Una gran investigación de la Universidad de Harvard desarrollada durante más de veinte años y que ha estudiado a más de diez millones de reclutas en Estados Unidos ha descubierto que la esclerosis múltiple, una enfermedad autoinmune sin cura, está "probablemente" causada por el virus de Epstein-Barr, que provoca la mononucleosis o "enfermedad del beso".
Aunque se trataba de una posibilidad con la que se había especulado durante años, este sería el primer estudio, según el autor principal de la investigación, Alberto Ascherio, que aportaría "pruebas convincentes de causalidad". En su opinión, se trata "de un gran paso, porque sugiere que la mayoría" de los casos de esclerosis múltiple"podrían prevenirse deteniendo la infección". Además, tener el virus de Epstein-Barr como objetivo "podría conducir al descubrimiento de una cura para la esclerosis múltiple", una enfermedad inflamatoria crónica del sistema nervioso que afecta a 2,8 millones de personas en el mundo.
El virus de Epstein Barr, un virus herpes que establece una infección latente y de por vida en el huésped, infecta aproximadamente al 95 % de personas antes de llegar a la edad adulta. Para determinar la conexión entre este virus y la esclerosis múltiple, los investigadores analizaron muestras de suero tomadas cada dos años a los militares del estudio, de los que 955 fueron diagnosticados de esclerosis múltiple.
Los investigadores determinaron el estado del virus de Epstein-Barr de los soldados en el momento de la primera muestra y la relación entre la infección por este y aparición de la enfermedad durante el periodo de servicio activo.
El equipo descubrió que "el riesgo de padecer esclerosis múltiple se multiplicó por 32 tras la infección por el virus de Epstein Barr, pero no cambió tras la infección por otros virus", según el comunicado, que especifica que los niveles séricos de la cadena ligera de neurofilamentos, un biomarcador de la degeneración nerviosa típica de la esclerosis múltiple, solo aumentaron tras la infección por este patógeno. El hallazgo sugiere, insisten, que el virus Epstein Barr es la principal causa" de esa enfermedad.
En cuanto al retraso entre la infección y el desarrollo de la enfermedad, los autores apuntan que puede deberse en parte "a que los síntomas de la enfermedad no se detectan durante las primeras fases y, en parte, a la relación evolutiva entre el virus y el sistema inmunitario del huésped, que se estimula repetidamente cada vez que el virus latente se reactiva".
El hallazgo abre la puerta al desarrollo de vacunas o antivirales para atacar el virus como fórmula para prevenir o curar la esclerosis múltiple.