
Si eres de esos afortunados que tiene cerca un evento como una cena elegante o una gala de premios o similar debes ser muy cuidadoso no solo con la forma de vestir o de comer sino con unas cuantas cosas más. Debes cuidar muy bien el vestuario, la puntualidad y, sobre todo, la educación pero ante todo y sobre todo debes disfrutar y estar relajado.
Además de aprenderte al dedillo las normas, lo más importante es que te sientas relajado, o al menos que parezca que lo estás. Si te encuentras en tensión, estarás y los demás te verán incómodo, y comenzarás a ponerte nervioso y a cometer errores. Así que, ya sabes, disfruta de la comida y apréntedete esta lista. Serás un rico más, al menos durante un rato.
No llegues temprano o demasiado tarde
Si la invitación es, por ejemplo, a las 20h no quiere decir que a esa hora empiece el evento, con lo cual no hace falta llegar media hora antes ya que probablemente ni siquiera el anfitrión esté listo del todo. Tampoco es necesario llegar a las 20h en punto ya que está establecido que hay 10 o 15 minutos de cortesía, aunque si vas a llegar más tarde de esa franja deberás avisar al anfitrión para que sepa que te retrasas.
Rompe el pan
Nos suele pasar a todos. Nos sentamos a una mesa y no sabemos muy bien qué hacer con el trozo de pan que tenemos al lado. ¿Lo corto con mano? ¿Con el cuchillo? ¿No lo toco? Nunca debes partir el pan con un cubierto y mucho menos untar la mitad con mantequilla o ponerle aceite.
Come al ritmo de los demás
Una buena cena elegante se basa, sobre todo, en que todos los detalles están cuidados al máximo, es por ello que el personal de cocina que sirva la cena estará muy atento y el siguiente plato se servirá siempre en el momento justo, nunca antes de terminar el anterior. Además, en este tipo de cenas se considera una grosería que cada uno en la mesa pida un número diferente de platos, por eso debes adecuarte a lo que quiera la mayoría o de lo que disponga el anfitrión. Lo más importante es comer al ritmo del resto ya que terminar mucho antes o mucho después un plato no está nada bien visto.
Utiliza bien la cubertería
En las cenas más formales se pone toda la cubertería de golpe, y entonces, claro, surgen las dudas: ¿con qué empiezo?, ¿esto qué es? Todos esos pequeños tenedores, cucharitas y demás pueden hacer que no entiendas nada y te preguntes qué haces allí. Sin embargo, todos son importantes. Además, aquí va un truco que debes conocer antes de ir a la cena: la regla general es utilizarlos de fuera hacia adentro. Asimismo, los cubiertos tienen su propio lenguaje visual: en forma de triángulo significa pausa; en cruz, siguiente plato; en paralelo con el mango hacia el lado izquierdo, excelente; y en paralelo con el mango en la parte inferior, plato terminado.
Usa bien la servilleta
No despliegues inmediatamente la servilleta al sentarte a la mesa, a menos que el personal ya esté sacando la comida, si no es así debes esperar hasta que esto suceda para desplegar la servilleta. Las servilletas más grandes están dobladas en dos, con el pliegue hacia ti, mientras que las más pequeñas quedan desdobladas. Grábate esto a fuego: nunca, jamás, te metas la servilleta por el cuello de la camisa. Una vez que termine la cena, deberás poner la servilleta en tu izquierda, donde estaba el plato del pan.
Ve bien vestido
Los restaurantes de alto nivel eran tradicionalmente un lugar donde el 'dress code' jugaba un papel fundamental. Sin embargo, ya sea por la crisis económica o por la evolución de la moda, la obligatoriedad del traje, la corbata y el vestido se ha ido relajando. En estos casos, lo mejor es encontrar el punto arreglado, pero siempre manteniendo tu estilo y utilizando, por supuesto, el sentido común.
Nunca pidas más bebida ni comida
Debes ofrecer a las personas que tienes a los lados más bebida si lo que quieres es servirte tú. Nunca has de rellenarte el vaso sin preguntar a los demás. Una regla general a seguir es ver si la jarra o botella de vino se deja sobre la mesa. Si es así, es una señal del anfitrión de que los invitados son libres de servirse a sí mismos, en ese caso podrás llenarte la copa siempre que quieras. Si la botella de vino se encuentra en una punta de la mesa, significa que el anfitrión se encarga de serviros, por lo que será él o el personal de servicio quien haga esta labor.
Nunca te levantes para ir al servicio
Las vejigas deben vaciarse antes de la comida y no durante, así que asegúrate de no sobrecargarte con líquidos de ninguna variedad durante la cena. No debes levantarte nunca entre los platos, y tampoco antes de que llegue el postre. Si, por el contrario, necesitas ir al baño porque has bebido mucho durante la cena deberás esperar hasta el final del todo para poder ir.
Además de estos consejos siempre hay algunos errores especialmente groseros que se deben evitar. Si no quieres que tu anfitrión no vuelva a invitarte nunca debes evitar este tipo de actitudes:
- Deberás tener cuidado parar no hablar con la boca llena de comida o masticar con la boca abierta.
- Evita comer pedazos demasiado grandes de comida. Si hace falta cortar el trozo más pequeño, se debe hacer.
- Comer ‘a dos carrillos’ tampoco resultado demasiado elegante.
- Si necesitas sacar de la boca alguna espina, huesecillo o pipa de fruta, nunca lo hagas directamente de la boca al plato, sino que debes utilizar la forma más discreta, por ejemplo debes dejarlo en la mano o la servilleta.
- No agites los cubiertos mientras hablas, menos aún con comida ensartada en ellos.
- Si fumas, no lo hagas nunca entre plato y plato. Hazlo antes de la cena y al final de la misma, puedes aprovechar incluso el momento de ir al lavabo.
- Recuerda que una cosa es alabar la labor del cocinero y otra muy distinta emitir un ‘hummm’ exagerado de placer cada vez que te llevas un bocado a la boca.
- No ensartes en el tenedor comida de distintos platos. Prueba los distintos alimentos de uno en uno.
- No mezcles en la boca bebida y comida salvo que sea absolutamente necesario y, aún así, hazlo con discreción.
- Si notas que un pedacito de comida se ha introducido entre tus dientes, aguantarás hasta el final de la comida, momento de ir al baño a limpiarte la boca.

