La moda de los tacones altísimos puede derivar en comportamientos casi delirantes. En Estados Unidos muchas mujeres se han cortado el dedo meñique para poder vestir tacones altos con mayor comodidad.
No es el único hábito extremo surgido por la moda de los tacones: otras mujeres han optado por acortar dedos demasiado largos, o incluso por inyectar colágeno en las plantas de los pies, con tal de poder lucir determinados zapatos. Una operación que, según algunos expertos que las practican, ofrece a la sensación de ir sobre "almohadas".
Tal y como publica Fox News y recoge ABC, el mal uso o uso extremo de tacones es responsable de hasta el 87% de los problemas en los pies de las mujeres. Los expertos están comenzando a dar la alarma ante la conducta de muchas de ellas, incluyendo agrupaciones de podólogos.
Se trata, en todos los casos, de operaciones cuyo precio asciende a los miles de dólares, aspecto que no detiene a las más convencidas. Algunos podólogos han llegado a cifrar la cantidad en treinta mujeres al mes durante el último año.