
Un conjunto de rocas de color claro descubiertas en la superficie de Marte ha reactivado una de las grandes preguntas sobre el pasado del Planeta Rojo: si fue, en algún momento, un mundo húmedo con lluvias intensas y condiciones similares a las de las regiones tropicales de la Tierra. Las observaciones, realizadas por el rover Perseverance de la NASA, apuntan a que Marte pudo albergar durante millones de años un entorno mucho más cálido y lluvioso de lo que se creía hasta ahora.
Rocas que no encajan con el Marte actual
El hallazgo parte de unas rocas inusualmente blanqueadas que llamaron la atención del equipo científico de Perseverance durante su exploración del cráter Jezero. Tras analizarlas con varios instrumentos del rover, los investigadores determinaron que se trataba de caolinita, un tipo de arcilla rica en aluminio.
En la Tierra, la caolinita se forma casi exclusivamente en condiciones muy cálidas y húmedas, como las que caracterizan a las selvas tropicales. Su origen está ligado a procesos de alteración química muy prolongados, en los que las lluvias intensas eliminan progresivamente otros minerales de las rocas originales. Este contexto contrasta de forma radical con el Marte actual, un planeta frío, seco y sin agua líquida estable en la superficie.
Un indicio claro de agua abundante
El científico del suelo Adrian Broz, de la Universidad de Purdue y autor principal del estudio, subraya la importancia del hallazgo: «Cuando ves caolinita en un lugar como Marte, donde es árido, frío y ciertamente sin agua líquida en la superficie, nos indica que en su día había mucha más agua que la que hay hoy».
Estas conclusiones se recogen en un estudio publicado el 1 de diciembre en la revista científica Communications Earth & Environment, una publicación del grupo Nature. El trabajo se basa en datos obtenidos directamente sobre el terreno marciano, algo poco habitual en este tipo de investigaciones.
Comparaciones con la Tierra
Para reforzar su interpretación, el equipo comparó la estructura y composición de la caolinita marciana con muestras terrestres procedentes de Sudáfrica y San Diego, dos regiones donde este tipo de arcilla se forma en climas cálidos y húmedos. El resultado fue claro: las rocas eran sorprendentemente similares, lo que sugiere que los procesos geológicos que las originaron fueron muy parecidos.
Esta coincidencia refuerza la idea de que Marte no solo tuvo agua en el pasado, sino que esa agua estuvo presente durante períodos prolongados y en cantidades suficientes como para alterar profundamente las rocas.
Más arcillas, pero aún fuera de alcance
Las imágenes obtenidas por satélites en órbita alrededor de Marte ya habían identificado grandes depósitos de caolinita en otras regiones del planeta. Sin embargo, hasta ahora ningún rover ha podido analizarlos directamente.
La científica planetaria Briony Horgan, también de la Universidad de Purdue y coautora del estudio, explica que «hasta que podamos llegar a estos grandes afloramientos con el rover, estas pequeñas rocas son nuestra única evidencia en el terreno». Esto convierte a los fragmentos analizados por Perseverance en piezas clave para reconstruir el pasado climático marciano.
Un Marte húmedo… y luego seco
La presencia de caolinita añade peso a la hipótesis de que Marte fue en su día un oasis húmedo, aunque sigue sin estar claro cuándo y cómo perdió esas condiciones. Las teorías más aceptadas sitúan la pérdida de gran parte del agua del planeta entre hace 3.000 y 4.000 millones de años, cuando su campo magnético se debilitó y permitió que el viento solar erosionara la atmósfera.
Los investigadores advierten, no obstante, de que este proceso probablemente fue complejo y gradual, y que el estudio de arcillas antiguas como la caolinita puede aportar claves decisivas para entenderlo.
Implicaciones para la habitabilidad
Más allá de la historia climática, el hallazgo tiene implicaciones directas para la búsqueda de vida pasada en Marte. Según Broz, «toda vida utiliza agua», por lo que identificar entornos que fueron estables, húmedos y duraderos aumenta el interés científico de estas regiones.


