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Pros y contras de consumir alcachofas a diario

La alcachofa es muy utilizada en la cocina, sobre todo cuando uno está a dieta. Pero, ¿cuáles son sus beneficios y sus contraindicaciones?

La alcachofa es muy utilizada en la cocina, sobre todo cuando uno está a dieta. Pero, ¿cuáles son sus beneficios y sus contraindicaciones?
Corazones de alcachofa servidos a la plancha con foie. | Flickr/CC/Joanbrebo

La alcachofera o Cynara scolymus es una planta invernal originaria de Etiopía que brota cada año y sus frutos son apreciados en la cocina por su sabor y sus beneficios para la salud. La alcachofa es conocida por sus propiedades depurativas y beneficios para el hígado. Pero no solo aporta una buena cantidad de vitaminas y minerales sin aportar apenas grasas, sino también una fibra, la inulina, que posee un efecto prebiótico, y se le atribuyen numerosos efectos terapéuticos. La alcachofa no solamente se utiliza en la cocina sino que también se utilizan las hojas de la planta con fines medicinales.

El nombre de la alcachofa proviene del árabe, al-khanhuf, recordemos que esta hortaliza atravesó el Mediterráneo de la mano de los árabes para desembarcar en Sicilia y de ahí hasta Florencia. Concretamente fue Catalina de Médici quien la introdujo en la corte francesa de Enrique II y decretó que era un alimento sólo para hombres, pues desde la Edad Media la alcachofa era considerada un alimento afrodisíaco.

Quizás se le atribuyó esta propiedad por su enorme capacidad para generar bienestar en el organismo, de ahí que hoy se incluya en el grupo de los llamados alimentos-medicina junto con el ajo y la cebolla. Además, su apariencia física, que recuerda a la de un corazón, ya parece sugerir las virtudes curativas que encierra y que ayudan a mantener la salud de forma natural.

Origen de la alcachofa

Según una leyenda greco-romana, la alcachofa nació como castigo de Zeus, quien se enamoró de una ninfa llamada Cynara. Al ser rechazado por ella, Zeus decidió convertirla en una alcachofa. Hay que destacar que esta planta ya era utilizada en la época de la antigua Roma por sus virtudes digestivas. Fue en el siglo XV cuando la alcachofa se ganó un lugar como fruta noble, gracias al gusto de Catalina de Médici, que la apreciaba particularmente.

Desde el punto de vista geográfico, la alcachofa es originaria de la cuenca mediterránea, donde disfruta de suelos fértiles y climas templados a cálidos. Hoy en día, la variedad "Camus de Bretagne" es la más consumida y data del siglo XIX.

Pros del consumo diario de alcachofa

  • Ricas en nutrientes: Las alcachofas son una excelente fuente de fibra, antioxidantes, vitaminas (como la vitamina C y K) y minerales esenciales como magnesio, potasio y fósforo.
  • Mejora la digestión: Gracias a su alto contenido en fibra, las alcachofas favorecen el tránsito intestinal y ayudan a prevenir el estreñimiento. También contienen inulina, un prebiótico que promueve una microbiota intestinal saludable.
  • Beneficios para el hígado: Las alcachofas contienen cinarina y silimarina, compuestos que pueden favorecer la desintoxicación del hígado y mejorar su función, además de contribuir a la producción de bilis.
  • Control del colesterol: Diferentes estudios han demostrado que las alcachofas pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL (el "malo") y aumentar el colesterol HDL (el "bueno"), promoviendo la salud cardiovascular.
  • Regulación del azúcar en sangre: Por su bajo índice glucémico y contenido de fibra, las alcachofas son ideales para personas que buscan mantener estables sus niveles de glucosa.
  • Reduce la inflamación: La cinarina que contiene es un flavonoide de acción antiinflamatoria cuya principal virtud es la de regenerar la célula hepática, incluso eliminando la sensación de malestar y náuseas propias de los enfermos hepatobiliares. La razón es que la cinarina estimula la circulación sanguínea en este órgano y aumenta el número de hepatocitos con núcleo doble.
  • Favorece la alimentación en la infancia: La alcachofa es además un alimento idóneo para introducir el sabor amargo en la alimentación infantil, ya que cuando tomamos un sorbo de agua comiendo alcachofas un insólito dulzor invade nuestra boca. Esto parece deberse a que su flavonoide cinarina, que le otorga su característico sabor amargo, se disuelve en el agua mientras que la dulzura de la inulina, uno de sus azúcares característicos, permanece todavía en el paladar.
  • Ayuda a recuperar hambre: La alcachofa es un alimento con propiedades aperitivas. Un preparado muy efectivo en este caso es hervir una alcachofa previamente troceada durante 15 minutos. El caldo resultante se cuela y se toma veinte minutos antes de las principales comidas.
  • Es buena para la piel: Muchas dermatitis desaparecen o mejoran tras estimular los procesos de desintoxicación hepática. El consumo regular de alcachofas puede contribuir a mejorar, así, algunas afecciones crónicas de la piel.

Contras del consumo diario de alcachofa

  • Problemas digestivos en exceso: Aunque benefician la digestión, su alto contenido en fibra puede causar hinchazón, gases o molestias en personas con sistemas digestivos sensibles o con trastornos como el síndrome del intestino irritable. En general, consumir demasiada fibra puede causar hinchazón, gases, calambres y diarrea.
  • Efecto diurético: Las alcachofas tienen propiedades diuréticas que pueden ser útiles para evitar la retención de líquidos, pero su consumo excesivo podría llevar a una pérdida excesiva de minerales y deshidratación.
  • Riesgo de alergias: En casos poco comunes, las personas alérgicas a plantas como margaritas, crisantemos o caléndulas pueden experimentar reacciones alérgicas al consumir alcachofas. Algunos de los síntomas más comunes son erupciones cutáneas, dificultad para respirar o hinchazón de la cara o la lengua.

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