Menú

Madeira, un viaje a las profundidades y a las alturas de esta maravillosa isla portuguesa

Perteneciente a Portugal (aunque como región autónoma), Madeira es mucho más de lo que parece. Esta pequeña isla en medio del océano Atlántico, recientemente famosa por ser la cuna de Cristiano Ronaldo, posee las llamadas Levadas, caminos que surcan la isla atravesándola en todas direcciones, algo único en el mundo que convierte a este lugar en un destino magnífico para los amantes del senderismo. Son también muy destacables sus parajes naturales desde las alturas, como por ejemplo el Pico del Arieiro

1 / 20

Al inicio de la espectacular ruta del Caldeirao Verde y del Inferno, se encuentra una especie de aldea o conjunto de casas típicas madeirenses, donde poder encontrar una cafetería que será muy útil a la vuelta, ya que el recorrido empieza y termina en este lugar.

2 / 20

Muchas levadas tienen una anchura de menos de un metro bordeando precipicios aunque también hay pares de las rutas donde se puede caminar sin dificultad por senderos anchos y llanos.

3 / 20

Las famosas Levadas son pequeños canales construidos por el hombre, que recorren la isla de Madeira desde sus alturas hasta las zonas más bajas. Un aspecto único de Madeira que la diferencia de cualquier otro lugar del mundo.

4 / 20

Muchas levadas tienen una anchura de menos de un metro bordeando precipicios aunque eso no supone un problema ya que casi todo el recorrido está construida una valla de seguridad a la que poder agarrarse sin temor a caer.

5 / 20

Las levadas son una red de caminos de unos 2000 kilómetros que surcan la isla, atravesándola completamente y en todas direcciones, siempre acompañados en paralelo por estas estrechas acequias para el riego.

6 / 20

A lo largo de la ruta del Caldeirao Verde la naturaleza es la protagonista principal ofreciendo al caminante puntos de mayor o menor dificultad y al mismo tiempo belleza, como cuevas, grutas o estrechos pasos entre las montañas.

7 / 20

La cascada del Caldeirao Verde, un lugar casi místico final de la ruta que lleva su nombre, aunque punto intermedio hasta llegar al Caldeirao del Inferno, mucho más complicada pero al mismo tiempo más exuberante.

8 / 20

En poco menos de una hora es posible llegar al Pico del Arieiro desde el mismo centro de Funchal. Un contraste de paisajes urbano y natural tan característico de Madeira. Al subir hacia las cumbres es muy posible que aparezca la niebla, ya que al tener tanta altura en tan poco espacio, las nubes chocan con las montañas y se acumulan.

9 / 20

El Pico del Arieiro es el tercer pico en altura de la isla pero con las mejores vistas gracias a su espectacular mirador de montaña. Los caminantes expertos podrán realizar desde aquí una inolvidable excursión siguiendo las crestas de las montañas.

10 / 20

A 1810 metros de altura, el Pico del Arieiro, ofrece una vista dramática de casi toda la isla en los días más despejados y una panorámica general de la geología de Madeira que hace que merezca la pena subir hasta este lugar.

11 / 20

En las cercanías del pico Arieiro se encuentra una base militar portuguesa que aporta al paisaje un panorama cercano a la ciencia ficción, con un enorme radar en forma de esfera que en algunos puntos podría parecer la Luna llena saliendo sobre el horizonte.

12 / 20

Las vistas desde lo alto del Pico del Arieiro. La caminata merece la pena.

13 / 20

En lo alto del Pico del Arieiro nos encontramos con el cartel que indica inequívocamente que hemos llegado al lugar. 

14 / 20

Los visitantes y senderistas que se acercan al Pico del Arieiro observarán que durante todo el recorrido no dejan de aparecer decenas de lagartijas. Estos reptiles se encuentran en todos los rincones.

15 / 20

El mar de nubes sobre el Océano Atlántico es ya en sí mismo un motivo de peso para desplazarse hasta el pico. Incluso en pleno verano, la isla de Madeira siempre está rodeada o tapada por un manto de nubes a primera hora de la mañana. 

16 / 20

La ruta de la levada de Dos Balcoes, comienza en Ribeiro Frio, un pequeño sendero sigue la ‘Levada’ de Serra do Faial, dando acceso al mirador dos Balcões, desde donde se pueden disfrutar de vistas soberbias sobre el valle de Ribeira da Metade.

17 / 20

Las levadas han sido construidas por el hombre a lo largo de los siglos. Al principio se utilizaban esclavos para el trabajo pero más tarde se fueron introduciendo obreros especializados que utilizaban poleas especiales para excavar y ganar terreno a las paredes rocosas o realizar túneles para salvar obstáculos. Una titánica obra de ingeniería que se mezcla con la naturaleza hasta nuestros días.

18 / 20

Las levadas más antiguas datan del siglo XV, poco después de iniciarse la colonización de la isla. En sus puntos más altos se puede disfrutar de una vista abrumadora de alguno de los poblados valles de Madeira que llegan hasta el mar.

19 / 20

Al llegar al final de la ruta, en días con buena visibilidad, se puede divisar la Cordillera Central, donde destacan los picos más altos de la isla, el Pico do Areeiro (1817 m), el Pico das Torres (1851 m), y el Pico Ruivo (1862 m), un grandioso panorama geológico que hace de Madeira una isla tan especial.

20 / 20

Desde el recorrido que surca la levada Dos Balcoes se abren valles y parajes de película. Algo que hacen de esta isla un lugar maravilloso en medio del océano, que mezcla a la perfección lo natural y lo urbano (mucho rural).

Temas

Recomendamos

0
comentarios