
La limpieza del hogar es importante más allá del tiempo que se le pueda dedicar a ella a la semana, pero especialmente hay dos rincones de la casa que hay que tener un especial cuidado. La cocina y el baño con el único fin de evitar gérmenes y enfermedades. Dentro del baño es evidente que el inodoro es uno de los puntos más críticos, pues las bacterias que se acumulan en este lugar pueden ser perjudiciales para la salud.
Es obvio que en el baño es donde puede acumularse más suciedad exterior e incluso pequeños restos de materia orgánica, pero también manchas de cal y ciertos malos olores que pueden resultar molestos. Por ello, llevar a cabo una exhaustiva desinfección para acabar con bacterias y moho puede ser clave. Pero, ¿cómo mantener limpio más tiempo el inodoro? Recientemente ha ganado notoriedad un truco que ayuda a mantener impoluto el váter por medio de un ingrediente natural como la sal. Con este condimento, además de bicarbonato de sodio y aceite esencial de cualquier fragancia, se consiguen neutralizar gérmenes y bacterias a la vez que se perfuma el inodoro con un agradable aroma.
Esto es algo que puede resultar llamativo pero no es la primera práctica con comida que se utiliza, de hecho, entre las prácticas curiosas que se han podido observar en la sociedad aplicadas al inodoro, la de usar Coca-Cola es una de las más sorprendentes, pero no es la única. Otra que puede llamar la atención es la de echar sal gruesa todas las noches.
Este método busca facilitar la higiene y la limpieza de un elemento fundamental del baño como es el inodoro. Poner sal gruesa tiene varios beneficios, especialmente cuando se usa como una solución natural de limpieza y mantenimiento. Hay que tener en cuenta que la sal gorda, o sal gruesa, es un tipo de sal con cristales más grandes que la sal de mesa común, lo que le confiere propiedades especiales para la limpieza y desinfección.
Beneficios de echar sal gorda en el inodoro
- Limpieza y desinfección: La sal es conocida por sus propiedades antibacterianas y antisépticas naturales. Por ello, al echarla en el inodoro, se ayuda a eliminar gérmenes y bacterias que pueden acumularse en la superficie y en las tuberías. Ya se sabe que la sal tiene propiedades antimicrobianas, lo que significa que puede ayudar a reducir la acumulación de microorganismos que suelen proliferar en el ambiente húmedo del baño. Al dejarla actuar durante toda la noche, la sal tiene tiempo suficiente para desinfectar las superficies internas del inodoro, contribuyendo a un ambiente más higiénico.
- Prevención de manchas y sarro: El agua dura puede dejar manchas y acumular sarro en el inodoro. La sal actúa como un agente suave para ablandar el agua, lo que puede ayudar a prevenir la formación de estas manchas y acumulaciones. Este efecto de limpieza suave es especialmente útil para el mantenimiento diario y puede reducir la necesidad de realizar de limpiarlo con más esfuerzo.
- Solución contra obstrucciones leves: Aunque no reemplaza a un desatascador químico para atascos graves, es una solución efectiva y ecológica para problemas menores, evitando que se acumulen y se conviertan en problemas mayores. El motivo es que los cristales de sal, al disolverse lentamente, pueden arrastrar pequeños residuos acumulados en las cañerías, previniendo la formación de bloqueos o desatascando obstrucciones leves. Además, mezclada con agua caliente o vinagre, la sal potencia su acción limpiadora y puede ayudar a mantener las tuberías en buen estado sin necesidad de productos químicos agresivos.
- Neutralización de olores: Los malos olores son comunes en los baños, y la sal puede ser un neutralizador natural. Al echarla regularmente en el váter, ayuda a absorber y contrarrestar olores desagradables, manteniendo el aire más fresco. El motivo es que la sal puede neutralizar olores desagradables al absorber la humedad y las bacterias responsables de la descomposición de los residuos. Esto resulta especialmente útil en inodoros con poca ventilación o donde los olores tienden a concentrarse.
- Económico y ecológico: Además es un producto económico y fácilmente disponible. Su uso como agente de limpieza y mantenimiento ofrece una alternativa ecológica a los productos químicos agresivos, contribuyendo a un hogar más sostenible.
- Efecto espiritual: En muchas culturas, la sal se ha usado como un elemento de protección y purificación, y algunas personas colocan sal en el inodoro como un ritual para eliminar energías negativas del hogar.
¿Cómo hacer la mezcla de sal para tirar en el váter?
En un recipiente, basta con mezclar 250 gramos de bicarbonato, 250 gramos de sal gorda y unas 25 gotas de aceite esencial. Si se quiere contar con propiedades desinfectantes adicionales, lo ideal es elegir aceite esencial de árbol del té y, si se quiere perfumar, hay que optar por aceite de menta, cítricos o lavanda. Luego hay que echar la mezcla en el inodoro antes de dormir y deja que actúe durante toda la noche. Al despertar, es necesario hervir una olla de agua y verterla en el inodoro. Una vez se tire de la cadena, el váter estará más limpio y con un aroma fresco o más agradable en el ambiente.
Ahora bien, este proceso es recomendado una vez al mes o cada quince días, así se ayudará a desinfectar y limpiar a fondo las tuberías, disolviendo cualquier acumulación de cal.
¿La sal dañará las tuberías?
Si bien la sal puede descomponer residuos y ayudar a eliminar obstrucciones, es crucial usarla con moderación. El motivo es que las tuberías de PVC, resistentes a muchos agentes, pueden corroerse con un uso excesivo de sal. Por eso es que no debe echarse sal al váter todas las noches.
Para evitar problemas se debe mantener un equilibrio adecuado entre los beneficios de la sal y la preservación de las tuberías. Por ello, lo ideal es no repetir el proceso más de una vez cada quince días.

