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Señales de alerta en una relación tóxica: ¿cómo reconocerlas a tiempo?

Las relaciones tóxicas son un peligro y, a veces, difíciles de identificar. Pero, ¿tienen algunos síntomas claros? ¿cómo identificarlas?

Las relaciones tóxicas son un peligro y, a veces, difíciles de identificar. Pero, ¿tienen algunos síntomas claros? ¿cómo identificarlas?
amor, beso, pareja | Pixabay/CC/vanessagrima01

En los últimos tiempos se habla mucho de los diferentes tipos de relaciones sociales, una de ellas son las relaciones tóxicas pero quizá no todo el mundo sabe definirlas exactamente. ¿Cómo identificarlas? ¿Se puede salir de ellas? Ya que no todas las personas son iguales, los tipos de relaciones tampoco y, por ello, las señales de una relación tóxica pueden variar desde comportamientos controladores hasta falta de apoyo, lo que puede llevar a un estrés constante y a una disminución en la autoestima de los involucrados. Por lo general, una relación tóxica se caracteriza por ser un ambiente donde uno o ambos miembros pueden sentirse agotados, constantemente en alerta, o incluso temerosos de su pareja. Esta situación contrasta enormemente con las relaciones saludables, donde predomina la comunicación abierta, el respeto mutuo y el apoyo incondicional entre los compañeros.

Pero, ¿cómo se puede identificar la toxicidad? No siempre es sencillo ya que la toxicidad puede manifestarse a través de diversos comportamientos, incluyendo la desconfianza, resentimientos prolongados, deshonestidad, y una tendencia a ignorar necesidades personales en favor de las de la pareja.

¿Qué es una relación tóxica?

Lo primero en lo que uno piensa cuando habla de una relación tóxica es que tiene que ver únicamente con una relación de pareja, pero lo cierto es que este tipo de relación puede existir en cualquier ámbito social. Se puede dar en una amistad, con la familia, con compañeros de trabajo, etc. Ahora, ¿qué es una relación tóxica? Pues la palabra que podría definir este tipo de relación es sufrimiento, es decir, que hay un constante sufrimiento en una o ambas partes de la misma, y eso ocasiona que la relación se agriete y amargue. Sin embargo, ¿qué hace caer a las personas en relaciones tóxicas?

Hay una frase muy conocida que puede ser utilizada tanto para referirse a relaciones sanas como para referirse a relaciones tóxicas, y es la siguiente: «Aceptamos el amor que creemos merecer». Hay que tener en cuenta que si uno es una persona con baja autoestima, con poco amor propio, y que precisamente por eso tiene miedo a estar solos, generalmente terminará aceptando con los brazos abiertos a cualquier persona que dé un poquito de amor o de atención. Eso irremediablemente conducirá a dos relaciones tóxicas: la primera es la que se tiene con uno mismo, y la segunda es la que tendremos con la otra persona.

Tipos de relaciones tóxicas

  1. Relación de dependencia emocional: En este tipo de relación se adopta un perfil sumiso ante el otro. Es decir, siempre se antepone el bienestar, la salud mental, todo lo del otro antes que lo de uno mismo. Esto puede ocasionar que uno deje de saber quién es sin la otra persona y que solo sea un objeto que se mueve y hace lo que la otra parte de la relación quiere.
  2. Relación de idealización: Este tipo de relación es más común de lo que se cree, en especial en una relación de pareja, ya que en este caso, ambas partes tienen una visión completamente diferente de lo que quieren de la relación. Esto suele ocurrir porque no se habla o se conversa de las expectativas que tienen de la misma. Si el nivel de idealización es lo suficientemente intenso, se puede convertir en una relación de pareja tóxica. Un ejemplo es cuando uno espera mucho más de lo que la otra persona puede llegar a dar pero se sigue ahí porque se piensa que puede cambiar. No obstante, la dura realidad es que eso no va a pasar.
  3. Relación anclada al pasado: Lamentablemente, el pasado no se puede cambiar. Entender esto es el primer paso para tener una relación sana con todo el mundo. Es cierto que puede haber dolido un montón, pero si se ha sobrevivido es porque siempre estuvo en uno mismo la fortaleza para poder sobrellevar todo aquello que hizo sentir terrible. Así que es importante tomarse el tiempo para sanar, para tomar los aprendizajes que eso dejó y para seguir adelante. Porque, de lo contrario, siempre se estará mirando hacia atrás y cargando una maleta emocional demasiado pesada como para avanzar de una manera sana y consciente.
  4. Relación pasivo-agresiva: De todos los diferentes tipos de relaciones tóxicas, esta es la que más peleas puede traer porque ninguna de las partes siente la libertad de hablar con libertad. La forma de comunicarse no es agradable, siempre deben ir con cuidado, como si en cualquier momento se fuera a pisar vidrio, solo para impedir las indirectas, entredichos hostiles, etc. En muchas ocasiones puede ser porque la pareja simplemente no sabe cómo comunicarse porque hay mucha rabia, celos, rencor o tristeza de por medio. Este tipo de relaciones puede haber mucho maltrato psicológico y existe en todo tipo de entorno: familiar, laboral, de amigos, de pareja. Son relaciones que deterioran enormemente la salud mental de ambas partes.
  5. Relación basada en el miedo: El tipo de relaciones que se basan en el miedo por lo general ocurren cuando detrás de eso hay maltrato físico y/o maltrato psicológico. Es muy común que los casos de violencia de género salgan de este tipo de relación tóxica. El miedo invade a la persona que sufre de estos actos violentos, chantaje emocional y falta de respeto y, poco a poco, van anulando cualquier posibilidad de escapar de la persona tóxica o de encontrar alguna clase de solución al problema.
  6. Relación de llenado: Tal como lo indica su nombre, este tipo de relaciones son para llenar un espacio vacío, ya sea el que dejó una persona anterior o para compensar con una carencia que la persona tenga. En el primero de los casos, es una falta de respeto a los sentimientos del otro, porque se tiene una persona al lado para no quedarse solo con uno mismo. En el segundo de los casos, hay que aprender a estar cómodo en soledad: uno mismo es la única persona que se va a acompañar hasta el día en el que muera. Por ello es importante conocerse, amarse y, una vez se haya sanado, darse la oportunidad de compartir con alguien. Porque el amor que se da es el reflejo del amor que uno se tiene a sí mismo.

Signos de alerta ante una relación tóxica

  • Aislamiento de amigos y familia: Una de las señales más comunes de una relación tóxica es cuando la pareja expresa desagrado o incomodidad con el hecho de que se pase tiempo con amigos y familiares. Esto suele realizarse ya que, al limitar las interacciones con las personas cercanas, la pareja puede aumentar su influencia y control, creando una dependencia emocional y socialmente. Este aislamiento también puede llevar a una sensación de soledad y desconexión, lo que facilita que la pareja ejerza más poder y minimiza las oportunidades de recibir apoyo externo.
  • Manipulación emocional: Las relaciones tóxicas suelen estar marcadas por la manipulación. Esto puede manifestarse en la forma de chantaje emocional, donde una persona usa el miedo, la culpa o el silencio para lograr que la otra actúe según sus deseos.
  • Comunicación tóxica: En lugar de amabilidad y respeto mutuo, la mayoría de las conversaciones están llenas de sarcasmo o crítica y alimentadas por el desprecio. En ocasiones, incluso pueden comenzar a esquivar las llamadas solo para descansar de las inevitables discusiones y hostilidad.
  • Envidia o celos: Aunque está perfectamente bien sentir un poco de envidia de vez en cuando, en realidad puede convertirse en un problema si la envidia impide pensar positivamente en los éxitos de la pareja. Lo mismo ocurre con los celos. Sí, es una emoción humana perfectamente natural. Pero cuando conducen a la sospecha y la desconfianza constantes, pueden desgastar rápidamente la relación.
  • Control excesivo: Uno de los signos más comunes es cuando una de las personas intenta controlar a la otra. Esto puede incluir desde decisiones pequeñas, como qué ropa usar, hasta aspectos más importantes de la vida como a qué amigos ver o cómo gastar el dinero. El control se disfraza a menudo de "preocupación" o "cuidado", pero limita la libertad y autonomía de la otra persona.
  • Desprecio por las opiniones de la otra persona: Una relación tóxica también se caracteriza por la falta de consideración hacia las opiniones. Si la pareja regularmente ignora o minimiza lo que uno piensa, siente o dice, es una clara señal de falta de respeto. Este tipo de comportamiento puede manifestarse de varias maneras, desde interrumpir constantemente durante las conversaciones hasta hacerle sentir que los puntos de vista no son importantes o válidos. Con el tiempo, esto puede erosionar la autoestima, haciendo a uno dudar de su capacidad para tomar decisiones o expresar sus necesidades.
  • Adopta el papel de víctima y utiliza el chantaje emocional: Hace a la otra persona sentirse culpable de todo lo que pasa en la pareja y de lo que le pasa a él. Si hace un favor, lo recuerda para que le sea devuelto. Se enfada si no se hace lo que quiere. Sus celos son prácticamente patológicos, pero no lo reconoce sino que que la culpa sea del otro. Él es la víctima de que lo que tú hagas. Se crea una culpa de otros problemas que tiene y se autocompadece continuamente por todo.
  • Dependencia emocional: Otra señal de alerta importante es cuando la pareja verbaliza o da a entender que sin ella, no se sería nada ni nadie. Este tipo de manipulación psicológica puede ser muy dañina, ya que tiene el objetivo de hacer sentirse inseguro y dependiente de la relación. La pareja tóxica puede hacer creer que el valor como persona está condicionado a su presencia en la vida, lo que puede minar gravemente la autoestima y la independencia emocional.
  • Faltas de respeto: Insultos, humillaciones y críticas constantes son señales claras de falta de respeto. En una relación saludable, ambas partes se tratan con dignidad y consideración. Cuando esto no ocurre, la autoestima de una persona puede deteriorarse significativamente.
  • Relaciones sexuales para evitar conflictos: Uno de los indicadores más serios de una relación tóxica es cuando se mantienen relaciones sexuales no por deseo, sino para evitar discusiones o conflictos. El sexo en una relación sana debe ser consensuado y deseado por ambas partes, pero en una relación tóxica, puede convertirse en una herramienta de manipulación. Cuando uno se siente presionado o forzado a tener relaciones sexuales para evitar que su pareja se enfade o genere un conflicto, estás experimentando coerción sexual, lo que constituye una forma de abuso y maltrato.
  • Inestabilidad emocional: Si uno siente que está constantemente caminando sobre cáscaras de huevo, temiendo cómo reaccionará su pareja a algo que se diga o se haga, es una señal clara de una relación tóxica. El miedo a generar conflictos o enfrentarse a explosiones emocionales puede ser indicativo de un ambiente inestable.

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