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Escapada de cuento a Rovaniemi, la ciudad natal de Papá Noel

Ubicada a sólo 5 kilómetros de Santa Park y 8 de Santa Claus Village, es el lugar ideal donde alojarnos durante un viaje de corta duración a Laponia.

Ubicada a sólo 5 kilómetros de Santa Park y 8 de Santa Claus Village, es el lugar ideal donde alojarnos durante un viaje de corta duración a Laponia.
Rovaniemi, el corazón de las mágicas tierras de Papá Noel en Laponia

Rovaniemi es conocida por ser la ciudad en la que nació Papá Noel y también en la que se encuentra su residencia oficial. Cada año recibe más de medio millón turistas que visitan la capital de la región finlandesa de Laponia con el objetivo de vivir experiencias únicas. Desde dormir bajo un manto de estrellas (en el cálido interior de un iglú de cristal) o salir a media noche en busca de la aurora boreal a bordo de un trineo tirado por kuskies (siempre que la cantidad de nieve lo permita), a realizar actividades de invierno (esquí o patinaje sobre hielo) y -por supuesto- conocer a Santa Claus y sus ayudantes (los elfos y los renos).

Su estupenda ubicación -a sólo 5 kilómetros del parque temático Santa Park, a 7 de Santa Claus Village y a 8 del aeropuerto- convierte a Rovaniemi en el lugar elegido por muchos visitantes para alojarse, especialmente si su viaje a Laponia es de corta duración. Por otra parte, dispone de un servicio de autobús que funciona muy bien. La línea n°8 -que es pública- nos llevará a Santa Claus Village en menos de media hora. Y también hay un servicio exprés que pasa por los tres puntos estratégicos anteriormente mencionados. Ambos son una opción muy económica para trasladarnos.

Además, Rovaniemi es una ciudad pequeña que se puede recorrer fácilmente caminando y que dispone de todos los servicios. Supermercados, farmacias, tiendas de souvenirs y -por supuesto- agencias de viajes en las que podemos contratar las excursiones que queremos realizar durante nuestra estancia, en el caso de que no lo hayamos hecho antes de nuestra llegada o nos hayan cancelado alguna de las que tuviéramos previstas (cosa bastante habitual, especialmente por motivos relacionados con las condiciones meteorológicas o el estado de la nieve).

El pueblo de Papá Noel

Si hay una visita imprescindible en Rovaniemi es la de Santa Claus Village, especialmente si viajamos con niños. Ver su cara de ilusión al conocer al mismísimo Papá Noel, no tiene precio. Su casa es -sin duda- uno de los mayores atractivos del complejo. Allí podremos visitarle y charlar unos minutos con él.

La entrada es gratuita, pero no podrás hacer fotos con tus dispositivos en el interior. Las imágenes del encuentro (fotos y video) las tomará un amable elfo y (si quieres) podrás adquirirlas a la salida. No son baratas, pero tienes la posibilidad de comprarlas en formato digital y así haces las copias que quieras a tu vuelta.

Otra de las visitas obligadas de la villa es la oficina de correos de Papá Noel. Allí puedes comprar una postal y enviarla a cualquier parte del mundo (con un sello muy especial). Tendrás la opción de elegir que llegue cuanto antes (tardará, no tengas prisa) o para la felicitar las navidades del próximo año (y así sorprender al destinatario).

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Paseo en trineo por el bosque que hay tras la oficina de Papá Noel.

Entre las muchas actividades que se pueden realizar en la propia villa, destacan las excursiones en trineo (tirado por huskies o renos). Es una opción muy recomendable para las familias que viajan con niños pequeños, no aptos para recorridos largos. El paseo empieza y acaba en el mismo sitio, y ofrecen la posibilidad de realizar rutas cortas (desde 400/500 metros).

Los más pequeños de la casa también disfrutan de lo lindo visitando a las mascotas de Papá Noel, subiendo en las atracciones de Snowman World -un complejo en el que todo está hecho de hielo (incluso el bar)- y montando en moto de nieve (en circuito; otro clásico de la zona). Y no nos podemos marchar sin cruzar el Círculo Polar Ártico.

Los más fans de la Navidad pueden alojarse en el alguno de los hoteles, iglús o cabañas que encontraremos en la villa. Es una opción cara pero con mucho encanto. Aunque, eso sí, no es apta para escapadas de última hora (ya que se las plazas disponibles se agotan mucho tiempo antes).

Santa Park

A algo más de 5 km de Rovaniemi y a sólo 3 de Santa Claus Village, se encuentra Santa Park. Un parque temático navideño excavado en la roca, a modo de gruta. Es "la caverna secreta de Papá Noel". Los elfos -protagonistas de buena parte de las atracciones- nos acompañarán durante todo el recorrido.

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Escuela de elfos de Santa Park.

Importante saber que estaremos a cubierto todo el tiempo, y -por tanto- calentitos. Así que no es necesario que nos abriguemos tanto (podremos dejar las prendas que queramos en un guardarropa -sin vigilancia, como todos los de Finlandia- antes de entrar). Esto lo convierte en una alternativa de ocio muy cómoda para los mayores.

El parque está pensado especialmente para el disfrute de los más pequeños de la casa. No es demasiado grande, por lo que podremos recorrerlo en una mañana y utilizar la tarde para cualquier otra cosa. Entre las actividades más destacadas, podemos citar la visita a 'La Escuela de Elfos’ y el paseo virtual en trineo por las navidades de distintos países.

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En el despacho de Santa, rodeados de cartas de niños de todo el mundo.

Pero, como en Santa Claus Village, lo más demandado es el encuentro privado con Papá Noel. En este caso, en su despacho. El espacio es más pequeño, entre sacos repletos de cartas enviadas por niños de todo el mundo. Resulta más íntimo y atractivo. No hay límite de tiempo y tampoco tienes la sensación de que te metan prisa. Todo el personal se vuelca en que la visita sea lo más mágica posible.

Otro punto a favor es que puedes tomar las fotos y videos que quieras con tus dispositivos. Y, además te ofrecen la posibilidad de comprar las suyas, si así lo deseas.

Para ser justos, hay que señalar que para entrar en Santa Park has tenido que pagar una entrada (nada barata, por otra parte). La villa, por su parte, está abierta al público y la visita a Papá Noel es gratuita (aunque recuerda que pagarás por otras muchas cosas).

Nieve y más nieve

Sin moverte de Rovaniemi, en el corazón de la ciudad, puedes visitar el museo Arktikum, que cuenta con una bonita cafetería, o bien disfrutar de las múltiples posibilidades de ocio que ofrece el paisaje. Como podrás comprobar, los más pequeños de la casa necesitan poco más que un buen puñado de nieve para pasarlo en grande.

Aun así, si das un paseo por el centro encontrarás a tu paso distintas actividades que hacer con ellos: pistas de patinaje sobre hielo, el parque público dedicado a los personajes de Angry Birds y hasta pequeñas delegaciones de Papá Noel (en las que también podrás conocerle, pero no te permitirán hacer fotos con tus dispositivos; te las harán ellos y tendrás que comprarlas).

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Minimoto del Snow Glow Winter Park, en el centro de Rovaniemi.

Si os gustan las actividades en la nieve, merece la pena entrar en Snow Glow Winter Park. Este parque de invierno ofrece una amplia variedad opciones de ocio al aire libre: tobogán de nieve (con roscos inflables), patinaje sobre hielo (facilitan los patines, tanto a niños como adultos), paseo en banana a motor, minimotos de nieve y bolas de plástico gigantes (para introducirte en el interior).

En el centro del parque hay una cabaña de madera en la que podréis calentaros (la calefacción está en su punto en la mayoría de los establecimientos), tomar algo (fundamentalmente dulces o chocolate caliente con nubes), pintar unas figuritas y disfrutar de unos juegos de feria. La entrada no alcanza los 30 euros y es válida para dos días (mostrando una foto del día anterior en la puerta).

Dónde comer

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En Rovaniemi, Nili Restaurant. Es el mejor establecimiento de la ciudad para degustar la cocina tradicional lapona, en la ciudad. Además el local cuenta con una decoración y ambiente únicos. Muy recomendable la crema de boletus (servida en la tradicional taza de madera), el risotto de setas (con sus raíces crujientes y sus mermeladas) y el blini de salmón ahumado (con un aderezo muy fresco).

Pero, por supuesto, no podemos marcharnos del restaurante sin probar cualquiera de sus platos de reno (rehogado o asado, acompañado de puré o terrina de patatas). Los postres no son su mejor baza. Pero la experiencia merecerá la pena.

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En en el pueblo de Papá Noel, Santa's Salmon Place: entre los muchos sitios en los que se puede comer en Santa Claus Village, este se lleva la palma. Es un pequeño tipi (tienda de tela) tradicional en el que te comerás el mejor salmón a la brasa que hayas probado nunca. Eso sí, no esperes un largo menú (sólo hay salmón con guarnición y pan; y, si lo pides, un queso caliente con mermelada).

También tienes que contar con que tendrás que esperar un buen rato en la cola para entrar. No desesperes. La recomendación, para no morir por congelación: hacer turnos en la fila (especialmente si hay niños en el grupo). Y un buen glögg, bebida caliente finlandesa con especias, una vez dentro.

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En el caso de Santa Park, la mayoría de los visitantes del parque comen en el buffet que hay dentro. Es bastante variado, aunque es muy frecuente que la gente se decante por el pollo empanado y las patatas fritas que -supuestamente- forman parte del menú infantil. Puedes adquirir la comida a modo de pack con la entrada, y sale algo más económico.

Para paladares exigentes (y bolsillos poderosos), hay una muy buena opción a la salida: Rakas restaurant. Una cabaña de madera con chimenea y un menú lapón muy completo. Forma parte de las instalaciones del Arctic Tree House Hotel.

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