
Detectar el Alzheimer con una simple analítica de sangre ya es una realidad. Un nuevo estudio internacional, en el que participan investigadores del Hospital del Mar y del Instituto de Investigación de la Fundación Pasqual Maragall, demuestra que se puede diagnosticar la enfermedad con más de un 90% de precisión gracias a biomarcadores presentes en sangre, como la proteína Fosfotau 217. Este hallazgo marca un punto de inflexión en la forma de abordar la enfermedad neurodegenerativa más común del mundo.
Hasta ahora, para confirmar un diagnóstico de Alzheimer eran necesarias pruebas invasivas como la punción lumbar o escáneres cerebrales tipo PET, costosos y no disponibles en todos los centros. Este nuevo análisis de sangre —similar al que se realiza para medir el colesterol— representa un paso clave hacia un diagnóstico más accesible, menos invasivo y aplicable en la mayoría de hospitales. Como explica Marc Suárez Calvet, neurólogo e investigador del Barcelonaβeta Brain Research Centre, "es un análisis de sangre igual que si uno se hace un análisis para medir el colesterol o el azúcar. Después, lo que se mide, obviamente, es algo diferente, es una proteína que se llama Fosfotau 217".
Hallazgo con impacto clínico inmediato
El doctor José Contador, médico del servicio de Neurología del Hospital del Mar e investigador del Instituto de Investigación de la Fundación Pasqual Maragall, ha explicado que el avance permite diagnosticar con una precisión sin precedentes: "Hemos conseguido algo que llevamos ya tiempo persiguiendo, que es demostrar que estos biomarcadores funcionan, que tenemos la posibilidad de hacer un diagnóstico de enfermedad de Alzheimer con una analítica de sangre, y, por lo tanto, es un hallazgo claramente de mucho impacto".
El estudio se ha centrado en personas con síntomas compatibles con la enfermedad y que ya contaban con un diagnóstico confirmado por métodos tradicionales. A partir de esas muestras se ha analizado la presencia de biomarcadores en sangre, con resultados muy prometedores. "Lo que hemos hecho es buscar estas proteínas en la sangre y mirar cómo funcionarían en el caso hipotético para diagnosticarlos. Y hemos visto que funcionan muy bien", ha detallado.
Anticiparse a la enfermedad años antes
El siguiente objetivo es aplicar esta herramienta de forma preventiva, en personas sin síntomas clínicos. "Sabemos que la enfermedad comienza 15 o 20 años antes del inicio de los síntomas, y que con pruebas como estas podríamos ser capaces de saber si esa persona está en riesgo de desarrollar en el futuro la enfermedad o no".
Contador advierte de que la prueba aún no está destinada al público general. "Siempre tiene que ser interpretada por un neurólogo. No es una cosa que ahora vaya a estar de acceso para la población general para que cualquier persona se lo pueda hacer". Aun así, abre la puerta a detectar perfiles de riesgo y tomar medidas. "Podemos identificar factores que además añaden más riesgo para desarrollar la enfermedad y ofrecerle al paciente intervenciones en su vida que disminuyan ese riesgo que a lo mejor hemos visto en la analítica".
Frenar el Alzheimer antes del daño neuronal
El doctor Contador se ha mostrado convencido de que este tipo de pruebas son el camino para actuar mucho antes de que el Alzheimer sea irreversible. "Estoy convencido de que sí podemos ganarle terreno a la incurabilidad del Alzheimer. Sabemos que empieza 15 o 20 años antes. Una vez han empezado los síntomas, la proteína lleva acumulándose muchos años, y quizás si paramos ese cúmulo o eliminamos la proteína del cerebro en fases en las que todavía no ha provocado un daño neuronal que podamos evidenciar, lo esperable es que ese riesgo o se baje mucho o incluso desaparezca".