En los últimos años incluso los matrimonios que parecen más duraderos y consolidados, tanto de la jet set como de las familias normales y corrientes, parece que ha surgido una tendencia denominada divorcio gris, aunque también se conoce con el nombre de divorcio de plata o divorcio de diamante. Pero, ¿qué es el divorcio gris? El divorcio gris hace referencia a las parejas casadas que se divorcian con más de 50 años de edad, después de estar casados durante muchos años.
Si uno mira las estadísticas, podrá ver que la tasa de divorcios entre adultos de 50 años o más se duplicó entre 1990 y 2010. De hecho, un reciente estudio advirtió que uno de cada cuatro divorcios que tuvo lugar en 2010 fue entre personas de 50 años o más. El nombre de divorcio gris o divorcio de plata es porque afecta a parejas maduras con "canas" que han estado juntas durante muchos años. Estos datos confirman que ya no solamente se divorcian las parejas más jóvenes sino que, cuando el amor se acaba entre los mayores, incluso llevando décadas de matrimonio a la espalda, el divorcio también parece ser una opción.
Este tipo de divorcios, a diferencia de los divorcios en personas más jóvenes, se produce en una etapa de la vida en la que las parejas ya han criado a sus hijos, consolidado sus carreras y, en muchos casos, se están preparando para la jubilación. Este tipo de divorcio ha aumentado significativamente en las últimas décadas, especialmente en países occidentales. De hecho, solamente hace falta encender la televisión para observar que los divorcios entre personas mayores son cada vez más comunes. En España concretamente el número de divorcios ha disminuido, aunque sigue señalando que la edad media de las personas que terminan divorciadas se sitúa entre los 40 y 50 años.
Pero, ¿por qué se divorcian personas mayores? Una opción puede ser que tomar la decisión de divorciarse tras muchos años de matrimonio es una idea muy premeditada. Muchas veces estos divorcios ya arrastran problemas muy prolongados en el tiempo, pero es difícil acabar con un vínculo donde hay hijos, familia, amigos comunes, vacaciones, una casa, etc. En algunos casos, la necesidad del divorcio surge de vivir bien los años que le queden. Prefieren disfrutar de ese tiempo dedicándoselo a ellos mismos. Pero uno de los factores por los que mucha gente se lo piensa bien antes de divorciarse tiene que ver con la economía. Empezar de cero con determinados años puede ser difícil. Además hay muchas tareas burocráticas que asumir a las que muchas personas no están dispuestas de enfrentarse.
¿Por qué se divorcia la gente?
Antes de hablar de los motivos que habitualmente llevan a un divorcio hay que recordar que el matrimonio no es un pacto de por vida que obliga a la otra persona a quedarse sin importar las circunstancias. Las relaciones deben construirse y nutrirse diariamente para evitar que se deterioren. Si no se hace, las consecuencias pueden incluir:
- Una comunicación deficiente
- Desarrollo de personalidades, valores y objetivos incompatibles
- Cambio de prioridades
- Infidelidad y/o falta de confianza
- Sensación de estar atrapado en la relación
- Insatisfacción de las necesidades de una o ambas partes
Con el paso del tiempo, la rutina y el aumento de compromisos pueden hacer que estos factores tengan un mayor impacto cuanto más larga sea la relación. Sobre todo, una de las causas que más afecta, y más a una edad adulta, es la posibilidad de conocer a una tercera persona debido a una pérdida de interés en la pareja. Por eso, es común que muchas relaciones que en un inicio no tenían discordancias se acaben desgastando y terminen en divorcio.
¿Por qué hay ahora más divorcios grises?
Pues bien, la idea del divorcio gris no está necesariamente ligada a que las personas mayores tengan más conflictos que las parejas jóvenes. De hecho, la evolución del divorcio a tasas de edad más altas tienen que ver con la mayor tolerancia y la aceptación del divorcio por parte de la sociedad general y de las personas mayores en particular, así como con la mayor independencia económica y emocional de la mujer. Hay que tener en cuenta que la independencia económica de las mujeres, que anteriormente estaban más limitadas a la vida en pareja, les permite tomar ahora decisiones como la de poner fin a su matrimonio.
Por otro lado, es cierto que la mayor esperanza de vida actual o las expectativas de llevar a cabo otra forma de vida pueden influir en que los matrimonios más asentados decidan continuar sus caminos por separados. Otros factores que intervienen también tienen que ver con problemas que afectan a todo tipo de parejas en general, como la falta de comunicación o las infidelidades.
Otro de los motivos quizá importantes en el aumento de este tipo de divorcios es el cambio en las normas sociales. Es decir, en el pasado, las generaciones anteriores tendían a quedarse en matrimonios infelices debido a la presión social o la creencia de que el matrimonio es para toda la vida. Sin embargo, las normas sociales han cambiado y hoy el divorcio es más aceptado. Por este motivo, las personas sienten menos estigma al terminar una relación a largo plazo.
Otra de las opciones es la sensación de nido vacío, esta surge cuando los hijos se independizan. En ese momento, algunas parejas descubren que ya no tienen intereses comunes o que la relación ha cambiado. Sin la dinámica familiar de crianza, los problemas en la relación que antes se evitaban se vuelven más evidentes.
Consecuencias del divorcio gris
- Emocionales: el divorcio en las personas de mayor edad suele ser más doloroso debido a la sensación de fracaso personal y relacional, por lo que puede llevar sentir una pérdida de seguridad.
- Económicas: es posible que la pareja tenga que dividir sus bienes e ingresos, lo que puede afectar a su estilo de vida en el ámbito económico.
- Sociales: en las parejas de mayor edad, el divorcio puede verse como algo más negativo y pueden sentirse más aisladas. A ciertas edades, puede ser más difícil que cada uno rehaga su vida o que conozcan un nuevo círculo social fuera del matrimonio.