Menú
Decoración

Consejos para mejorar la imagen de nuestro recibidor

El acondicionamiento de nuestro recibidor da una idea al huésped de quiénes somos... y de si queremos hacer que se sienta cómodo o incómodo.

El acondicionamiento de nuestro recibidor da una idea al huésped de quiénes somos... y de si queremos hacer que se sienta cómodo o incómodo.
Un recibidor a acondicionar | Flickr/yosoyjulito

El recibidor es la primera estancia de nuestra casa que mostraremos al mundo. Ya sea a nuestras visitas o al vecino que viene a pedirnos sal y no pasa de la puerta, un recibidor que ofrezca una buena imagen les ayudará a sentirse más cómodos desde el primer momento y a crearse una mejor idea de cómo es nuestra casa y de cómo somos nosotros. En cambio, un recibidor desordenado y abandonado generará incomodidad y nos creará mala reputación, de ahí su importancia.

A la hora de acondicionar nuestro recibidor podemos renovarle la cara por completo o apañarlo un poco con lo que ya tenemos, todo dependerá de las ganas que tengamos y del dinero que nos queramos gastar. Pero lo renovemos o lo apañemos, sea grande o pequeño, hay tres elementos imprescindibles para un recibidor: un paragüero, un perchero y un espejo.

Podemos añadir un cuarto: un portallaves que, si colocamos cerca de la puerta, seguro que siempre nos acordaremos de coger las llaves antes de salir de casa y así evitar quedarnos en la calle si volvemos a casa y no hay nadie.

Pero antes de empezar a amueblar nuestro recibidor, hay que pintarlo, y el primer paso es elegir el color. Como estamos persiguiendo la idea de que nuestras visitas se sientan acogidas desde que cruzan la puerta de casa, optaremos por un color que ofrezca una sensación de calidez. El salmón, melocotón y el durazno son buenos colores para ello, e incluso si optamos por tonos rosas o jazmín también acertaremos. Otra opción interesante es pintar una pared con un color o tono más intenso que las demás y dejar el techo blanco.

El color con el que pintemos las paredes no solo ofrecerá sensación de calidez, también contribuirá a ofrecer una mayor amplitud en el espacio y más luminosidad. Si tenemos un recibidor pequeño y oscuro, seguro que esto ayuda a mejorar su imagen de forma considerable.

Una vez pintado, llega el momento de introducir esos elementos esenciales de los que hemos hablado anteriormente. El primero es el espejo, que seguro que ayuda a dar la sensación de luminosidad y profundidad que buscamos. A continuación llega el turno del perchero, aunque si tenemos espacio siempre podemos sustituirlo por un armario ropero o por uno empotrado. Entre sus ventajas, además de que caben infinitamente más cosas que en un perchero, los abrigos, bufandas o pañuelos tan habituales por estas fechas siempre estarán a mano pero no a la vista.

La iluminación artificial es otro punto básico, especialmente si al recibidor no llega la luz natural, algo bastante habitual. Una vez más, los focos halógenos son una de las opciones más cómodas y económicas que podemos encontrar en el mercado.

Acabaremos con los aspectos estrictamente decorativos, que variarán según el tamaño de nuestro recibidor. Por ejemplo, si tenemos un espacio amplio podemos pensar en poner un puf o un sillón; en cambio para espacios reducidos tenemos objetos minimalistas, unas velas, plantas de interior o cuadros sin marcos, que no den sensación de agobio. La guinda puede ser una alfombra a juego con los colores elegidos para las paredes del recibidor.

En Chic

    0
    comentarios