
Con la muerte en los glúteos puede sonar a una broma o recordar a la mítica película de Hitchcock si sustituimos lo último por los talones. Pero no es ni lo primero ni lo segundo, sino más bien la consecuencia de una moda más que peligrosa. Y es que el "brazilian butt lift" (levantamiento brasileño de glúteos) es una de las modas más peligrosas, al haberse presentado casos de embolismo de grasa a causa de esta intervención quirúrgica a lo largo de la década 2010, y en adelante. Reflexiono e investigo al respecto, viendo que en Google las noticias sobre "glúteos grandes" va en aumento. Doy con un artículo cuyo titular apunta, en formato de pregunta, si acaso existe una hormona para incentivar el crecimiento de esta parte del cuerpo, en un momento en el que podemos confirmar con mucho acento español: "the summer is here, but my body is not ready". Frase que recitaba un amigo mio, hace escasos días, en un encuentro con una italiana que, como se pueden imaginar, no hablaba español.
No estamos preparados para tanto calor y tan poco glúteo. Me pregunto cómo evoluciona el cuerpo de uno, que se somete a una operación de esas, o como la clásica "lipo" por las que pasa todo hijo de vecino de Mediaset, por la que tienes que estar postrado en una cama durante casi un mes, para tener un cuerpo esculpido; y que luego, en caso de seguir con el mismo ritmo de vida previo a la operación (vida sedentaria y comida cero saludable), vuelve el cuerpo al punto de partido. ¡Qué necesidad de tirar así el dinero en vez de cambiar los hábitos!
Cuando decimos que Kim Kardashian fue la verdadera precursora de normalizar un culo enorme no vamos tan desencaminados, sobre todo si tiramos de hemeroteca y rescatamos la mítica portada Paper en la que desnudó por completo sus glúteos; que, además de ser prominentes y redondeados, estaban bronceados y untados con una especie de aceite escurridizo. Ella no ocultaba el confesar que la grasa de las piernas y vientre se lo "trasplantaban" a sus nalgas: ¡eso sí que es medicina sostenible y economía circular! Casi tanto como lo de comerse la placenta con el yogur. Aunque, todavía antes de aquello, creo recordar que era Jenifer López la que había asegurado su culo, aun cuando este esté quedando año luz de las dimensiones estratosféricas de la reina de los realitys.
Sin recurrir a semejante barbarie quirúrgica, me cuenta que en Clínica Dray en Madrid hay un tratamiento llamado ‘gluteomanía’ que es una alternativa al bisturí, los efectos se aprecian en la segunda sesión, y por tanto el peligro brilla por su ausencia. Habrá que probarlo y conocerlo de primera mano (o primer culo). Aunque estando Simón Dray detrás, no me sorprende que sea un éxito.
Lo de los glúteos grandes (no obtenidos a base de sentadillas y métodos naturales) pasando por quirófano es una de las tendencias en la estética (y anti estética) que deja mucho que desear, bajo mi punto de vista: por incómoda, y cero saludable (¡a ver cómo sienta salir a correr después o permanecer horas sentados!). ¿A qué sonará una palmadita en el culete? ¿o un masaje? ¿Cómo envejecerán unos glúteos artificiales? y, ¿quién, diantres, encuentra atractivo semejante atrocidad de la naturaleza?
