
El aumento sostenido de la temperatura del mar y ciertos patrones de viento están propiciando la presencia masiva de especies marinas poco habituales en las costas españolas. Las playas del Mediterráneo y del Cantábrico registran este verano un incremento de medusas huevo frito y del molusco conocido como dragón azul, lo que ha obligado incluso al cierre de algunas zonas de la playa por precaución.
Las medusas huevo frito –Cotylorhiza tuberculata–, habituales del Mediterráneo y del Mar Menor, están apareciendo en grandes concentraciones a lo largo del litoral andaluz y en la Comunidad Valenciana. Según el Instituto de Ecología Litoral, en zonas como Jávea (Alicante), su proliferación responde a la combinación de altas temperaturas del mar y la escasez de viento de poniente, que suele actuar como regulador natural.
Este tipo de medusa es fácilmente reconocible por su aspecto: una umbrela central amarilla rodeada de tentáculos morados. Aunque puede alcanzar los 40 centímetros de diámetro, se considera inofensiva, ya que sus células urticantes tienen baja toxicidad. Su picadura rara vez genera más que una leve irritación y no representa un riesgo importante para los bañistas, aunque los expertos recomiendan no tocarlas ni intentar retirarlas del agua.
En la aplicación Medusapp, utilizada para registrar avistamientos, se han reportado numerosos ejemplares en toda la comarca de la Marina Alta, lo que indica que no se trata de un fenómeno puntual.
El dragón azul alcanza nuevas zonas del sur peninsular
De la misma forma, el Glaucus atlanticus –conocido como dragón azul– también ha llegado este verano a distintas playas españolas. Se trata de un pequeño molusco de apenas 3 o 4 centímetros, que flota boca abajo sobre la superficie del mar y presenta colores azulados y plateados muy llamativos. A pesar de su apariencia, este animal sí es potencialmente peligroso, ya que puede acumular toxinas de otras especies marinas, como la carabela portuguesa.
Su contacto puede provocar dolor intenso, vómitos o reacciones alérgicas, por lo que las autoridades recomiendan no manipularlo en ningún caso. De hecho, su presencia ha llevado a cerrar temporalmente al baño varias playas de La Línea de la Concepción (Cádiz), como Sotogrande y Santa Bárbara.
También en Guardamar del Segura (Alicante), el Ayuntamiento ha tenido que izar la bandera roja en varias zonas de baño, como las playas de Ortigues, Centro y Vivers, donde se han encontrado ejemplares. Según ha explicado el alcalde, los socorristas mantienen la vigilancia y piden alertar a las autoridades ante cualquier avistamiento.
Condiciones climáticas
Tanto las medusas ‘huevo frito’ como el dragón azul se ven favorecidos por el actual contexto climático. En el caso de las medusas, las altas temperaturas aceleran su ciclo vital y las corrientes marinas pueden concentrarlas en zonas costeras. Además, al alimentarse de plancton y mantener relaciones simbióticas con microalgas, forman parte del equilibrio ecológico del Mediterráneo.
Por su parte, el dragón azul, especie rara en el Mediterráneo, suele habitar en aguas del Atlántico, Pacífico e Índico, pero los vientos de levante lo han arrastrado hasta nuestras costas. Se tiene constancia de su presencia en Baleares desde principios del siglo XVIII, pero no se habían detectado ejemplares recientes hasta ahora.
En ambos casos, los expertos insisten en evitar el contacto directo y en respetar las indicaciones de los servicios de socorrismo.
Qué hacer ante una picadura
Ante la picadura de una medusa o del dragón azul, se recomienda retirar con cuidado los restos de tentáculos sin frotar la piel. A continuación, lavar con agua de mar o suero fisiológico, aplicar frío local y buscar atención médica si los síntomas son intensos. Nunca se debe utilizar agua dulce ni rascar la zona afectada, ya que esto puede agravar la lesión.


