
Todo aquel que tiene una mascota o colabora de alguna manera a cuidar de los animales sabe que, al igual que los humanos, los animales deben alimentarse de manera sana y equilibrada para cuidar de la mejor manera de su salud y bienestar. Por este motivo existen cientos de variedades de pienso para gatos y perros y actualmente se ha puesto de moda la dieta BARF. La dieta BARF consiste en alimentar a los animales con una dieta cruda que incluye carne, huesos, vísceras, y algunos vegetales y frutas. Esto significa que realmente las dietas BARF se basan en imitar una alimentación natural para perros y gatos al ofrecer comida cruda, pero su nulo control puede generar efectos secundarios. En primer lugar, es importante saber que en dietas crudas pueden prevalecer bacterias como la salmonela o la E. coli y, además, pueden generar un desequilibrio nutricional debido a la posible carencia de nutrientes esenciales como vitaminas y minerales.
Beneficios de la dieta BARF
- El contenido en agua de estos ingredientes naturales es mayor que en el pienso industrial y esto ayuda a que el perro se mantenga hidratado.
- La piel del animal se mantiene sana y el pelo crece más brillante.
- Los huesos más grandes y duros sirven para roer y contribuyen a mantener la dentadura limpia y en buen estado, lo que evita el mal aliento.
- Al ser una alimentación natural, hay menos alergias e intolerancias alimentarias.
- Refuerza el sistema inmune, creando una mayor resistencia a las parasitosis externas e internas.
- Estimula el crecimiento de la masa ósea y muscular.
- Gracias al contenido en fibra, las heces son más voluminosas y tienen menos olor. Además, se producen menos gases intestinales.
- Se reduce el riesgo de obesidad.
- No contiene conservantes ni cereales.
Riesgos de la dieta BARF
Hay que destacar que uno de los principales riesgos de las dietas BARF es la posibilidad de contaminación bacteriana ya que la carne cruda puede estar contaminada con bacterias patógenas como Salmonella, E. coli y Listeria. Estos patógenos no solo representan un peligro para los animales que consumen la dieta, sino también para los humanos que manipulan los alimentos crudos. Hay que recordar que la transmisión de estas bacterias puede ocurrir a través del contacto directo con la carne contaminada, superficies de cocina, o incluso a través de las heces de las mascotas. Además de las bacterias, los parásitos también son una preocupación significativa, no hay que olvidar que la carne cruda puede albergar parásitos como el Toxoplasma gondii, que puede causar toxoplasmosis, una enfermedad que puede ser especialmente peligrosa para personas inmunocomprometidas y mujeres embarazadas.
Pero, además de las bacterias otro riesgo importante es el desequilibrio nutricional. El motivo es que la dieta BARF, si no está bien formulada, puede carecer de nutrientes esenciales o contener cantidades inadecuadas de vitaminas y minerales. Y, ¿Cuál es el problema? Que las deficiencias nutricionales pueden llevar a problemas de salud a largo plazo, como enfermedades óseas, problemas cardíacos y trastornos metabólicos. Por ejemplo, una deficiencia de calcio y un exceso de fósforo en una dieta basada en carne y huesos pueden resultar en desequilibrios que afectan negativamente la salud ósea.
Además, los huesos crudos pueden causar obstrucciones o perforaciones en el tracto gastrointestinal de las mascotas, así como fracturas dentales. Estos problemas pueden requerir intervenciones veterinarias costosas y dolorosas para el animal. Pero ya no es solo eso sino que la preparación y almacenamiento inadecuado de los alimentos crudos pueden aumentar los riesgos de contaminación y enfermedades.
Por qué se ha puesto de moda la dieta BARF
Quienes apuestan por este tipo de alimentación lo hacen basándose en el hecho de que es su forma natural de alimentarse, al igual que lo hacían sus ancestros cuando vivían de forma salvaje. Sus defensores, además, afirman que una dieta basada en este modelo aumenta la vitalidad de los animales, mejora el estado de su pelo, su piel, sus dientes y sus huesos, y favorece unas buenas digestiones.
No hay que olvidar que las mascotas también han evolucionado, al igual que lo ha hecho la especie humana, por lo que tanto su digestión como su metabolismo no son los mismos que los de sus antepasados. Además, a día de hoy no hay un consenso generalizado basado en evidencias científicas que respalde los supuestos beneficios de la dieta BARF para las mascotas.

