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Katy Mikhailova

¡Poto y chop!

Hablemos del presunto retoque fotográfico de la “lideresa-barcelonesa” para su campaña política

Hablemos del presunto retoque fotográfico de la “lideresa-barcelonesa” para su campaña política
Colau retocada | Cordon Press

La pronunciación de anglicismos sigue siendo un reto. Aunque presumamos de aspirar al cotizado bilingüismo, y aunque nuestros hijos den clases de educación física en la lengua anglosajona: pronunciar bien es (casi) un imposible. Y es que, de los creadores fonéticos de las palabras "feisbus" y "guasap", "poto chop" podría tener hasta su versión catalana, con escrache inclusive.

Ada Colau también podría ser la culpable de que estos días hablemos de esta casi mágica herramienta digital de retoque fotográfico que responde bajo el término ‘photoshop’. La ‘h’ nos la comemos con pan tumaca, y decir ‘chop’ en lugar de ‘shop’ suena a chope y así resulta más castizo.

Porque, entre otras cosas, entre photo, foto y poto, a mi me ocurre lo tercero cuando reflexiono sobre la ética y la estética (las dos, van de la mano, o de la arruga ausente) de mi protagonista de esta semana.

Hablemos del (presunto, -para cubrirme las espaldas, o las arrugas-) retoque fotográfico de la "lideresa-barcelonesa" que ha protagonizado estos días para su nueva campaña política. Contrasta, no tanto el famoso "antes y después" (que también), sino más bien el fenómeno sociológico de promulgar unos valores y ejecutar los contrarios. Aunque en esto, la izquierda, la ultra-izquierda más bien (ahora se abusa tanto del ‘ultra’), son unos expertos. El feminismo, promulgado por Colau y sus amigas activistas femen, se basa en la idea de que la mujer no tiene que ser esclava de su imagen, y, por tanto, debe aplaudir la naturalidad sintiéndose guapa aun sin arreglarse y huyendo de los retoques digitales y los médico-estéticos. ¿Realidad? Que la reina de los escraches se ha sometido (presuntamente) a un claro alisamiento de la piel para su nueva imagen de propagando política. Recordemos e insistamos en que el extremo-feminismo denuncia que la mujeres seamos víctimas de los cánones de belleza impuestos por el capitalismo agresivo de la industria de la moda y la belleza, respaldado ello por los medios de comunicación.

Hablamos de cánones de belleza… en el caso concreto a analizar: belleza, lo que se dice belleza, hay poca; nobleza, menos aún. Integridad, nula. Moral: falsa. Pero esto demuestra una vez más, no sólo la hipocresía de ciertos subgrupos políticos, sino también, en general, cómo al ser humano le sigue atrayendo más la armonía y la pureza visual. ¿Ser guapo se traduce en votos?

Si nos ponemos a analizar el "antes" de "La Maga barcelonesa", no hay más que apreciar esas arrugas que reflejan esa expresión de "enrabietación" habitual que debe de coexistir con el cabreo emocional que podría padecer con la vida: cabreo, rabia e insatisfacción que se han ido gestando, probablemente, en su etapa con la PAH, ya que para hacer escraches hay que tener ‘malafollá’ aunque haya buen sexo. Aunque sinceramente la vida eróticofestiva de Colau me importa más bien poco; sí me preocupa el fenómeno, ya tan habitual, de defender el azúcar moreno pero consumir el azúcar blanco.

No entraré en el debate de Leonor Sánchez, la número 3 de IU en Ávila. Dice no tener piojos y ducharse. Me parece bien. Creo que no hay que juzgarla por su imagen; sí, si procediera, por sus políticas.

Retomando lo anterior, protestar, manifestarse y gruñir acelera el envejecimiento. Las arrugas como la del entrecejo, la frente y las arrugas nasogenianas y nasolabiales se intensifican con la expresión, si además es negativa. Así que, Ada, maga, lideresa, reina de los escraches, "Lenguaja": menos escraches y más sonrisas. Pruebe con la ilusión de Casado, quizá a Ud. le funcione mejor.

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