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¿Qué flores hay que plantar en primavera?

Las plantas y flores son aliados perfectos de la decoración. Pero, no todas viven todo el año. ¿Cuáles son mejor plantar en primavera?

Las plantas y flores son aliados perfectos de la decoración. Pero, no todas viven todo el año. ¿Cuáles son mejor plantar en primavera?
azalea, hermosas flores, primavera | Pixabay/CC/HeungSoon

La primavera llega cada vez más adelantada, con temperaturas elevadas incluso en febrero, así se ven los árboles floreciendo cuando no les toca.... pero, durante la primavera se pueden plantar numerosas flores y árboles. El motivo es que el clima templado del mediterráneo, con poco contraste entre el día y la noche, permite sembrar algunas especies directamente en exterior, para que las semillas se beneficien del aumento progresivo de horas de luz. No obstante, si donde se desean plantar existen riesgos de heladas deberán plantarse en interior en contenedores o semilleros que se pondrán en una ventana orientada al sur para que reciban todo el sol posible evitando las heladas.

No obstante, a pesar de lo sencillo que pueda parecer, no es tan solo introducir una semilla en la tierra y esperar a que crezca, sino que hay muchos factores que influyen en el cultivo y cada tipo de planta puede tener sus propias necesidades. Pero, con el aumento de las temperaturas hay determinadas semillas que se reproducen mejor en esta época, se pueden sembrar directamente en el suelo del jardín y, con unos mínimos cuidados, germinarán sin dificultad.

¿Qué es una flor de primavera?

El concepto flores primavera puede leerse de dos modos diferentes. Por un lado, una flor de primavera es una planta que florece durante la época primaveral. Este dato es importante sobre todo para los paisajistas o diseñadores de jardines. Así lograrán el efecto deseado en el momento esperado.

Por otro lado, se les dice flores de primavera a los ejemplares que deben ser sembrados en este período del año para que la semilla logre germinar y no se seque ni se muera. En pocas palabras, las condiciones particulares de cada época del año son determinantes por su marcada influencia en el desarrollo de las especies vegetales.

¿A qué se le llama flores de primavera verano?

De un modo similar, las flores de primavera verano son aquellas cuya floración se extiende durante las dos estaciones más calurosas del año o bien que florecen entre finales de una estación e inicios de la otra. Es decir, sobreviven al cambio del clima y al aumento de la temperatura. También es otro modo de llamar a los tipos de plantas que pueden ser sembradas durante este largo periodo de tiempo. En este caso, se trata de semillas que germinan mejor en climas calientes o en tierra cálida.

Flores para plantar en primavera

  • Prímulas: La prímula es la primera flor que le da la bienvenida a la primavera. Florece a principios de la primavera y se mantiene hasta el verano. Crece en zonas no muy cálidas, ya que no soporta el exceso de calor. Se trata de una planta perenne, es decir, que vive más de dos años, y sus flores son de colores variados. La recomendación es que esté en una semisombra y en un terreno fresco, también es importante regarla regularmente pero evitando el exceso de agua.
  • Girasol: Esta planta es tan fácil de cultivar que hasta un niño pequeño las puede hacer germinar. Y es que los girasoles, con esas flores grandes, alegres y llamativas tan características que se mueven en busca del sol, se pueden plantar tanto en el suelo del jardín como en macetas. Sólo hay que introducir sus pipas a un centímetro de profundidad y mejor en grupos de tres para asegurar que al menos una germine. Necesitarán entre seis y ocho horas de sol diarias, un riego constante para que el sustrato nunca quede demasiado seco y un buen drenaje. Existen diferentes variedades de girasol, desde las gigantes que pueden superar en altura a una persona hasta algunas más pequeñas, más apropiadas para el jardín u otros espacios más reducidos.
  • Petunias: Las petunias son una de las opciones más populares para plantar en primavera. Estas flores resistentes y versátiles vienen en una amplia gama de colores, desde el blanco puro hasta el rosa intenso y el morado oscuro. Son ideales para cestas colgantes, contenedores y bordes de jardín, ya que su floración abundante y prolongada embellece los espacios desde la primavera hasta el otoño.
  • Rosa: ¿Qué sería de un jardín sin rosas al llegar la primavera? Sus colores son tan especiales y su aroma tan potente que nadie debería resistir la tentación de plantar unos cuantos rosales para disfrutarlos en la florida estación. No obstante, como necesitan bastantes cuidados, lo mejor es elegir los más fáciles de cultivar entre los cientos de especies que existen para elegir. Es importante buscarles un rincón soleado en el jardín, a ser posible con suelo orgánico, y procurar que el terreno esté siempre húmedo regándolos a menudo. Además un consejo es que cuando se vayan a plantar se deje suficiente espacio entre ellos para que puedan desarrollarse mejor y crecer libremente.
  • Geranios: Los geranios son otra excelente elección para la primavera, conocidos por su capacidad de florecer en una variedad de condiciones. Disponibles en tonos de rojo, rosa, salmón y blanco, se adaptan bien tanto al sol como a la sombra parcial. Son perfectos para macetas y jardineras, agregando un toque de color clásico a cualquier configuración exterior.
  • Geranio zonal: Es una de las flores más comunes que impregna de color balcones y terrazas. Suele dar flores grandes, de colores muy vivos: rojos, blancos, rosas o fucsias, sobre todo. Les gusta la luz directa del sol, que es la clave principal para su florecimiento. Soporta bien las sequías, incluso las plagas más frecuentes. Pero cuidado si se riega demasiado ya que es muy sensible.
  • Margaritas: Las margaritas son símbolo de simplicidad y belleza natural. Con su forma icónica y colores vibrantes, desde el blanco tradicional hasta el amarillo brillante y el rosa suave, son fáciles de cultivar y pueden aportar un aire de frescura y alegría a cualquier jardín. Florecen profusamente durante la primavera y el verano, atrayendo a abejas y mariposas.
  • Lavanda: Además de reunir todas las virtudes que atesoran las plantas aromáticas, la lavanda hace gala de un color azulado intenso e inconfundible y destila un olor suave, fresco y agradable. Se trata de un arbusto silvestre de muy fácil cultivo, por lo que solo tendrá que plantarse en una zona con sol directo y suelo alcalino. Por tanto, si el que se tiene en casa es ácido basta con añadir un sustrato específico al terreno. Es importante regarla moderadamente, como mucho una vez a la semana, sin encharcar el suelo porque eso deteriora las raíces de la planta.
  • Caléndulas: Las caléndulas, con sus tonos cálidos de naranja, amarillo y oro, son excelentes para plantar en primavera debido a su rápido crecimiento y fácil cuidado. No solo son hermosas a la vista, sino que también son beneficiosas para el jardín, ya que pueden repeler ciertas plagas y atraer insectos beneficiosos.
  • Azalea: Tener esta planta en el jardín es un acierto seguro, sobre todo cuando despliegue su abundante floración. Es importante escoger la especie que se desarrolla en primavera, perfecta para cultivar al aire libre, esto hay que destacarlo ya que hay otra variedad que es de interior. Las flores de la azalea son grandes y sus colores van desde el rojo más intenso al blanco, pasando por distintos tonos de rosa. Aunque no es delicada, sí requiere de ciertos cuidados, por ejemplo, es importante regarla con frecuencia, cuidando de que el terreno no se encharque. También hay que tener en cuenta que a la azalea le gustan los climas templados y húmedos, por lo que será importante protegerla del frío cuando el verano toque a su fin.
  • Lobelias: Las lobelias ofrecen una cascada de pequeñas flores azules, violetas, rosas o blancas, perfectas para complementar cualquier esquema de color en el jardín. Son particularmente efectivas en bordes, cestas colgantes y como cobertura del suelo, proporcionando un contraste delicado y refrescante.
  • Pensamientos: Los pensamientos son una opción encantadora para el principio de la primavera, resistiendo incluso las últimas heladas de la temporada. Con su amplia gama de colores y patrones, estos resistentes pequeños pueden llenar de alegría los espacios al aire libre, desde bordes hasta contenedores.
  • Alegria: Ideal para personas sin grandes conocimientos sobre jardinería, ya que no requiere de grandes labores de cuidados. Además, son muy resistentes. Da abundantes flores, y de crecimiento rápido. Son, sobre todo, de color rojo y rosa. Necesita zonas muy luminosas, pero al margen de la exposición directa al sol, para que las flores no se marchiten. Conviene mantener su alrededor húmedo, por lo que en época estival habrá que regar casi todos los días.
  • Begonia: Es conocido por ser muy floreciente. Da flores coloridas de gran tamaño y su floración se prolonga hasta el otoño. Agradece las semi-sombras dando más hojas y menos flores, aunque puede desarrollarse bien también con la exposición directa del sol, en este caso saldrán más flores y menos hojas. Hay que regarla de forma constante, durante el verano, unas 3-4 veces por semana. Eso sí, sin mojar las hojas.
  • Tagete: Da hermosas flores amarillos, naranjas o bicolores de ambos colores. Suelen ser flores bastante alargadas, ya que pueden crecer hasta 30-40 centímetros. Le gusta la luz directa del sol y en época estival necesita mucha agua, con un drenaje adecuado. Además, hay que vigilarla ya que conviene ir retirando las flores secas y marchitas para que siga floreciendo. Hay que destacar que en la huerta es muy utilizada para evitar el pulgón.
  • Berbena: Es una planta perenne, es decir, que puede vivir más de dos años. Es de flor pequeña, con abundantes umbelas, en cambio, sus hojas son aserradas. En la época estival es cuando más flores da. Le gusta la luz solar, mejor si es directa. Por el contrario, no tolera bien las heladas, por lo que habrá que protegerlos en estos casos. En verano hay que regarlas abundantemente, manteniendo la tierra permanentemente húmeda.
  • Plantas aromáticas: Se pueden plantar muchas plantas que también son de uso culinario, incluso en los balcones de las casas. En el caso de los huertos, además, contribuyen a la protección de plagas. El romero, el cebollino, el orégano, la albahaca, el tomillo o la menta son algunos de los ejemplos más comunes.

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