
El ritmo de vida acelerado y el estrés que se vive en la sociedad actual puede afectar enormemente a la salud, tanto física como mental. Por ello, tanto los suplementos como las plantas medicinales están a la orden del día y son grandes aliados naturales de las personas para restaurar el equilibrio y fortalecer el cuerpo. Pero no es algo nuevo sino que, a lo largo de la historia, estas opciones terapéuticas han destacado por su capacidad para brindar nutrientes esenciales y compuestos bioactivos que promueven la vitalidad y el bienestar.
Pero, ¿el aceite de coco se podría considerar una planta medicinal? No planta medicinal no, ni suplemento, simplemente es un aceite que tiene propiedades diferentes al de oliva o el de girasol. Por ello, hay que ver sus beneficios, su nivel de seguridad y eficacia, efectos secundarios, así como su reacción al interactuar con medicamentos, alimentos y otras plantas curativas o suplementos. Además, puede utilizarse tanto en cosmética como en alimentación, por lo que ha ganado popularidad en los últimos años como un producto saludable.
Pero, ¿qué es el aceite de coco? También conocido como manteca de coco, el aceite de coco es un aceite vegetal que, al tratarse de una sustancia grasa, contiene alrededor del 90% de los ácidos saturados al extraerlo de la pulpa o la carne de los cocos. De esta manera, cuenta con un alto contenido en grasa saturada beneficiosas tanto a nivel de cosmética como salud.
Pros del aceite de coco para la salud
- Fuente de ácidos grasos de cadena media (MCTs): El aceite de coco contiene ácidos grasos de cadena media, como el ácido láurico, el ácico caprílico y el ácido cáprico que el cuerpo metaboliza de manera diferente a otros tipos de grasas. Estos MCTs se absorben rápidamente y se utilizan como fuente de energía inmediata, lo que puede ser beneficioso para personas que practican deportes de resistencia.
- Cuidado y salud cardiovascular: El aceite de coco ayuda a aumentar los niveles de colesterol bueno (HDL), que tiene una relación directa con la salud del corazón.
- Eliminación de grasas: Ayuda al funcionamiento del metabolismo al utilizar la energía de manera más eficiente, por lo que es un buen remedio para adelgazar.
- Beneficia la salud cerebral: El aceite de coco provee grandes cantidades de cetona, un compuesto químico que ayuda a la memoria.
- Cuida la salud dental: Gracias a sus propiedades antibacterianas, reduce la presencia de caries y placa dental. Además, también puede eliminar las bacterias encargadas de producir mal aliento.
- Propiedades antimicrobianas y antioxidantes: El ácido láurico presente en el aceite de coco tiene propiedades antimicrobianas, que ayudan a combatir bacterias y hongos. Esto puede ser útil en la prevención de infecciones, especialmente en el cuidado de la piel y el cabello. Además, el aceite de coco contiene antioxidantes que pueden ayudar a reducir el daño celular causado por los radicales libres.
- Mejora de la salud del cabello y la piel: En el ámbito cosmético, el aceite de coco es valorado por sus propiedades hidratantes. Puede utilizarse como acondicionador natural para el cabello, ayudando a prevenir el daño y la sequedad. En la piel, actúa como un humectante, reduciendo la sequedad y aportando suavidad. Además, la aplicación de aceite de coco en la piel puede reducir los síntomas del eccema tanto en niños como en adultos. También se utiliza para aliviar síntomas de la psoriasis.
Contras del aceite de coco para la salud
- Alto contenido de grasas saturadas: El aceite de coco contiene un 82% de grasas saturadas, un porcentaje considerablemente mayor que el de otras fuentes de aceite vegetal. Las grasas saturadas han sido vinculadas con un aumento del colesterol LDL ("malo"), lo que podría elevar el riesgo de enfermedades cardiovasculares si se consume en exceso.
- Patologías cardiovasculares: De la misma manera que las grasas saturadas ayudan, un consumo en exceso de estas puede resultar perjudicial, ya que hay que mantener el índice de grasas saturadas en el organismo bajo. Si se eleva, puede provocar ictus o infartos.
- Colesterol LDL: No es recomendable consumir aceite de coco si se tienen los índices del colesterol malo, el LDL, altos. Es cierto que el aceite de coco ayuda con el colesterol bueno HDL, pero es fácil no controlarse y perjudicar los niveles del colesterol malo.
- Indigestiones: Para aquellas personas que tiene el estómago delicado no es una buena idea consumir aceite de coco, ya que es pesado.
- Personas con Enfermedad de Crohn: puede provocar irritaciones de la mucosa intestinal y desencadenar diarrea o retortijones.
- Hipertensión: Debido a sus grasas saturadas, el aceite de coco sube la presión arterial.
- Diabetes: Su consumo en exceso puede provocar una producción de azúcar desmesurada.
- Alergias cutáneas: No hay que olvidar que el aceite de coco proviene de un fruto, por lo que nos podría provocar una reacción adversa.
- Posible aumento de peso: Al ser muy calórico, el aceite de coco puede contribuir al aumento de peso si se consume en exceso, especialmente si se utiliza como sustituto de grasas más saludables en la dieta, como el aceite de oliva o de aguacate.
- Falta de evidencia científica concluyente: Aunque el aceite de coco es popular, muchos de los beneficios que se le atribuyen no están respaldados por estudios científicos sólidos. La evidencia sobre su impacto positivo en la salud cardiovascular sigue siendo limitada y a menudo contradictoria.

