Las manos son la parte del cuerpo que más se ve afectada por las inclemencias meteorológicas. Los cambios de temperatura y la exposición en algunos ambientes secos hace que nuestras manos sufran más de la cuenta.
La mejor manera de cuidar nuestras manos es aplicar cremas para mantenerlas suaves e hidratadas. Sin embargo, no se debe pasar por alto que existen otros métodos más económicos para mantener la salud de nuestras manos en estos meses de invierno.
El agua y los guantes
En primer lugar, es importante mantener un consumo de agua adecuado a lo largo de día. El agua ayuda a mantener hidratado todo el cuerpo y con ello mejorará también la salud de nuestra piel en general.
Por otro lado, también es importante a la hora de lavarse las manos, emplear agua templada ya que el agua muy caliente elimina la capa protectora de la piel, según la web de Recoletas Salud. También, debemos emplear jabones que no contengan alcohol para preservar la salud de las manos.
Otro elemento que juega un papel importante en el estado de nuestras manos son los guantes. Si vamos a salir al exterior es conveniente proteger nuestras manos con guantes para evitar someter a nuestras manos a cambios bruscos de temperatura o temperaturas extremadamente bajas. De igual manera, lo mejor para nuestras manos, en caso de manipular sustancias agresivas por motivos laborales, es emplear guantes de protección adecuados.
Humidificadores y cremas
Los humidificadores son una excelente opción para mantener los niveles de humedad correctos en nuestro hogar. Al igual que las cremas, ofrecen una ayuda a los remedios caseros para complementar la salud de las manos. Cuando los niveles de humedad en el ambiente descienden la barrera protectora de nuestra piel se ve afectada y el humidificador lo que hace es emitir una niebla hasta que los niveles del ambiente se estabilizan.
Las cremas son importante si se quiere preservar un estado óptimo de salud en nuestras manos. Además es importante destacar que si se va a emplear una crema, sea una específicamente para manos porque las manos tienen unas necesidades diferentes a las del resto de la piel.