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¿Cuáles son los mejores trucos para evitar las rozaduras de los zapatos?

Las rozaduras de los zapatos cuando llega el verano son casi inevitables, ¿O se pueden evitar? Trucos y remedios caseros para alejarlas.

Las rozaduras de los zapatos cuando llega el verano son casi inevitables, ¿O se pueden evitar? Trucos y remedios caseros para alejarlas.
pies, naturaleza, belleza | Pixabay/CC/moniquayle

La llegada de las altas temperaturas del verano hacen que uno abandone las botas, botines y todo tipo de zapato cerrado para adaptar los piel a las nuevas temperaturas. Sin embargo, en ocasiones estos nuevos zapatos empiezan a dejar heridas y ampollas en los pies, tobillos y talones, algo realmente doloroso. Esto es algo que puede suceder bien sea un zapato nuevo o debido a que el pie se ha desacostumbrado a ese zapato en concreto. Es evidente que el hecho de que rocen los zapatos es algo normal, sobre todo en los zapatos de verano, pero no es agradable y, antes de tirarlas, donarlas o revenderlas, lo ideal es probar algunos sencillos tips para evitar las dichosas rozaduras.

¿Es posible evitar rozaduras en zapatos de verano? Pues claro que sí, pero antes de nada hay que saber dos cosas importantes: nunca hay que comprar un número más pequeño del que se necesite y es fundamental cuidar la salud de los pies. Por ejemplo, hidratarla a diario con una buena crema es el primer paso para mantenerlos sanos y fuertes. Pero, como bien uno sabe ya hay zapatos más propensos a formar ampollas que otros, y no son más que aquellos que dejan el pie sin casi ningún tipo de sujeción.

Por ejemplo, las chanclas tan útiles para la piscina o la playa en general no son lo más aconsejable ya que el pie no va nada sujeto, por ello, los dedos ejercen de garra para que a la hora de andar no se salgan, al hacer esto, la planta del pie también se tensa. Es una acción involuntaria que puede acarrear problemas en un futuro. Además al llevar el pie totalmente al aire, es mucho más fácil que pueda torcerse y provocar algún daño. Por este motivo es obvio que están muy bien para la piscina, la playa o para ducharse en baños públicos, pero hay que limitar su uso, para el resto de días. Entonces, en el día a día es mejor utilizar una sandalia en la que el pie vaya más seguro, un mocasín, un blucher de lino, esparteñas

Remedios de la abuela para evitar las rozaduras de los zapatos

  • Hidratación de la piel: Mantener la piel hidratada es fundamental y es tan sencillo como aplicar una crema hidratante ligera en los pies todas las noches para mantener la piel suave y prevenir la formación de ampollas. El motivo es que la piel seca es más propensa a las rozaduras.
  • Utilizar aloe vera: La textura del gel de aloe vera lo convierte en otro buen remedio para proteger la piel expuesta a las lesiones por el calzado. Sus propiedades hidratantes mantienen la zona húmeda y evitan que se friccione por el contacto con el cuero. Además, cuenta con una acción cicatrizante y calmante, lo que reduce las ampollas cuando ya están presentes.
  • Crema Nivea: Este es uno de los remedios más utilizados durante años y es tan sencilla como coger un poco de crema con las manos y a continuación pasarla por el interior del zapato a fin de hidratarlo y suavizarlo. Si se ha echado demasiada crema, es tan fácil como coger un poco de papel de cocina para retirar la crema sobrante.
  • Mantener los pies secos: El sudor puede aumentar la fricción y las rozaduras, por lo que usar polvos para pies o antitranspirantes específicos para mantener los pies secos es clave.
  • Polvos de talco: Otra opción para salir del paso es aplicar en todo el pie polvos de talco, asegurándose siempre de que quede bien repartido por todo el pie. El motivo es que el talco evita que los pies suden, por ello es ideal para evitar las dichosas rozaduras. Antes de calzarse, el pie debe de estar completamente seco.
  • Usar calcetines de calidad: Aunque puede parecer contradictorio usar calcetines en verano, los calcetines de algodón finos o de materiales que absorben la humedad pueden ser muy útiles. Pero además los calcetines con separadores de dedos también pueden ayudar a reducir la fricción entre los dedos.
  • Protección en zonas problemáticas: Si hay ciertas áreas de los pies que son propensas a rozaduras, lo mejor es proteger estas zonas con almohadillas de gel, tiritas o cintas adhesivas especiales. Esto puede proporcionar una capa adicional de amortiguación y reducir la fricción.
  • Media plantilla silicona: Las plantillas de silicona ejercen un efecto antideslizante, como el pie va más sujeto, también se evitarán los roces.
  • Punteras de algodón o licra: Dependiendo del tipo de zapato que se vaya a usar, se pueden utilizar punteras hechas de algodón o licra para evitar roces y molestias en la zona de los dedos. Pero, ¿Qué son exactamente? Estas son calcetines invisibles que pasan desapercibidos porque solamente cubren las zonas más propensas a sufrir daños dedos y talón.
  • Esparadrapo: A veces, más sabiendo que las sandalias rozan, es conveniente ahorrarse un posible mal trago cubriendo las zonas más problemáticas del zapato con esparadrapo.
  • Productos antifricción: Usar productos antifricción como barras de bálsamo o sprays específicos para los pies puede crear una barrera protectora que reduce la fricción. Estos productos son especialmente útiles en las zonas donde tienden a formarse las ampollas, como los talones y los laterales del pie.
  • Ablandar los zapatos nuevos: Si se necesita usar zapatos nuevos, ablandarlos antes de un uso prolongado es esencial. Para ello, se pueden llevar en casa con calcetines gruesos durante periodos cortos para que se adapten a los pies o utilizar productos específicos para ablandar el cuero.
  • Hacer bolas de papel de periódico: Las bolas de papel periódico pueden ayudar a ensanchar el calzado para prevenir las ampollas y otras lesiones dolorosas. Basta con hacerlas de un tamaño apropiado para la parte interior de cada zapato y, para obtener mejores resultados, aplicarles un poco de crema hidratante.
  • Alcohol: Una de las opciones para ablandar el zapato también es aplicar alcohol por dentro en las zonas donde molesta y calzarlo el tiempo que sea posible para que el propio pie sea el que le dé forma. Habría que repetir el proceso varios días por casa hasta que resulten cómodos.
  • Congelar los zapatos: Otra opción es llenar una bolsa de congelados con agua y meterla dentro del zapato dándole la forma del pie. A continuación, hay que meter el zapato dentro de otra bolsa y dejarlo en el congelador tres días. Así el agua de la bolsa aumentará de tamaño al congelarse y dará de sí la piel. Esta solución es bastante agresiva con la piel del zapato, así que hay que asegurarse de hidratar bien el zapato con betún o crema antes de meterlo en el congelador.
  • Elegir calzado ajustable: Los zapatos con correas ajustables permiten personalizar el ajuste según sea necesario, lo que puede ser útil para acomodar cualquier hinchazón en los pies que ocurre naturalmente durante el día.

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