Los collares para perros prohibidos por la Ley de Bienestar Animal
La ley animalista prohíbe el uso de collares eléctricos, de impulsos, de castigo o de ahogo.
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Collar eléctrico o de impulsos es una herramienta muy extendida para los entrenamientos, pero en manos inexpertas, su uso puede causar un sufrimiento físico y psicológico innecesario al animal.
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Estos collares emiten pequeñas descargas eléctricas con el fin de corregir el comportamiento del perro. La ley de Bienestar Animal prohíbe su uso.
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El collar de castigo está diseñados para evitar que el perro tire de la correa gracias a la presión que ejercen las púas en el cuello. Su uso ha estado muy extendido, especialmente entre las razas grandes y perros potencialmente peligrosos.
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La ley de Bienestar Animal considera que el collar de castigo es una herramienta de control que puede provocar lesiones al animal. Por ese motivo, están totalmente prohibidos.
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Collar de ahogo
También conocidos como “collares de estrangulamiento”, estos collares funcionan provocando una presión alrededor del cuello y una rápida liberación para modificar el comportamiento del perro.
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Collar de estrangulamiento de modelo cadena. El principal riesgo de este tipo de collares es el exceso de compresión en el cuello y, por ello, están prohibidos según la ley de Bienestar Animal.
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Collar antiladridos
Algunos collares antiladridos emiten impulsos eléctricos para detener el ladrido del perro. Otros modelos funcionan mediante un dispositivo que impide que el perro abra la boca. Ambos tipos de collares están prohibidos debido al sufrimiento que causan al animal, así como a la alteración de su comportamiento natural.
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Del mismo modo, el uso prolongado e injustificado de bozales que impidan al animal mover las mandíbulas o jadear también está totalmente prohibido por la ley de Bienestar Animal.
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El dueño de este perro fue acusado de maltrato animal por cerrar el hocico del animal con cinta adhesiva para evitar que ladrase. El perro fue a un centro de acogida y pocos días después fue adoptado.
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El uso de bridas a modo de collar para el perro se considera maltrato animal. Su uso es extremadamente cruel y puede provocar cortes en el cuello del perro. Lo mismo sucede con los cables, cuerdas y cualquier otro material no homologado para el control de los perros.
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