
Mientras el Ejecutivo de Pedro Sánchez se prepara para introducir mediante Real Decreto un listado positivo de animales de compañía, una de las medidas más polémicas de la Ley de Bienestar Animal, conviene mirar lo que ha ocurrido en países que ya han dado ese paso.
Aunque la idea se vende como "preventiva" y "científica" por sus partidarios, la experiencia de Países Bajos, Chipre, Lituania o Luxemburgo revela una realidad incómoda: listados arbitrarios, criterios científicos poco claros y resultados poco alentadores frente al comercio ilegal de especies y el abandono de mascotas.
Cabra, sí. Erizo, no.
El ejemplo neerlandés es paradigmático. El Gobierno de los Países Bajos aprobó en 2022 un listado positivo con 30 especies de mamíferos autorizadas como animales de compañía después de que un Comité Científico Asesor evaluase un listado de más de 300 especies. La lista entró en vigor en 2024 y no tuvo carácter retroactivo. Es decir, los propietarios de los animales prohibidos pudieron conservar a sus mascotas.
Poco después, algunas organizaciones de criadores de especies exóticas demandaron al Gobierno argumentando que el listado no tenía ningún tipo de justificación científica, los criterios para excluir animales eran opacos y sospechaban que, en el fondo, existía un sesgo ideológico. Por ejemplo, resulta complejo entender por qué un erizo o una chinchilla (un pequeño roedor de poco más de un kilo) están prohibidos mientras que es perfectamente legal tener una cabra en casa.
En el caso de Chipre, otro de los países que cuentan con listado positivo, algunas asociaciones animalistas han advertido de que este sistema no resuelve las importaciones clandestinas o la posesión ilegal de mascotas prohibidas siempre y cuando no se incrementen los recursos para inspecciones. Del mismo modo, destacan que los listados positivos tampoco solucionan el problema de abandono de animales.
Sin resultados medibles
Las asociaciones que defienden los listados positivos aseguran que han tenido un gran éxito. Sin embargo, Libertad Digital no ha podido encontrar ningún tipo de estadística fiable sobre los resultados de la aplicación de los listados positivos. Sus defensores hablan de prevención, protección al bienestar animal, conservación, salud pública y seguridad; sin embargo, no hay evidencias claras sobre estos beneficios.
Ni siquiera se ha podido demostrar estadísticamente una reducción clara del tráfico ilegal de especies exóticas. Tampoco hay aún estudios cuantitativos que muestren descensos significativos en la tasa de abandono de los animales que no sean perros y gatos. Tampoco se ha verificado plenamente si los comités científicos, una vez creados, funcionan con total independencia ni con criterios públicos, científicos y auditables.
Críticas del sector
La European Pet Organization (EPO), la organización europea que aúna a asociaciones nacionales del sector de mascotas, tiendas especializadas, fabricantes de productos para mascotas, distribuidores, etc., asegura que los listados positivos "no proporcionan una solución eficaz para combatir el comercio ilegal o mejorar el bienestar animal", y que podrían ser contraproducentes.
"La gran mayoría de las mascotas (tanto tradicionales como exóticas) reciben cuidados diligentes, responsables y adecuados", puntualiza la EPO. "La minoría que incumple con la debida diligencia en el cuidado de los animales suele ser la de quienes realizan compras impulsivas o tienen poca formación sobre las necesidades de un animal en particular, ya sea un gatito, un cachorro, un caballo, un pez dorado, un reptil, etc., las especies de mascotas más comunes", mientras que "los cuidadores de mascotas de especies más inusuales suelen ser los mejor informados y capacitados para cuidarlas".
De igual modo, la asociación considera injusto que "la mayoría de los vendedores y propietarios responsables y con conocimiento sean sancionados por las acciones de la minoría" y alertan de que "la creación de una lista positiva probablemente resultaría en una reducción drástica del número de especies disponibles en el comercio legal", lo que podría incluso derivar en un incremento del mercado negro.


