
El pan es un alimento básico en la alimentación humana desde la Prehistoria, es una fuente de carbohidratos ideal y sencilla de cocinar. Se suele preparar con una masa elaborada a base de harina, agua, masa madre o levadura y un poco de sal. Técnicamente, se designa con el nombre de pan al producto perecedero resultante de la cocción de una masa obtenida por la mezcla de harina de trigo, sal comestible y agua potable, fermentada por especies de microorganismos propias de la fermentación panaria como el Saccharomyces cerevisiae.
Pero, en la actualidad existen numerosos tipos de pan, tanto por sus ingredientes como por sus formas y características. De hecho, en muchas ocasiones se ha comprado una barra de pan por la mañana y por la noche ya se ha puesto duro. Para evitar que esto ocurra existen una serie de trucos que ayudarán para que las barras y hogazas se mantengan en perfectas condiciones durante más tiempo. Eso sí, hay panes y panes, uno de masa madre elaborado de manera artesana siempre durará más que el industrial.
No obstante, a pesar de que existe la falsa creencia de que el pan engorda, la realidad es que aporta muchos de los nutrientes que el organismo necesita. Si bien es cierto que, como ocurre con ciertos alimentos, no se debe abusar del pan, pero en una dosis normal es fuente importante y básica de hidratos de carbono, de proteínas y de fibra. Como hemos dicho anteriormente, en el siglo XXI, existen una gran cantidad de tipos de pan, pero con casi todos ellos ocurre lo mismo y es que en un par de días hay que consumirlos o se pondrán duros. Pero en casos como el tostado o el de molde, durarán más tiempo si se guardan en condiciones favorables. Cada tipo de pan debe conservarse de una manera para que dure más tiempo, pero hay unos consejos generales.
Conservación según el tipo de pan
- Pan tostado: Sin duda este es el pan que más dura. Solo hay que preocuparse de almacenarlo bien para que no se ponga rancio. Así que la mejor manera de hacerlo es cerrar la bolsa en la que suele venir almacenado con una goma o una pinza. Si esto no es posible porque se nos ha roto se puede meter el pan en una bolsa de bocadillo con cierre hermético o un tupper.
- Pan de molde: Al igual que con el pan tostado, el pan de molde es necesario guardarlo bien y aislarlo del contacto con el aire y en condiciones secas mejor que húmedas, pues sino podrá salirle moho. Cerrarlo herméticamente es la mejor solución aunque también puede congelarse y sacarse directamente a la tostadora, plancha o sartén.
- Pan de barra: El uso de una bolsa de tela o de papel puede ayudar a que no se ponga duro tan fácilmente, recordemos que se pone duro del contacto con el aire. Si se pone duro será difícil comerlo pero si esta algo reblandecido siempre puede tostarse. Pero, una de las mejores opciones es rebanarlo y congelarlo y sacarlo un poco antes para comerlo como recién comprado.
- Pan de pueblo: Seguro que en más de una ocasión se ha escuchado que el pan de pueblo siempre dura más y esto es por dos razones. En primer lugar porque cuanta más superficie de corteza tenga un pan, más rápido se secará, por lo que una barra de pan siempre se conservará peor que una hogaza de pueblo. Por otro lado, un pan de pueblo suele hacerse siempre con ingredientes mucho más naturales que una barra de un supermercado, que suelen estar precocinadas o congeladas. ¿Cómo alargar el tiempo de conserva del pan de pueblo? Pues haciendo exactamente igual que con la barra del pan: trocearla y congelarla, tostarla o guardarla en una bolsa de tela. Si se escoge esta última opción y el pan es demasiado grande, es posible que solo haya que eliminar el trozo que se queda en contacto con el exterior para volver a encontrar una miga blandita.
Conservar el pan según sus ingredientes
- Pan de trigo y/o espelta: Por norma general, la mayoría de los panes están elaborados con harina de trigo. De hecho, aunque pueden llevar un cierto porcentaje de otras harinas, suelen contener también cierta parte de este tipo. Para conservar el pan de trigo o de espelta hay que tener en cuenta que las condiciones ambientales son básicas. Es fundamental huir de la nevera y de las condiciones de temperatura y de humedad que este electrodoméstico puede aportar. El pan debe encontrarse en un lugar seco y a una temperatura ambiente, sin estar en contacto con el aire. Lo más idóneo es conservarlo en una bolsa de tela y de una pieza.
- Pan de centeno: El pan de centeno contiene menos gluten, más fibra, es mas rico en minerales que otros y tiene un color y sabor muy característico. Suele ser más oscuro, más compacto y con un cierto toque amargo. Es, además, uno de los panes que más dura pues presenta resistencia a los lugares frescos y puede conservarse en ellos durante más tiempo.
- Pan de maíz: La harina de maíz no contiene gluten, por lo que es un pan perfecto para celíacos. Si se compra recién hecho es importante no dejarlo en la bolsa de plástico pues se quedará blando. Hay que sacarlo solo el tiempo necesario para que se enfríe y luego guardarlo en una panera o bolsa de lino. Otra opción es dejarlo al aire simplemente tapado con un paño de cocina. Si se puede, cuando se vaya a comprar se debe escoger la pieza o barra más grande que haya de tipo de pan pues contará con más miga y menos corteza y logrará conservarse mejor y durante más tiempo.
Mejores maneras de conservar el pan
- Si se va a consumir en pocos días (1-3 días): Basta con guardarlo en una bolsa de tela o papel ya que ayuda a que respire y no se humedezca demasiado. Es fundamental evitar el plástico ya que sino el pan sudará y se pondrá blando o gomoso. Además es importante mantenerlo siempre en un lugar fresco y seco lejos de la luz directa y del calor. Otro aspecto clave es que si es una barra se debe guardar boca abajo para que la parte crujiente aguante mejor.
- Para conservarlo más tiempo (hasta 1 semana): Lo ideal es meterlo en una panera, un cajón de madera o una panera de cerámica ayudará a mantener la humedad ideal. Si no se tiene panera se puede usar una bolsa de tela con una patata dentro, el motivo es que la patata absorbe la humedad y evita que se seque.
- Para conservarlo por semanas o meses: La mejor opción es congelarlo, pero no de cualquier manera. La mejor opción es cortar el pan en rebanadas o porciones antes de congelarlo y usar bolsas herméticas o papel film para evitar que coja olores. Además, para evitar que se pegue, pueden separarse las rebanadas con papel de horno. Vale, ya está congelado y, ¿cómo descongelarlo? Lo ideal es dejarlo a temperatura ambiente durante unos 30-60 minutos. Para recuperar su textura crujiente, puede meterse en el horno 5 minutos a 180°C o pasarlo por la tostadora. Pero hay que recordar que la opción del congelado es válida pero dependiendo del tipo de pan. Si como los industriales viene de una masa congelada, volver a meterlo al congelador hará que se pierda la cadena de frío y el pan se deteriore. El pan artesano de masa madre se puede congelar sin problema y no se estropeará tanto, si bien algo de deterioro sufrirá.
Consejos extra para la conservación del pan
- Elegir el lugar de almacenamiento adecuado: La clave está en encontrar un lugar fresco, seco y alejado de la luz solar directa y de fuentes de calor. Recordemos que la humedad y el calor son los principales enemigos del pan, ya que aceleran el proceso de enmohecimiento y lo endurecen. Además hay que evitar guardar el pan en la nevera ya que la baja temperatura de la nevera reseca el pan y altera su textura. En cambio, si hace falta conservarlo durante varios días, puede envolverse en una toalla de algodón o papel de estraza antes de meterlo en la nevera. Si se compra pan en grandes cantidades, puede congelarse. Antes de meterlo al congelador hay que cortar el pan en rebanadas y congelarlas por separado.
- Utilizar los envoltorios adecuados: Como norma general hay que olvidarse de las bolsas de plástico ya que este atrapa la humedad y acelera el proceso de enmohecimiento del pan. Lo mejor es usar bolsas de papel o tela, estos materiales permiten que el pan respire y se mantenga fresco por más tiempo.
- Rebanar el pan solo cuando se vaya a consumir: Cortar el pan en rebanadas antes de tiempo expone una mayor superficie al aire, lo que hace que se seque más rápido. Es mejor rebanar el pan solo cuando lo vayas a consumir. De esta manera, se conservará más fresco y crujiente.