
Romper una relación sentimental siempre es duro y difícil, pero cada persona la lleva de una manera diferente. Si bien es cierto que todo el mundo aspira a una ruptura civilizada, consensuada y evitando que ninguno sufra.... pero eso es demasiado idílico. El motivo es que, cuando uno está en una relación, espera encontrar en ella un espacio seguro de cuidados donde poder ser uno mismo. Cuando esto no transcurre como se esperaba, o ese espacio se rompe de manera abrupta, suele ser difícil gestionarlo y aparecen sentimientos como el dolor, la culpa, o echar de menos la ausencia que implica una ruptura. Una reacción muy frecuente de las personas es querer borrar todo rastro del paso de la expareja y no querer saber nada de la otra persona. Algo que cada vez es más complicado debido a la aparición de las redes sociales, que van a dificultar el esperado olvido.
Son diversas las razones por las que una pareja tiene que romper con su relación, desde motivos más trágicos como el maltrato o las discusiones hasta otros factores como la distancia o la incompatibilidad. En cualquier caso, son momentos que uno debe atravesar o superar, aunque en ciertos aspectos se pueda volver complicado. Uno de los factores vinculado al proceso de sanación es el llamado "síndrome de Voldemort", en el que caen muchas personas con el paso del tiempo. Durante una ruptura es normal sentir tristeza, rabia o confusión, pero se debe aceptar la realidad sin negar el dolor. Por eso, un error es forzarse asimismo a estar bien, algo que se debe evitar, pues reprimir las emociones solo hará que el proceso dure más.
Muchas personas, en cuanto sufren una ruptura, lo primero que hacen es borrar el teléfono de la otra persona y todas las fotografías que tenían juntos, al menos en su móvil. En la era de las redes sociales posiblemente sea más complicado borrar todo el rastro.... Y, precisamente el "síndrome Voldemort" alude a eliminar todos los rastros virtuales que quedan de la persona con la que se tuvo el romance. A diferencia de en décadas y siglos pasados, en donde alejarse físicamente era la principal opción, hoy internet y las redes sociales dificultan ese proceso de distanciamiento. Es por esto que muchas personas quieren borrar de sus vidas la huella de la otra persona. Incluso, más allá del ámbito digital.
Qué es el "síndrome de Voldemort" en una ruptura de pareja
Al producirse una ruptura, hay personas que, debido al dolor, optan por borrar todo rastro de esa persona, incluso su nombre. Esto se conoce como ‘el síndrome de Voldemort’, es decir, no querer nombrar a tu ex por si se te aparece. Pero, ¿por qué se hacen estas cosas? Este síndrome es una forma de afrontar una ruptura, y se caracteriza por hacer desaparecer todo rastro de la expareja: deshacerse de las fotos juntos, de los regalos, de objetos que tienen un significado especial, cambiar la decoración de la casa por completo o incluso mudarte.
Pero no solo eso sino que también es habitual cambiar los hábitos diarios para evitar cualquier encontronazo. Por ejemplo, elegir otro camino para ir a un lugar si existe una mínima posibilidad de encontrárselo, o dejar de acudir al restaurante favorito porque también le gustaba al ex. La idea es vivir como si esa persona no hubiera existido nunca. Así, otro de los pasos es contar el contacto con esa persona, bloqueándole o dejándole de seguir en redes si es necesario, esto es porque se piensa que cuanto menor sea la exposición hacia la expareja, más fácil será la recuperación. Pero, según diversos expertos es algo que puede prolongar el duelo. De hecho, este síndrome de Voldemort puede hacer que una persona incluso prohíba cualquier mención de su nombre entre amigos y familiares.
Este comportamiento busca evitar el dolor de la ausencia, pero también puede provocar el efecto contrario... Al centrarse tanto en borrar a la expareja, se termina por convertirlo en una presencia constante en la mente, lo que prolonga innecesariamente el proceso de duelo.
¿Por qué ocurre?
Tras una separación, las emociones pueden ser intensas y difíciles de procesar. Evitar nombrar a la expareja es una forma de autoprotección emocional, y puede deberse a varias razones:
- Dolor emocional: Mencionar su nombre puede traer recuerdos dolorosos y reabrir heridas.
- Negación o bloqueo: Eliminar su presencia del lenguaje ayuda a algunas personas a seguir adelante.
- Rabia o resentimiento: No darle nombre puede ser una manera de restarle importancia o castigar emocionalmente a la otra persona.
- Idealización o apego: Para quienes aún sienten amor o admiración, evitar el nombre es una forma de no avivar esos sentimientos.
- Presión social: A veces, los amigos y familiares también dejan de mencionar a la expareja para evitar incomodar.
¿Cómo superarlo?
Si bien es importante evitar el contacto para superar una ruptura, no es necesario recurrir a medidas tan extremas, ya que se estaría entrando en una tendencia evitativa y una forma de evadirse de la realidad que en cualquier momento, podría hacer un "efecto boomerang", es decir, un momento en el que venga de repente el recuerdo de forma inconsciente y nos haga más daño. Por tanto, el objetivo tras una ruptura es aceptar, superar y seguir hacia delante, sin dejar de sentir y procesando y aprendiendo de la experiencia. El pasado no se puede borrar, sino aprender de él, algo crucial para darle espacio a nuestras emociones y que no nos nublen de la realidad. Por tanto, ¿cuáles serían los pasos a seguir tras una ruptura?
- Aceptar lo vivido y darle un lugar en el pasado sin miedo a mencionarlo.
- Hablar de la ruptura de manera objetiva cuando sea necesario.
- Enfocarse en el crecimiento personal en lugar de evitar el tema.
Una alternativa al síndrome de Voldemort
Si bien, cada un intenta salir del dolor de una ruptura de la mejor forma posible, la mayoría de especialistas no recomiendan tomar medidas tan extremas. De hecho, algunas de las claves para salir de una ruptura con éxito pasan por evitar el contacto con la expareja, pero no de una forma tan extrema. Es necesario evitar las interferencias que supone encontrar a esa persona todo el tiempo, pero tampoco es necesario borrar su huella.
Por otro lado, respetar el propio ritmo de recuperación es fundamental. No se debe forzar la superación de la pérdida, permitiendo que las emociones se desarrollen naturalmente en cada fase, desde la negación hasta la aceptación. Recordemos que la expresión y procesamiento de las emociones dolorosas son esenciales en el proceso de duelo. Apoyarse en otros, buscar consuelo en relaciones de confianza y utilizar estrategias como escribir un diario para expresar sentimientos contribuyen a una gestión más saludable de las emociones. Además, aprender a estar solo, valorarse y desarrollar el autoapoyo son aspectos importantes durante esta época complicada.
Finalmente, superar la pérdida también implica aprovechar el tiempo libre para realizar nuevas actividades. Explorar intereses, socializar con amigos, viajar, hacer ejercicio, y dedicarse a proyectos creativos son formas de retomar el control de nuestra vida con energía positiva.

