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Decora tu casa

La pureza rústica del estilo nórdico

En verano más de uno desea coger un avión y refugiarse en el norte. Una opción podría ser redecorar al estilo nórdico.

En verano más de uno desea coger un avión y refugiarse en el norte. Una opción podría ser redecorar al estilo nórdico.
Decora al estilo nórdico | Flickr/HerryLawford

Siempre encontraremos a quienes no soportan el calor cuando llega el sol de verano a nuestras costas. De ellos, más de uno desearía coger un avión y refugiarse en alguna caseta perdida por un bosque nórdico, donde el frío quizás obligue a disfrutar de largas tardes junto a la chimenea.

Pero si esto no puede ser posible, queda la opción de trasladar todo el estilo nórdico a nuestro hogar y decorarlo acorde a él. La influencia japonesa se refleja en este estilo, tan de moda ahora, y todo porque se basa en el término Wabi-sabi, cuya filosofía es el minimalismo y la simpleza rústica combinando la calidez de aquello que podemos obtener de la naturaleza.

Aunque puede que la calidez del aire que entra por la ventana no ayude, pero sí lo hará la pureza blanca de las paredes, del techo y de parte del mobiliario que caracteriza esta decoración. Un blanco inmaculado que aportará mucha más frescura al hogar, a la vez que ayudará a inundar las salas de luz pero sin retener todo su calor.

Pues es así como suelen ser las típicas casas nórdicas, con amplios interiores, cubiertas de madera y vigas en los altos techos. Tanto minimalismo y tanto blanco como protagonistas se conjugarán siempre con los objetos y el mobiliario rústico que recuerda su procedencia nórdica. Llega incluso a evocar el estilo vintage, pues mantiene ese efecto desgastado en muchos de sus piezas decorativos.

Estos elementos, mobiliario y otros objetos, serán los que aporten algo de vida y de color sobre el lienzo blanco que se construye en cada habitación. Un color que se verá, sobre todo, en cojines, alfombras y sillas. No sin olvidar la importancia en esta decoración de las lámparas y los jarrones rebosantes de flores naturales.

Sin embargo, no se debe salir de la línea tonal en busca de un contraste con el blanco. Se busca así la fácil y clara compenetración a base de una paleta de colores suaves, de tonos pasteles. De esta forma, se puede solo incluir la intensidad cromática propia de la madera; o en ocasiones también puede darse la sofisticación y la elegancia que aporta el negro.

Sin duda, todo ello potenciará en nuestra casa de campo su estilo más campestre y rústico que hará viajar la imaginación hasta los países del norte. Un estilo que podrán disfrutar también aquellos amantes del sol de verano con esta típica casa escandinava.

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