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¿Qué trampas existen sobre la pasión romántica?

El amor puede durar un mes, un año o para toda la vida. Cada pareja sabe cómo lograrlo. Pero hay algunas trampas sobre la pasión romántica.

El amor puede durar un mes, un año o para toda la vida. Cada pareja sabe cómo lograrlo. Pero hay algunas trampas sobre la pasión romántica.
corazón, boda, matrimonio | Pixabay/CC/Takmeomeo

Los mitos en torno al amor romántico complican las relaciones de pareja y en muchas ocasiones las llevan a su destrucción. Sin embargo, por suerte muchos han quedado definitivamente desterrados, mientras que otros siguen vigentes de una forma más sutil. El motivo es que a través de películas, canciones y novelas se transmite el amor romántico como ideal de la relación de pareja, como si la razón no tuviera que intervenir en las relaciones afectivas. Si se sigue el mito del amor romántico y el amor todo lo justifica se entra en un "todo vale" afectivo aunque aparezca en pareja el desinterés, la indiferencia o el menosprecio.

Muchas veces las personas no se dan cuenta de que, con el paso del tiempo, el amor va evolucionando y que no es lo mismo llevar un año con una persona que 20 años. Además, el mito del amor sin límites hace que muchas personas permanezcan en relaciones de pareja dañinas y carentes de interés, basándose en el argumento de "seguimos juntos porque nos queremos". Pero hay que tener claro que con el amor no basta, ni hay que soportarlo todo ni resignarse a vivir una vida insatisfactoria y sin ilusión bajo el principio de que por amor hay que sacrificarlo todo. Es importante reconocer que en el amor existen límites y esto supone aceptar que es posible modificar la relación de pareja en un sentido positivo o bien alejarse y no estar en el lugar equivocado.

Por otro lado, existe una forma de pensar errónea que considera el amor como un mero sentimiento que va y viene, que no es fácil de controlar y que está sometido a cambios inesperados ante los que no es posible hacer nada. Sin embargo, desde el punto de vista científico, el amor es un intercambio recíproco de conductas reforzantes, positivas, gratificantes; que abarcan los planos verbal, emocional, psicológico, intelectual y cultural.

Si uno se basa en el amor romántico supone que no hay nada que aprender sobre el amor y se confunde "enamorarse" con "permanecer enamorado". Sin embargo, el hecho de que el amor se aprende significa que la mayor parte de las conductas que cada miembro de la pareja tiene se adquieren como resultado de la experiencia; el comportamiento cambia cuando se realizan acciones en una dirección determinada. El amor requiere tiempo y esfuerzo.

Pero, aquí viene la gran duda: ¿El amor romántico existe o es un invento cultural? Es cierto que las circunstancias de cada época y lugar han moldeado el tipo de relación de pareja, desde los matrimonios de conveniencia hasta el concepto de amor líquido, pasando por los amores imposibles, platónicos, pasiones desbordadas… Pero no se puede negar la existencia de sensaciones o sentimientos que no tienen nada que ver con imposiciones externas. El nudo en el estómago y el nerviosismo expectante e ilusionado son auténticos y únicos en cada persona.

Se trata, por lo tanto, de una experiencia real tamizada por la cultura. Y, como todo elemento que pasa por este filtro, lo que muchas veces empieza como algo inocente y placentero, con frecuencia acaba plagado de malentendidos y mitos que complican la vida. Las relaciones de pareja no iban a ser menos y en el terreno del amor y las relaciones románticas, es común caer en trampas relacionadas con la pasión. La pasión romántica puede ser poderosa y deslumbrante, pero también puede nublar el juicio y llevar por caminos poco saludables.

Enamoramiento

El enamoramiento es la primera etapa de una relación de pareja. Este es un estado emocional que se caracteriza por un sentimiento de absorción hacia la otra persona, caracterizado por la frase de "no puedo dejar de pensar en él/ella", y de encantamiento y entrega, convirtiéndose la otra persona en el eje central de la vida. En este momento, se atribuye a la otra persona todo un conjunto de cosas buenas y positivas, que puede llevar a idealizar tanto al otro, que se vean a veces cualidades excelentes que realmente no existen.

  • La admiración. Para fijarse, para que alguien entre con fuerza en la mente de otra persona, es fundamental quedarse asombrado y sorprendido gratamente. Esa admiración puede ser de distintos tipos y por distintos aspectos: desde la personalidad a la simpatía, sencillez, fortaleza, etc. La admiración es un sentimiento de estima y consideración que se añade, al sentimiento general de irse enamorando. En él se mezclan la sorpresa, la extrañeza positiva de encontrar una serie de cualidades que uno realmente valora. Aflora así el deseo y la tendencia a estar con la persona a la que se empieza a amar. Esto se traduce en la necesidad de estar juntos, hablar...
  • Interés por el otro. El enamoramiento supone un profundo y verdadero interés por el otro. Sus cosas, sus gustos y sentimientos le interesan profundamente. La persona amada no es vista sólo en función de quien ama, sino también en función de él mismo. Este interés por el otro provoca también el deseo de dar lo mejor de sí mismo, de estar siempre con la otra persona, de interesar y gustar al otro.
  • Deseo de unión y de reciprocidad. En el enamoramiento se experimenta un deseo intenso unión con el otro, que produce ilusión y alegría; se quiere ser vivido como único, extraordinario e indispensable por el que es único, extraordinario e indispensable. Además la persona enamorada desea una reciprocidad que conduce a experimentar varios sentimientos positivos y negativos, que en gran medida dependen de las conductas, sentimientos, etc. de la persona amada. El sentimiento de ser correspondido se asocia con un estado de intensa felicidad, alegría, euforia..., pero la tristeza, ansiedad y desesperación aparecen cuando el otro no responde a las demandas o a las expectativas de reciprocidad creadas. Si la reciprocidad y la unión deseada llegan a conseguirse, la pasión característica del enamoramiento probablemente se transformará en otro tipo de emociones y sentimientos más serenos y tranquilos.

¿Cuánto dura el enamoramiento?

El enamoramiento sólo es posible bajo una situación de incertidumbre respecto al otro y respecto a la posibilidad de conseguir o no aquello que se desea y este estado de incertidumbre es lo que posibilita la aparición y el mantenimiento de la pasión. La unión de amor entre dos personas está siempre en proceso dinámico de cambio y a través del tiempo adopta formas diferentes, dependiendo de los motivos que les haya llevado a unirse, la personalidad de cada uno, las circunstancias del momento y la evolución de la relación.

Son muchas las parejas que consideran que si no están enamoradas no quieren a su pareja, cuando la realidad es que en las primeras etapas de la relación de pareja se vive casi siempre el amor romántico y con el paso del tiempo predomina el cariño, el afecto y la amistad; tratándose de un amor más sereno que el del principio de la relación. Pero, hay personas que necesitan esas emociones intensas del enamoramiento y cuando ya no las experimentan tienen dudas acerca de seguir o no con la pareja.

Además, no hay que olvidar que el enamoramiento tiene fecha de caducidad: El enamoramiento es un fenómeno pasajero, marcado por una duración limitada en el tiempo, y que, generalmente no perdura más allá de dos o tres años. Desde el enamoramiento se puede llegar a una relación de pareja estable que más allá de la pasión, del intercambio afectivo y de la reciprocidad, implica la preocupación y el continuo cuidado por la otra persona y la relación de pareja. Y aquí es donde muchas parejas experimentan dificultades, desilusión y dudas acerca de la continuidad de la relación.

Trampas del amor romántico

  • Idealización: Es fácil idealizar a la pareja o a la idea del amor romántico. Crear una imagen perfecta de la otra persona puede llevar a ignorar sus defectos y fallos, lo que a su vez puede generar decepción y frustración a largo plazo.
  • Dependencia emocional: La pasión intensa puede llevar a depender emocionalmente de la pareja, perdiendo la propia identidad en el proceso, por ello, es importante mantener un equilibrio saludable entre el amor romántico y la autonomía personal.
  • Negación de problemas: En medio de la pasión y el enamoramiento, se puede evitar reconocer los problemas y las incompatibilidades en la relación, pero, ignorar las señales de alerta solo puede prolongar situaciones tóxicas o dañinas.
  • Obsesión y celos: La pasión puede alimentar la obsesión y los celos, generando un ciclo destructivo en la relación. La desconfianza y los constantes pensamientos negativos pueden erosionar la confianza y el bienestar emocional de ambos involucrados.
  • Falta de comunicación: En lugar de comunicarse abierta y honestamente, se puede caer en la trampa de asumir que la pasión romántica resolverá todos los problemas. La falta de una comunicación efectiva puede crear malentendidos y resentimientos no resueltos.
  • Sacrificio excesivo: En aras de mantener viva la pasión, uno puede sacrificarse demasiado y descuidar sus propias necesidades y bienestar. Por ello, es importante establecer límites y recordar que una relación sana debe ser equilibrada y mutuamente satisfactoria.
  • Expectativas poco realistas: La pasión romántica puede generar expectativas poco realistas sobre cómo debería ser una relación. La comparación constante con fantasías románticas o relaciones pasadas puede generar insatisfacción y frustración innecesaria.

El flechazo: ¿única forma genuina de iniciar una relación?

El flechazo o amor a primera vista existe "como proceso biológico y psicológico", y quienes lo experimentan sienten esa sensación de euforia, casi una obsesión, de que no se puede dejar de pensar en esa persona. Todo ello está provocado por unas sustancias -neurotransmisores u hormonas- que se liberan en el organismo, como la dopamina y la adrenalina, que hacen que se tenga esa sensación placentera de enamoramiento, esa energía y esa atracción.

Pero todas estas sensaciones tienen fecha de caducidad: entre uno y tres años. El motivo e que no sean sostenibles a la larga es porque son un mecanismo de la evolución para que uno se encapriche de una persona y ponga toda su energía en perseguirla. Desde el punto de vista biológico, el objetivo es la continuidad del material genético, el ADN, a través de la procreación.

Respecto a la creencia de que las parejas más unidas o que sienten un amor más genuino son aquellas que se inician con un flechazo, hay que hacer matices porque una persona puede atraer apenas se ven y eso muchas veces tiene que ver con que puede tener una característica que nos gustaba desde antes de verla. Aunque no siempre es así ya que puede haber flechazo o no, pero eso no determina el pronóstico de la relación.

¿Cada persona tiene su media naranja?

Otro mito del amor romántico es la creencia de que solo hay una persona idónea para cada uno. Sin embargo, si uno se para a pensar es matemática, física y psicológicamente imposible que haya una única persona para cada uno y que se encuentre entre todas las personas del mundo. No obstante, en muchos casos subsiste algo de esa concepción irreal, de tal modo que hay quien sabe racionalmente que esa persona con la que está no es una de entre un millón, pero en el plano emocional puede que piense o sienta que encajan como dos piezas de un puzzle. Se trata de una sensación subjetiva que puede ser perfectamente válida.

De hecho, objetivamente, el mito de la naranja tiene que ver con la lógica de que toda persona necesita a otra que le complete, que le de lo que uno no tiene. Sin embargo, esta creencia cada vez tiene menos vigencia porque parte de la lógica de la necesidad en cuanto al amor y no desde la lógica del deseo, que es la más sana para cualquier persona.

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