Menú
Domótica

Cómo conseguir una casa inteligente

La domótica nos enseña a dotar a nuestro hogar de una amplia gama de posibilidades inteligentes. 

La domótica nos enseña a dotar a nuestro hogar de una amplia gama de posibilidades inteligentes. 
¿En qué consiste la domótica? | Flickr/John Loo

Seguro que alguna vez hemos oído hablar de la domótica, esas casas inteligentes que lo hacían todo y que gracias a las películas pensábamos que íbamos a tener en el futuro. Cada día que pasa rozamos aún más ese futuro, y aunque probablemente ninguno de nosotros viva ya en esa casa robotizada que vimos en el cine, los avances tecnológicos hacen que cada día estemos más cerca de ella y que podamos automatizar algunos aspectos de nuestra vivienda. Entre las ventajas de la domótica podemos destacar la adaptabilidad que supone para las personas discapacitadas, el ahorro en energía y la comodidad de no tener que preocuparnos por aspectos como la seguridad cuando estamos unos días fuera o la climatización.

Aunque en un primer instante robotizar nuestra casa pueda parecernos un gasto superfluo, existe una amplia gama de posibilidades que se adaptan a las necesidades y posibilidades de cada uno. Por ejemplo, podemos optar por automatizar solo las persianas o la climatización de nuestra casa o por realizar una automatización completa. Para ello, la mayoría de empresas que se dedican a estas actividades, ofrecen al cliente un sistema de control centralizado que se puede manejar por internet desde el que se controlan todos los aspectos de la casa.

La mayoría de los expertos en domótica coinciden al apuntar hacia iluminación, climatización, agua caliente sanitaria, riego y electrodomésticos como los aspectos clave a la hora de acertar en la automatización de las casas. Los sensores son los encargados de regular el "esfuerzo" que hace nuestra casa. Por ejemplo, controlarán la luz que emiten las lámparas, aumentando la intensidad si estamos cerca, encendiéndola o apagándola. También se puede programar a qué hora se encienden y cuándo se apagan, lo que puede ser útil en vacaciones, por ejemplo, dando la sensación de que la casa está habitada, lo que puede ahuyentar a los ladrones. En este sentido, las persianas automáticas también pueden programarse para que se suban por la mañana y bajen de noche.

En cuanto a la climatización, una casa inteligente mantendrá las habitaciones a la temperatura indicada todo el día. Lógicamente, esto sirve tanto para el verano con el aire acondicionado como con la calefacción en los meses de invierno. Los sistemas de calefacción y refrigeración centrales, termostatos electrónicos y climatizadores reversibles son los sistemas más comunes para mantener temperaturas agradables.

A la hora de hacer un uso eficiente del agua, si tenemos un huerto o jardín un buen sistema de riego automatizado nos ayudará a ahorrarnos unos euros todos los meses en la factura. Ya dentro de casa, los fluxómetros en el WC también hacen un uso eficiente del agua.

Estos son algunos de los aspectos básicos de la domótica, pero hay algunos más, por ejemplo los sistemas de seguridad por circuitos cerrados de televisión, alarmas anti-intrusión o los controles de acceso con claves, tarjetas personales, hullas digitales, etc.; la automatización de todas las puertas de la casa –muy práctico para gente en silla de ruedas-, o los detectores de humos o llamas y sus correspondientes sistemas hidráulicos destinados a apagarlos.

Siguiendo el sentido común, cada uno puede elegir qué aspecto de su casa quiere cambiar para vivir en un hogar un poco más inteligente, ya sea un botón que suba la persiana o un sensor que abra todas las puertas a su paso.

En Chic

    0
    comentarios