L D (EFE)
El demandante es la entidad legal francesa que reúne a todos los herederos del pintor: Paloma Ruiz-Picasso, Maya Widmaier-Picasso, Marina Ruiz-Picasso, Bernard Ruiz-Picasso y Claude Ruiz-Picasso, que actuaba como administrador.
El malagueño Muñiz Fernández afirmó haber decidido tomar la delantera ante la inactividad de los responsables del museo y para evitar que terceros pudieran apropiarse de dichos nombres de dominio, registrando esos tres nombres de internet. Aseguró no haber actuado de mala fe pues, como diseñador de páginas de internet, estaba dispuesto a donar los nombres a la fundación y podía intervenir en el diseño de la página dedicada al museo.
Por otro lado, negó que la protección de la firma de Pablo Picasso pudiese extenderse a cualquier combinación de palabras que contuviese la palabra Picasso, dado que ésa no es una creación de la familia Picasso sino un apellido relativamente común en Málaga. También argumentó que el hecho de que los nombres de dominio por él registrados contuviesen la palabra Picasso no podía inducir a confusión, pues sólo indicaban la existencia de un museo en Málaga cuyo objetivo principal es exhibir la obra de Pablo Picasso, por lo que no deberían confundirse continente y contenido.
El tribunal de arbitraje de la OMPI, tras examinar el caso, anunció su conclusión de que el malagueño no tenía ni "interés legítimo" ni derecho a utilizar esos nombres de dominio y rechazó los argumentos de Muñiz, según los cuales se había limitado a colmar un vacío existente y había actuado como "gestor". En su veredicto, el tribunal señala que el demandado debía saber perfectamente que el museo Picasso de Málaga está administrado por dos fundaciones: la "Fundación Museo Picasso de Málaga" y la "Fundación Paul, Christine y Bernard Ruiz-Picasso", puesto que registró también el nombre de "fundacionpicasso.com".
El malagueño Muñiz Fernández afirmó haber decidido tomar la delantera ante la inactividad de los responsables del museo y para evitar que terceros pudieran apropiarse de dichos nombres de dominio, registrando esos tres nombres de internet. Aseguró no haber actuado de mala fe pues, como diseñador de páginas de internet, estaba dispuesto a donar los nombres a la fundación y podía intervenir en el diseño de la página dedicada al museo.
Por otro lado, negó que la protección de la firma de Pablo Picasso pudiese extenderse a cualquier combinación de palabras que contuviese la palabra Picasso, dado que ésa no es una creación de la familia Picasso sino un apellido relativamente común en Málaga. También argumentó que el hecho de que los nombres de dominio por él registrados contuviesen la palabra Picasso no podía inducir a confusión, pues sólo indicaban la existencia de un museo en Málaga cuyo objetivo principal es exhibir la obra de Pablo Picasso, por lo que no deberían confundirse continente y contenido.
El tribunal de arbitraje de la OMPI, tras examinar el caso, anunció su conclusión de que el malagueño no tenía ni "interés legítimo" ni derecho a utilizar esos nombres de dominio y rechazó los argumentos de Muñiz, según los cuales se había limitado a colmar un vacío existente y había actuado como "gestor". En su veredicto, el tribunal señala que el demandado debía saber perfectamente que el museo Picasso de Málaga está administrado por dos fundaciones: la "Fundación Museo Picasso de Málaga" y la "Fundación Paul, Christine y Bernard Ruiz-Picasso", puesto que registró también el nombre de "fundacionpicasso.com".