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En unos sencillos pasos

Cómo decorar un salón pequeño

La coquetería no está reñida con lo pequeño, y los hogares de pocos metros también pueden tener brillar por su decoración.

La coquetería no está reñida con lo pequeño, y los hogares de pocos metros también pueden tener brillar por su decoración.
Un salón pequeño | Flickr/iraxmas

Los espacios amplios suelen ser los primeros elegidos a la hora de decorar por su mayor capacidad de albergar mobiliario y complementos. Sin embargo, la coquetería no está reñida con las pequeñas dimensiones y los hogares de pocos metros cuadrados también pueden tener excelentes decoraciones a niveles de los "grandes" del mundo inmobiliario. Sólo es cuestión de paciencia y aprovechamiento del cada rincón.

El principal aliado frente a las limitaciones de espacio es la ligera concentración de los muebles unido al minimalismo. De esta forma, aunque debamos condensar los elementos, evitaremos la sensación de agobio creada por los excesos y mantendremos el estilo y la sofisticación que deseemos. ¿La clave? Mantener lo esencial y complementar las líneas sencillas con materiales ligeros como la caña, las fibras naturales y la madera, los cuáles a su vez son proporcionarán un ambiente cálido ideal para el hogar. No obstante, si se prefiere apostar por un carácter más moderno, también existen materiales livianos ya sean metalizados o de colores.

El salón, aunque suele ser la sala más amplia de la casa, no siempre cumple nuestras expectativas de espacio, pero si los aprovechamos bien podemos ser capaces de aunar lugar de descanso, comedor y zona de trabajo en la misma estancia. Basta con un poco de ingenio y adaptación para conseguirlo. En la parte dedicada al reposo en vez de una mesita de centro podemos emplear una mesa bandeja, o una mesa estrechita y un poco más alta que la media en el caso del estilo moderno. Si eres un amante de los libros no pierdas la oportunidad de tener tu propia biblioteca, sólo que, en lugar de estar distribuida en grandes estanterías, estará en pequeños muebles libreros.

Además, en lugar de contar con un sillón con orejeras se puede optar por una silla de tamaño más amplio que las habituales de mesa y de mayor comodidad en su diseño, mientras que el sofá, dado que no es posible albergar una gran rinconera, deberá ser de 2 o 3 plazas sin tener que perder un ápice de comodidad, por supuesto. Incluso puede ser un cómodo-sofá cama que nos permita la posibilidad de ampliar el alojamiento excepcional de alguien. Pero esta administración del espacio tampoco tiene que implicar una privación plazas... ¿Cómo? Basta una alfombra con grandes cojines o pubs. Esto nos permite ampliar los asientos en las visitas a la vez que ahorramos espacio, ya que se pueden guardar apilados o adaptados a cualquier rincón.

En el otro extremo podemos aprovechar una esquina para colocar una mesa de comedor cuadrada con sillas o bien optar por una rinconera, la cual nos permitirá exprimir al máximo cada centímetro del hueco. Un biombo de materiales ligeros como telas o cañas complementa a la perfección este comedor, ya que se puede emplear para resguardar alguna vitrina o mueble donde almacenemos menajes, o bien aportar un toque de intimidad a comidas y cenas. Por su parte, una ventana bajo la que colocar un escritorio y una silla será suficiente para crear un pequeño rincón de trabajo, donde aprovecharemos al máximo la luz diurna. ¿Quién dijo que los pequeños espacios no pueden guardar grandes hogares?

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