queso se suele emplear para cocinar sándwiches, ensaladas y platos de pasta.
- Roquefort: El queso Roquefort es típico de Francia y se elabora a partir de leche de oveja. Este se caracteriza por su fuerte olor, su sabor fuerte y picante, así como por su textura suave y cremosa. Generalmente, se incorpora en ensaladas y platos de carne, así como en quesos para untar y salsas.
- Brie: El queso Brie, otro queso francés hecho con leche de vaca. Se le aprecia un sabor suave y cremoso y una textura también suave y untuosa. Este queso se suele encontrar en sándwiches, ensaladas y platos de pasta, así como para untar y decorar platos.
- Feta: El queso Feta es originario de Grecia y se elabora con leche de oveja. Su sabor salado y su textura crujiente lo hacen único. Este queso combina muy bien con ensaladas y platos de verduras, así como en quesos para untar y salsas.
- Mozzarella: La Mozzarella proviene de Italia y se trata de un queso fresco elaborado con leche de vaca. Se caracteriza por su sabor suave y su textura elástica. Aparte de usarse en las pizzas, también acompaña a algunos sándwiches y ensaladas.
Los quesos más saludables
- Queso cottage: Este queso granulado es bajo en grasa y alto en proteínas. Por este motivo es ideal para dietas de control de peso y musculación. Además, es muy versátil y puede usarse tanto en sándwiches, como en ensaladas o como acompañamiento.
- Queso panela: Un trozo de este tipo de queso no llega al 20% de grasa, así que es el queso ideal para las personas que están buscando perder peso. Además es alto en proteínas y calcio y se puede consumir de postre o también solo.
- Requesón o ricotta: Contiene menos grasa y es rico en calcio y proteínas. Además, este queso es de los más consumidos por quienes hacen dieta, dado que favorece la pérdida de peso al ayudar a sentir saciedad, sin olvidar que contiene vitaminas y calcio.
- Queso feta: Más ligero que otros quesos y con probióticos beneficiosos para la digestión. Además aporta una cantidad considerable de minerales esenciales y vitaminas. Quizá por eso, y por su característico sabor, es el queso más consumido en Grecia. Lo mejor es su versatilidad ya que se puede consumir cocido o agregar a las ensaladas.
- Mozzarella fresca: Bajo en sodio y con menos calorías que otros quesos duros. Este queso siempre aportará un sabor auténtico a las preparaciones, es especial para incorporar a las ensaladas y a un gran número de platos italianos. Además, cuenta con un alto aporte de proteínas y es bajo en calorías, también contribuye al buen funcionamiento del sistema digestivo.
- Queso de cabra: Más fácil de digerir que el de vaca y con menos lactosa. Este queso es buscado por muchos consumidores que desean aprovechar sus beneficios a nivel gastrointestinal, pues, es un queso cuyo contenido en probióticos es bastante alto, al igual que es rico en proteínas.
- Queso quark: Se le considera como una opción si no se desea consumir yogur, pero este queso es mucho más saludable porque contiene menos lactosa y también tiene menos grasas. Quienes son intolerantes a la lactosa también lo pueden consumir.
Opciones menos saludables
- Queso cheddar, gouda y parmesano: Son más grasos y altos en sodio, pero también ricos en calcio y sabor. Concretamente el parmesano es un queso que se debe consumir ocasionalmente y no muy seguido. No obstante, hay que destacar que sus aportes son elevados, sobre todo en calcio y proteínas.
- Cheddar envejecido: Al ser un queso envejecido, es bastante bajo en lactosa y quienes sufren de intolerancia, lo pueden consumir sin ningún problema. Aporta proteínas y vitamina A.
- Queso azul y roquefort: Tienen probióticos, pero su alto contenido de sal puede no ser ideal para la presión arterial.
- Quesos procesados (tipo americano o fundidos): Contienen aditivos y grasas menos saludables.