
La histórica plataforma de videollamadas Skype desaparecerá el 5 de mayo de 2025, según ha confirmado Microsoft, que ha decidido centrar todos sus esfuerzos en Microsoft Teams, su nueva solución de comunicación. La compañía ha justificado el movimiento como un paso necesario para, en palabras de Jeff Teper, presidente de aplicaciones y plataformas colaborativas de Microsoft, "optimizar nuestras ofertas de comunicaciones gratuitas para los consumidores y poder adaptarnos más fácilmente a sus necesidades".
Desde hace años, la empresa de Redmond ha ido reduciendo progresivamente la relevancia de Skype dentro de su ecosistema, mientras impulsaba Teams como su alternativa más moderna y funcional. Esta transición, según ha explicado Teper, permitirá ofrecer una solución más eficiente, con mejor integración con Microsoft 365 y herramientas basadas en inteligencia artificial.
Un proceso de migración sin sobresaltos
Para evitar una desconexión abrupta, Microsoft ha diseñado un sistema de transición que permitirá a los usuarios de Skype migrar a Teams sin perder información. Quienes utilicen la plataforma podrán iniciar sesión en Teams (gratis) con sus mismas credenciales, manteniendo sus chats, contactos e historial de llamadas sin necesidad de crear una nueva cuenta.
Durante el período de transición, Skype y Teams seguirán siendo compatibles, lo que permitirá a los usuarios de ambas plataformas comunicarse sin inconvenientes. Para aquellos que no deseen dar el salto a Teams, Microsoft ofrecerá la opción de exportar todos sus datos, incluyendo conversaciones y registros de llamadas.
El cambio, sin embargo, no solo afectará al software en sí, sino que supondrá el fin de las funciones de telefonía de Skype. Microsoft ha confirmado que ya no ofrecerá nuevos créditos ni suscripciones para llamadas, aunque quienes tengan saldo disponible podrán seguir usándolo hasta la fecha límite. Después del 5 de mayo de 2025, el teclado de marcación solo estará accesible dentro de Teams y en el portal web de Skype para usuarios de pago.
El fin de una era en la comunicación digital
Lanzado en 2003, Skype fue una revolución en la comunicación digital, al popularizar las llamadas VoIP (Voz sobre IP)y permitir a millones de personas hablar gratuitamente a través de internet. Su impacto fue tal que, en 2011, Microsoft pagó 8.500 millones de dólares por su adquisición, con la intención de consolidarlo como su servicio estrella de mensajería y videollamadas.
Sin embargo, con el paso del tiempo, su peso en el mercado se fue diluyendo ante la aparición de alternativas como Zoom, WhatsApp y Google Meet, que ofrecían servicios más ágiles y adaptados a las nuevas tendencias de comunicación. La llegada en 2017 de Teams, una plataforma diseñada para la colaboración y la productividad, marcó el principio del fin de Skype.
A lo largo de los últimos años, Microsoft ha apostado decididamente por Teams, integrándolo en Windows 11 y potenciándolo con herramientas avanzadas. Con el cierre definitivo de Skype, la compañía refuerza su estrategia de consolidar una única plataforma de comunicación, tanto para usuarios particulares como para empresas.
El cambio supone también una reestructuración interna dentro de Microsoft. La compañía ha confirmado que los empleados que trabajaban en Skype serán reubicados en otros proyectos, lo que refuerza su intención de redirigir todos sus esfuerzos hacia el desarrollo de Teams.